Cuando Top Gun llegó al cine en 1986 fue una verdadera revolución. La película no solo convirtió a Tom Cruise en una estrella mundial, sino que también sobresalió por sus impactantes secuencias de vuelo y combate con el majestuoso F-14 Tomcat, así como por su banda sonora. Al punto tal que su legado ha trascendido generaciones, permitiéndonos disfrutar de ese verdadero espectáculo llamado Top Gun: Maverick, la secuela que demoró nada menos que 36 años en llegar a la pantalla grande. Pero lo que muchos no saben es que nada de lo que vimos en cine hubiera sido posible sin el trabajo de Ehud Yonay, quien le dio al mundo el primer vistazo puertas hacia adentro de la Navy Fighter Weapons School —alias TOP GUN—, la academia encargada de pulir a los mejores pilotos de combate de la Armada de Estados Unidos.

El citado reportero israelí puso su firma a Top Guns, un artículo de la revista California Magazine de mayo de 1983 que luego sirvió de inspiración para la película de Tony Scott, que se estrenó solo tres años más tarde. Con una redacción dinámica y atrapante, acompañada por una selección de fotografías aéreas espectaculares, Yonay permitió conocer a fondo algo que el común de la gente desconocía. Estamos hablando de una época en la que no era habitual que los pilotos de combate hablaran con la prensa; después de todo, el contexto de Guerra Fría y la permanente tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética no daban lugar a la existencia de cabos sueltos, mucho menos si eran provocados por la curiosidad de los medios de comunicación.

Top Guns plasma el recorrido de Alex "Yogi" Hnarakis y Dave "Possum" Cully, piloto y oficial de intercepción de radar de un F-14 Tomcat, respectivamente, durante las siete semanas y media de entrenamiento en TOP GUN. Podríamos decir que son los Maverick y Goose de esta historia, aunque sin la cuota de rebeldía hollywoodense que caracterizó a los personajes de la película.

Yonay había pautado con la Armada la realización de dos entrevistas con los protagonistas, una al comenzar y otra al finalizar el entrenamiento. Sin embargo, solo en la primera semana ya había completado cuatro, y terminaron siendo "un par de docenas", según confiaron los propios protagonistas. Así, el reportero israelí logró plasmar de forma magistral no solo lo que sucedía en el aire, a bordo del ahora mítico caza de Grumman, sino también en la por entonces conocida como Estación Aeronaval Miramar, en California.

"Si Miramar es el Camelot de un piloto de combate, entonces el complejo Top Gun en el hangar número uno de Miramar es la Mesa Redonda del Rey Arturo, la reunión de los más grandes de la aviación de combate. Desde sus inicios en 1968, los grandes ases de Top Gun han revolucionado virtualmente el negocio de los pilotos de combate y, con la posible excepción de la Fuerza Aérea Israelí, se han establecido como los maestros internacionales del arte mortal del combate aire-aire".

Fragmento de Top Guns, de Ehud Yonay

Sin Top Guns, no tendríamos Top Gun

Top Gun | Top Guns | Ehud Yonay
Alex "Yogi" Hnarakis y Dave "Possum" Cully, protagonistas del artículo de Ehud Yonay | Imagen: California Magazine

En Top Gun, de Tony Scott, seguimos de cerca a Pete "Maverick" Mitchell y a Nick "Goose" Bradshaw, mientras intentan probar que son lo mejor que la Armada puede encontrar a bordo de un F-14 Tomcat. La rivalidad con Tom "Iceman" Kazansky y el poco apego a las reglas convierten al personaje de Tom Cruise en el blanco de las principales reprimendas por parte de sus superiores.

En el artículo de Ehud Yonay no encontramos ese tipo de dramas, pero sí observamos descripciones muy realistas de los ejercicios de entrenamiento y combate aire-aire (dogfight) que claramente han inspirado lo que posteriormente se vio en las salas de cine de todo el mundo.

Mientras las llamas gemelas al rojo vivo salen disparadas de las toberas de escape del avión, la magnífica máquina plateada explota hacia adelante, golpeando sus espaldas como un camión lleno de ladrillos y arrojándolos a través de la barrera del sonido. Yogi ha ensayado esta matanza en su mente una docena de veces. Cortará el primer bogey [una aeronave no identificada] en el paso con un misil frontal, y luego, rompiendo y rodando para evitar ser golpeado, frenará el avión y lo jalará como Ivanhoe al final de la primera justa para volver corriendo a través de los cielos por el otro. Los grandes pilotos de combate siempre van por delante de sus aviones y, mientras su adrenalina aumenta, los ojos de Yogi perforan el espacio azul vacío que tiene delante, en busca de los bogeys. Nada puede detenerlo ahora.

