Tras ser presentado en el Google I/O, el Pixel 6a aterriza finalmente en España. Lo hace con un precio de salida de 459 euros y, además, a la par que en el resto de países –nada de lanzamientos tardíos, como sí vimos con el Pixel 6 o el Pixel 6 Pro–. 

Para Google, este producto probablemente sea más importante, incluso, que los Pixel 6 o los Pixel 6 Pro. Especialmente en un mercado como el español, donde el precio de venta medio es inferior a otros grandes países occidentales y, por lo general, lo que se vende en alta gama son teléfonos de Apple.

No obstante, no basta con posicionarse en ese segmento. En ese nicho del mercado se encuentran decenas de productos de Xiaomi o Realme con una relación calidad-precio fantástica, además de un recién llegado Nothing Phone (1) con una filosofía interesante.

¿Cómo pretende Google desmarcarse y atraer a clientes potenciales hacia su producto en lugar de a alguno de la competencia? Pues recurriendo a una fórmula conocida: poniendo énfasis en el software y creando una cámara superior a lo habitual en este rango de precio. Los dos mismos parámetros con los que la marca suele diferenciar sus productos desde hace varios años.

Google Pixel 6a

Una fórmula conocida: destacar en software y en fotografía

En lo que respecta a fotografía, el Pixel 6a opta por la misma vía que el Nothing Phone (1): montar menos cámaras, pero hacer lo posible por refinar su rendimiento. Y la jugada les ha salido de fábula. Es probable que el Pixel 6a sea, al igual que sus predecesores lo fueron en su momento, el teléfono con la mejor cámara de su segmento.

La clave, nuevamente, está en la magia que Google hace tanto con sus algoritmos como con el Google Tensor (que es el mismo que encontramos en los Pixel de alta gama y alberga tanto el motor neural que procesa los algoritmos de IA como el ISP que trata las señales de imagen de las cámaras).

El teléfono tiene dos cámaras:

  • Una principal de 12 megapíxeles de resolución, con píxeles de 1,4 micras, objetivo de apertura f/1,7 y estabilización óptica de imagen.
  • Un gran angular de 12 megapíxeles de resolución, con píxeles de 1,25 micras y objetivo de apertura f/2,2.

Los resultados que producen estas cámaras son realmente buenos en todo tipo de situaciones. Tienen ese look característico de los teléfonos de Google que tanto gusta a muchas personas, un buen nivel de detalle, un HDR capaz de desenvolverse bien en escenas con iluminación compleja, un modo noche solvente… 

Y sí, está un paso por detrás de móviles de alta gama como el iPhone 13 o el propio Pixel 6 Pro, pero, nuevamente, teniendo en cuenta el precio por el que se vende el Pixel 6a, es de elogiar los resultados que llega a producir. Probablemente no encuentres una cámara mejor que esta en su segmento de precio.

El gran angular, evidentemente, tiene limitaciones en condiciones oscuras, pero, de nuevo, considerando el precio que tiene este producto, se podría decir que el desempeño es muy bueno en relación al precio.

Google, además, ha implementado en el teléfono muchas de las funciones que vimos en los Pixel 6 Pro relacionadas con la fotografía, como la posibilidad de borrar elementos de una imagen gracias a la IA, un algoritmo enfocado en lograr los tonos de piel más realistas, etc.

Google Pixel 6a

La otra pata con la que Google quiere diferenciar al Pixel 6a es con el software. La empresa ha implementado en el Pixel 6a una versión muy limpia de Android 12. Nada de bloatware –siempre que no consideres las apps de Google como bloatware–, interfaces con una estética consistente y cuidada, una buena integración con todos los servicios de Google… Es un enfoque que me encanta, he de reconocer. Y, al igual que en otros Pixel, es un atributo sin duda a favor. Uno que influye en la experiencia diaria, no solo en situaciones concretas.

Si te importan las actualizaciones, has de tener en cuenta también que, al ser un producto de Google, recibirá las nuevas versiones con mucha más velocidad que otros teléfonos de este segmento. Tanto las nuevas versiones como las correcciones de seguridad. Un plus indiscutible.

La empresa norteamericana, además, se ha comprometido a mantener el Pixel 6a actualizado durante cinco años, un periodo superior a lo habitual, especialmente en estos rangos de precio, donde los compromisos de actualización no siempre son tan buenos como en los productos de alta gama.

Google Pixel 6a

Y más allá del software o la cámara, ¿cómo es este Pixel 6a?

Tanto el software como la cámara, como mencionaba líneas más arriba, son los dos argumentos principales que tiene el Pixel 6a para convencer de su compra. Y claramente saca pecho. Son dos puntos en los que se posiciona a la par o por encima de los mejores dentro de su segmento. Pero, ¿y el resto de la ecuación? ¿Cómo se comporta el Pixel en el resto de áreas?

La pantalla, por ejemplo, cumple con su cometido. Es un panel OLED de 6,1 pulgadas con resolución Full HD+ y compatible con la tecnología HDR que es capaz de entregar un rendimiento satisfactorio en todos los parámetros (brillo, contraste, precisión de color…). En la línea de lo esperable en un producto de esta categoría. 

Lo que no es tan admisible es su tasa de refresco. En 2022, el grueso de los teléfonos económicos que se han lanzado en España tienen, al menos, 90 Hz. Y muchos incluso llegan a los 120 Hz. Este Pixel 6a, en cambio, se mantiene en los 60 Hz.

