El reparto de la serie Stranger Things no es precisamente pequeño. En su cuarta temporada, hay hasta catorce actores principales entre los niños que ahora son adolescentes, como la Eleven de Millie Bobby Brown o el Dustin Henderson de Gaten Matarazzo, los que ya estaban en esa etapa vital al principio, desde la Nancy Wheeler de Natalia Dyer hasta el Steve Harrington de Joe Keery, y los adultos, como el Jim Hopper de David Harbour o la Joyce Byers de Winona Ryder.
Pero también se han unido algunos actores con unos personajes llenos de carisma y que, por otra parte, se han revelado de bastante interés. Por ejemplo, el Eddie Munson al que encarna Joseph Quinn, el Dimitri Antonov de Tom Wlaschiha o, y a eso vamos, el joven celador del laboratorio de Hawkins al que da vida el británico Jamie Campbell Bower. Y es en el estupendo tramo final del séptimo capítulo que los Hermanos Duffer nos descubren la historia y las identidades de este último.
Se trata de Henry Creel, un sanguinario ser humano con poderes similares a los de Eleven en Stranger Things, que detesta la sociedad porque “emponzoña nuestro mundo” e impone una estructura “profundamente antinatural”, quiere destruirla desempeñándose como depredador, mata a casi toda su familia de muchacho, se convierte en One, el primero de los chavales a los que estudia y entrena el doctor Martin Brenner de Matthew Modine, y acaba en el Mundo del Revés como el monstruoso Vecna.
El villano más aterrador de ‘Stranger Things’
Es nuestra gran heroína con el rostro de Millie Bobby Brown quien le manda allí en un asombroso enfrentamiento durante el que crea el portal original entre las dos dimensiones. Después de que el tipo masacre a casi todos los prodigiosos residentes y al equipo que se encarga de ellos en el laboratorio de Hawkins y, ojo, de que le explique su pasado y sus motivaciones. Y es en este fantástico monólogo, escrito por los Hermanos Duffer, que Jamie Campbell Bower nos deslumbra.
Impone una barbaridad con la alarmante composición de su personaje, su expresividad aterradora y muy bien aprovechada a través de los primerísimos planos en los que le enfoca del par de cineastas estadounidenses y, por supuesto, ese vozarrón tan llamativo gracias al que podemos entender sin dificultad alguna que fuese, además, vocalista en la banda de punk rock Counterfeit. Esta interpretación tan potente le garantiza nuestra rendición ante su gran villano de Stranger Things.
“Una de las partes más aterradoras del proceso fue cuando tenía que ser muy amable con [Eleven]”, ha dicho Jamie Campbell Bower en una entrevista para The Hollywood Reporter. “Debido a que tuve que haber acumulado ese horrible fuego y furia dentro y luego enmascararlo con una agradable dulzura, siempre había miedo cuando miraba a Millie [Bobby Brown], particularmente cuando jugaba a One, y pensaba: «Por favor, no veas lo que quiero de ti. Por favor, solo ve este tipo de fachada»”.
La carrera de Jamie Campbell Bower
Sin embargo, no podemos considerar que Jamie Campbell Bower, nacido en la misma ciudad de Londres en 1988, sea precisamente un novato para esto del cine. Su primer papel importante lo obtuvo poco después de empezar: el del marinero Anthony Hope en Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet, la película con la que Tim Burton (2007) adaptó el musical de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler (1979) según obra de teatro de Christopher Bond (1970).
Para ella, canta en hasta cinco de sus escenas. Algo que no tuvo que hacer para el roquero de RocknRolla a las órdenes de Guy Ritchie (2008), ni para su vampiro Caius Vulturi en tres largometrajes de la saga de Crepúsculo: Luna nueva (2009), dirigida por Chris Weitz, y las dos partes de Amanecer (2011, 2012), de las que Bill Condon es el responsable; ni para el 11-12 de la miniserie The Prisoner (2009), remake de la clásica creada por Patrick McGoohan y George Markstein (1967-1968).
Tampoco para meterse en la piel del joven Gellert Grindelwald durante la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte y Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, ambas realizadas por David Yates (2010, 2018); ni para su Conde de Oxford en Anonymous, de Roland Emmerich (2011), ni en los zapatos de Jace Wayland en Cazadores de sombras: Ciudad de hueso, filmada por Harald Zwart (2013). Ni para su antagonista de Stranger Things, como habréis visto.