Tras un primer intento fallido, el programa Artemis no ha podido aprovechar su segunda ventana de lanzamiento para enviar a la nave Orión hacia la Luna mediante el impulso del cohete SLS. Los problemas eran demasiado graves para jugársela, de modo que finalmente, a las 15:20 (17:20, hora peninsular española), se ha cancelado el lanzamiento.
La ventana de lanzamiento se abría a las 20:17. Desde ese momento, los científicos de Artemis tenían dos horas para lanzar el cohete. Pero finalmente no han esperado tanto. De momento no se sabe cuándo será el nuevo intento, aunque puede que se realice en la nueva ventana de lanzamiento, el 5 de septiembre.
Si bien en el primer intento se canceló por un problema en la refrigeración de uno de los motores del cohete, esta vez ha sido una fuga asociada al hardware que transfiere el combustible al cohete.
Problemas previos al despegue
Aunque había cierto temor por las condiciones meteorológicas de Cabo Cañaveral, este no ha sido el mayor problema previo el lanzamiento. Esta vez la refrigeración de los motores ha ido sobre ruedas, sin incidencias remarcables. Sin embargo, durante el llenado de los tanques de combustible, si bien el oxígeno líquido pudo introducirse sin problemas, no tardó en detectarse una fuga de hidrógeno. Se intentaron varios métodos para solventar el problema, pero no hubo éxito. Ante esta situación, a las 15:00 UTC (17:00, hora peninsular española) se planteó la cancelación del lanzamiento. No obstante, el director del mismo rechazó la propuesta, para unos minutos después acabar reconociendo lo inevitable.
Si hubiese sido posible el lanzamiento, Artemis estaría lista para una segunda misión, que tendrá lugar en 2024 y será exactamente igual a esta, con la única diferencia de que sí incluirá tripulación.
Los próximos planes de Artemis
Cuando esta misión vuelva a Tierra dentro de 42 días, tocará empezar a pensar en la segunda fase, la de 2024. Pero también en la hora de la verdad. Y es que se espera poder llevar humanos de nuevo a la Luna ya en 2026. En ese punto la nave ya no se limitará a orbitar. Se acoplará en el orbitador Gateway, que en estos momentos aún no ha empezado a ensamblarse, pero para entonces estará ya listo. Después, un aterrizador llevará a los astronautas hasta la superficie de la Luna.
Pero para eso primero este primer paso debería culminar con éxito. Esperemos que a la tercera oportunidad vaya la vencida.