Tras agotar todos los recursos posibles, Elizabeth Holmes no pudo impedir lo inevitable. La fundadora de Theranos ha sido sentenciada a más de 11 años de prisión por defraudar a inversionistas del emprendimiento que algún día acaparó titulares por sus máquinas de análisis de sangre. Holmes, de 38 años, libraba un juicio por fraude electrónico desde septiembre de 2021.
De acuerdo con The Wall Street Journal, el juez Edward Davila impuso una pena de 11 años y 3 meses en prisión, sumado a tres años de libertad condicional. Elizabeth Holmes, que deberá entregarse a la justicia antes del 27 de abril de 2023, también deberá pagar una multa de 400 dólares por fraude. Con esto se cierra un capítulo de la mayor estafa de Silicon Valley, aunque la acusada tendrá la opción de apelar la sentencia.
En fechas recientes, Elizabeth Holmes intentó cancelar su condena con la ayuda de un testigo arrepentido. La fundadora de Theranos pretendía anular el proceso y solicitar un nuevo juicio apoyándose en Adam Rosendorff, exdirector del laboratorio de la empresa. Rosendorff, testigo clave en el juicio por fraude contra Holmes, estaba supuestamente arrepentido porque tergiversaron sus declaraciones.
Pese a que el equipo de defensa de Elizabeth Holmes se mostraba optimista de cancelar el proceso, lo cierto es que la opinión de un testigo no echaría abajo la condena. La emprendedora favorita de Silicon Valley fue declarada culpable de 3 cargos de fraude electrónico y uno de conspiración contra los inversionistas en enero de este año.
Elizabeth Holmes: de chica maravilla al mayor fraude de Silicon Valley
Theranos es una de las estafas más sonadas de Silicon Valley. El emprendimiento buscaba revolucionar la industria de la medicina con análisis de laboratorio que solo requerían una gota de sangre. Una máquina milagrosa y un cúmulo de mentiras le aseguraron una inversión millonaria a Holmes, considerada un prodigio.
En algún momento de la década, Elizabeth Holmes fue considerada una especie de Steve Jobs que rompería los estándares. Theranos alcanzó una valuación de hasta 7.300 millones de euros y su fundadora recibió múltiples premios, incluyendo un lugar en la lista de emprendedoras más ricas. No obstante, todo se vino abajo luego de que el Wall Street Journal publicara un reportaje donde destapaban las mentiras de la compañía.
Theranos era una farsa y su tecnología no era capaz de ejecutar lo que Elizabeth Holmes pregonaba en entrevistas con medios e inversores. La máquina patentada que solo requería un pinchazo de sangre para detectar cientos de enfermedades no existía. De hecho, los empleados de la compañía utilizaban equipo de sus competidores para realizar análisis.
La publicación fue el principio del fin para Elizabeth Holmes, quien recibió una acusación formal de fraude en 2018 por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. La SEC aseguró que Holmes y su socio, Ramesh Balwani, engañaron a los inversores realizando afirmaciones falsas o erróneas en medios de comunicación, organizando demostraciones tecnológicas engañosas y exagerando el alcance de sus relaciones con entidades gubernamentales y colaboradores.
La sentencia dictada por el juez Edward Davila pone fin a uno de los grandes escándalos del mundo tecnológico. Theranos es un caso de estudio en Silicon Valley y su protagonista inspiró a Disney para producir la serie The Dropout, estelarizada por Amanda Seyfried.