Durante la última semana, en la industria de los videojuegos solo se ha hablado de dos temas: el rompimiento entre EA y la FIFA, y la filtración que anticipa un nuevo juego de Silent Hill. La segunda, evidentemente, tiene a miles de jugadores con las esperanzadas renovadas. ¿El motivo? Nunca antes habían surgido pruebas tan contundentes del retorno de una franquicia que supuso un antes y un después para los títulos de terror.
Según la información de VGC y Jeff Grubb, fuentes bastante confiables dentro de la industria, existen tres proyectos de Silent Hill en marcha. Uno es un remake de Silent Hill 2 a cargo de Bloober Team, el estudio detrás de Layers of Fear, Blair Witch y The Medium. Otro es un juego en formato episódico cuyo desarrollo sería responsabilidad de Annapurna Interactive, creadores de Outer Wilds. Para finalizar, el tercer título podría ser una secuela directa de la saga principal.
Por un momento dejaré en segundo plano la información surgida en días recientes para plantear la siguiente pregunta: ¿realmente necesitamos el regreso de la franquicia? Silent Hill marcó la infancia o juventud de muchísimos jugadores desde finales de los noventas, y esto es un hecho que nadie puede negar.
Peticiones impulsadas por nostalgia
Ahora bien, cuando hablamos de ansiados regresos en el mundo de los videojuegos, una buena parte de esos deseos están impulsados por las ganas de revivir una época del pasado. Un momento que nos permita, por algunos instantes, abandonar la época actual y "regresar" a una etapa de nuestras vidas que ya quedó atrás, pero que extrañamos.
Cuando exigimos el regreso de Silent Hill lo hacemos con una intención que va más allá de una simple sesión de juego. Tenemos la seguridad de que poner nuestras manos sobre un nuevo título nos hará revivir antiguos recuerdos.
Las compañías saben muy bien cómo funcionan nuestras emociones; por esa razón constantemente lucran con la nostalgia, a veces de forma descarada. No es coincidencia que existan tantas remasterizaciones y remakes en la actualidad.
Una vez dejado claro lo anterior, es posible llegar a una verdad que no siempre es bien recibida por todos: aquella persona que verdaderamente quiera revivir sus momentos con Silent Hill, no necesita relanzamientos y mucho menos un nuevo juego. Hoy en día existen muchas maneras de disfrutar los títulos clásicos, incluso si no tienes las consolas en las que fueron lanzados originalmente. Más de dos décadas después, jugar al original Silent Hill —y sus secuelas— sigue siendo gratificante a pesar de su antigüedad.
Si no es por ese poderoso componente de nostalgia, ¿por qué otra cosa podría justificarse querer un nuevo Silent Hill?
Otros juegos cubrieron el hueco de Silent Hill
En la cuestión argumental, Silent Hill no desapareció del mapa dejando una historia inconclusa que demande respuestas. Ciertamente, se dejó abierta la puerta para una posible continuación, pero la narrativa existente no depende de ella. En este sentido, entonces, no hay necesidad de una nueva entrega.
Respecto al terreno jugable, algunas han mencionado que un nuevo Silent Hill podría revitalizar los videojuegos que tienen el terror como pilar principal. Sin embargo, la realidad es que el género está pasando por una etapa bastante buena hoy en día. Outlast, en el lejano 2013, estableció algunas ideas y propuestas que más tarde fueron heredadas por el gigante Resident Evil. La franquicia de Capcom, en su séptima y octava entrega, dejó atrás a los zombis para enfocarse en una experiencia más paranormal y sobrenatural.
Pero también hemos tenido la oportunidad de "disfrutar" juegos como Dead Space, The Evil Within, Layers Of Fear o Alien Isolation, por mencionar algunos. Aunque cada uno transmite el terror de diferentes maneras, todos han aportado su granito de arena para mantener vivo el género. Durante todo este tiempo, por fortuna, no hemos requerido la intervención de Silent Hill.
Otro tema a considerar es que, tristemente, un porcentaje de la comunidad eleva su voz para exigir el regreso de una franquicia con el objetivo de demostrar que, en menor o mayor medida, tiene peso en las decisiones de una compañía. Pero una vez que las peticiones son atendidas, no corresponden comprando el juego —incluso si es bueno—.
Un lamentable ejemplo de esta situación es Crash Bandicoot. Durante años solicitamos su regreso, y si bien la trilogía remasterizada tuvo una buena aceptación, Crash Bandicoot 4: It's About Time pasó desapercibido pese a ser un excelente juego. Las ventas fueron decepcionantes y Toys for Bob, su estudio desarrollador, ahora trabaja en Call of Duty —por mandato de Activision— en lugar de continuar la saga del marsupial…
Es un hecho que el retorno de Silent Hill sucederá tarde o temprano; ya sea en forma de remake o con un juego completamente nuevo —o ambos—. En el caso de la segunda opción, será interesante ver si su propósito es atender los deseos nostálgicos de los fans y, además, contribuir con algo nuevo para el género. Si es así, bienvenido sea. De lo contrario, será una oportunidad perdida.