Para muchas personas quizá sea una carencia irrelevante. Y lo entiendo. En mi caso, no es así. Elevar la tasa de refresco por encima de los 60 Hz hace que todo se sienta más fluido. El scroll, los gestos de navegación… Cualquier interacción con la pantalla que implique movimiento de píxeles se siente mejor.

En el pasado, que un móvil de 459 euros tuviera una pantalla de 60 Hz era lo normal. No “chirriaba” si no iba más allá en este sentido. En pleno 2022, en cambio, el no tener una pantalla con una tasa de refresco superior a 60 Hz es una carencia incuestionable. Tanto Xiaomi como Realme tienen móviles con pantallas de 90 o 120 Hz en el rango de los 200-300 euros. Por lo tanto, un móvil de 2022 que cuesta casi el doble debería tener también esa función. E insisto: habrá personas a las que no les importe en exceso, pero, para mí, es algo bastante a tener en cuenta.

En el campo del rendimiento, el Pixel 6a incorpora el mismo Google Tensor que sus hermanos mayores.

  • Tiene un chip con una CPU que se posiciona en la misma ventana que el Snapdragon 778G+ en los tests multinúcleo de Geekbench y a la altura del Snapdragon 870 en los tests mononúcleo.
  • Su GPU logra un rendimiento "pico" claramente superior al del Snapdragon 870 que tanto abunda en su gama. Sin embargo, su performance decae notablemente cuando la labor en cuestión se prolonga en el tiempo y, por consiguiente, sube la temperatura. En ese escenario el rendimiento real del chip queda más o menos en la misma ventana que el 870. Por lo tanto, podríamos decir que esta es solo una ventaja parcial.
  • El Google Tensor integra también otros componentes clave, como el ISP que hace brillar a la cámara del teléfono, diversos elementos centrados en el cifrado y la seguridad o el motor neural que procesa algunas funciones basadas en inteligencia artificial que Google ha implementado en este teléfono.

En líneas generales, el Google Tensor es capaz de entregar una gran experiencia en el día a día. Y también es clave en muchas de las funciones que hacen al Pixel 6a diferenciarse del resto de móviles. Sin embargo, no se trata de uno de esos chips que destacan tanto como para ser, por sí mismos, un argumento de peso en la compra del dispositivo que lo monta.

Google Pixel 6a

En lo que respecta al diseño, las líneas son bastante similares a las que encontramos en los hermanos mayores. Una identidad común que se diferencia únicamente por sutiles detalles. Y, como dije en su momento con el Pixel 6 Pro, esta línea de diseño no me termina de conquistar. No obstante, he de admitir que es un factor subjetivo, así que puede que a otra persona sí le convenza.

Lo que no es subjetivo es el nivel de refinamiento del chasis. El Nothing Phone (1), por ejemplo, hace un trabajo mejor en detalles como la simetría de los bordes que rodean la pantalla (que todos tengan el mismo grosor), el tacto de los botones, la forma en la que los materiales se fusionan unos con otros… No es un mal acabado ni mucho menos, pero tampoco diría que está entre los más brillantes en este campo.

En lo que respecta a autonomía, el Pixel 6a cumple sin problemas con la promesa de llegar al final del día con una jornada de uso convencional, que es lo que se le pide a cualquier teléfono en esta época. También es compatible con carga rápida, aunque no esperes ninguna cifra loca como las de Xiaomi o Realme, que incluso superan los 60W. Tampoco tenemos carga inalámbrica, una función que, salvo excepciones concretas, es poco habitual en este rango de precios.

Por último, en el ámbito de la biometría, tenemos un lector de huellas dactilares bajo la pantalla que, pese a no ser uno de los más rápidos o precisos, sí podríamos decir que cumple con su cometido.

Google Pixel 6a

¿Merece la pena el Pixel 6a?

He de admitir que tenía muchas ganas de que Google volviera a España con un Pixel económico. Sin embargo, la experiencia no ha sido todo lo completa que me hubiese gustado.

Si la fotografía es tu prioridad número uno, no existe lugar a dudas: este teléfono debe estar entre tus principales opciones a considerar. Es, probablemente, el móvil con mejor experiencia fotográfica (consistencia, calidad de los resultados, etc.) de su rango de precios.

El problema es que, en otros ámbitos, levanta más dudas. No tiene un diseño diferencial o particularmente cuidado, el SoC es bueno pero no el más brillante, la pantalla tiene una tasa de refresco de solo 60 Hz...

Y ahora os preguntaréis: ¿merece la pena dar un paso atrás en esos aspectos por el extra que sí aporta en fotografía? Pues cada uno tendrá su propia respuesta. Conozco personas que responderían con un sí rotundo. Y es completamente lógico, porque este teléfono tiene muchas virtudes. En cambio, si me preguntas a mí, creo que no lo tendría tan claro.

La experiencia fotográfica está entre mis prioridades, pero también lo está la tasa de refresco de 120 Hz –por cómo enriquece la experiencia en el día a día– o tener un diseño cuidado que en la mano te deje un regusto fantástico cada vez que usas el teléfono. Cosas que, por ejemplo, sí ofrecen otros teléfonos como el Nothing Phone (1).

En resumen: el Pixel 6a no es un mal producto, ni muchísimo menos. De hecho tiene varios puntos a su favor. Simplemente, no es perfecto. Es un producto que satisfará, sobre todo, a aquellos que priman la mejor cámara por encima de todo, buscan un software limpio y están dispuestos a dar un pasito atrás en los aspectos mencionados previamente, donde otros teléfonos quizá saquen más pecho. Si estás en ese grupo, entonces el Pixel 6a será un teléfono fantástico para ti.