Ahí es cuando sucede. De repente, una voz suave dice "Atoll" en los auriculares, y cuando Possum ve el pequeño F-5 detrás de ellos, ya es demasiado tarde. Han estado corriendo gordos, tontos y felices como un pájaro dodo, y el F-5 pintado con camuflaje del desierto, nada menos, que se destaca contra el azul como un cartel publicitario, apareció de la nada, se puso en su cola, y simuló deslizar un misil buscador de calor por su tubo de escape. Los Atoll son los misiles aire-aire que llevan los MiG-21 de fabricación rusa, pero en este ejercicio la palabra significa: "Arriba, muchachos, están muertos y se van a casa con la cola entre los posquemadores". Su gloriosa misión está arruinada.

Fragmento de Top Guns, de Ehud Yonay

El extenso artículo de la revista California Magazine es una verdadera obra periodística de primer nivel. Y como dijimos anteriormente, no solo se caracteriza por la destacada pluma de Ehud Yonay, sino también por las impactantes fotografías que la acompañaban. Muchas de las imágenes fueron capturadas por C.J. Heatley, otro piloto que por entonces formaba parte de la Navy Fighter Weapons School.

Sin embargo, las expectativas iniciales de los protagonistas no eran muy buenas...

Dudas en torno a Yonay y sus intenciones

Top Gun | Top Guns | Ehud Yonay
Imágenes: California Magazine (extraídas de topgunbio.com)

Alex "Yogi" Hnarakis, el piloto entrevistado por Ehud Yonay para Top Guns, confió que en un momento hubo muchas dudas sobre cuáles eran las intenciones del reportero. Si bien el periodista se había mostrado incisivo desde un comienzo, los aviadores comenzaron a arquear las cejas ante el calibre de algunas de sus consultas. En una oportunidad, incluso, llegó a preguntar si era cierto que abandonaban sus misiones para cruzar la frontera hacia México y sobrevolar sobre las casas para asustar a los pobladores. Por momentos la cosa no olía bien.

"Después de intercalar varias preguntas capciosas más entre las —en su mayoría— legítimas, tuvimos la impresión de que Ehud iba a escribir un artículo preconcebido, inexacto, totalmente falso… tan malo como el programa de televisión de corta duración del día llamado Red Flag. Peor aún, temíamos que se incluyeran nuestros nombres y citas para darle una falsa legitimidad. Nuestro capitán se puso en contacto con nosotros después de escuchar nuestras preocupaciones y nos pidió que siguiéramos con Ehud, ya que tenía un historial de escribir artículos muy buenos y precisos sobre temas en los que no tenía experiencia previa. Al final, después de un par de docenas de entrevistas, Ehud, fiel a su reputación, ¡escribió un artículo excepcional!", dijo.

Y el trabajo del reportero de la California Magazine terminó siendo valorado como un puente para que el público común pudiese acceder a datos que, por lo general, eran demasiado técnicos. "La mayoría de los artículos anteriores escritos por otros eran secos, técnicos o redactados para que solo otras tripulaciones de cazas pudieran entenderlos", explicó el ahora exaviador; y agregó: "En retrospectiva, no es de extrañar que, más tarde, alguien reconociera que había material potencial para una película".

El legado de Ehud Yonay en Top Gun, marcado por una disputa judicial

Top Gun
Paramount

Más allá de la inspiración en el artículo de Ehud Yonay, Top Gun ha tenido méritos propios para su éxito en la pantalla grande. Sin embargo, por estas horas el legado del reportero israelí ha quedado envuelto en una disputa judicial por una aparente infracción de derechos de autor.

Según se conoció a comienzos de esta semana, la viuda y el hijo del periodista presentaron una demanda contra Paramount Pictures. Los familiares de Yonay acusan al estudio de haber violado el copyright del artículo de California Magazine durante la realización de Top Gun: Maverick; argumentan que los derechos que la empresa tenía sobre el mismo vencieron en enero de 2020, y que habían sido avisados al respecto en 2018. Sin embargo, no negociaron una readquisición, lo que ha desatado este cruce legal.

Habrá que ver qué determina la justicia estadounidense en tal sentido, aunque es improbable que haya una resolución en lo inmediato. Por lo pronto, no dejen pasar la oportunidad de leer Top Guns, una pieza genial de un periodismo de otra época. Realmente vale la pena.