La Agencia Espacial Europea (ESA), en conjunto con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han pensado en una nueva idea para deshacerse de la basura espacial; un problema que azota cada vez más a las misiones en el espacio y a los satélites con los que comparten órbita. Ahora, ambos organismos han ideado un nuevo plan para sacar de órbita a estos pequeños pero molestos residuos.

La ESA dispuso sus recursos para llevar a cabo sus operaciones en Tenerife, España. Se trata de la estación telemétrica láser Izaña-1 (IZN-1), que además de ser la primera de su clase, será la responsable de desviar los fragmentos de basura espacial de su órbita, evitando colisiones catastróficas.

No es la primera vez que la ESA y el IAC se apoyan en Tenerife como su base de operaciones. Desde hace varios años ambos organismos han colaborado usando la Estación Óptica Terrestre (OGS), que forma parte del conjunto del Observatorio del Teide. Dicho observatorio se encuentra ubicado a una altura de 2.400 metros sobre el nivel del mar, y es capaz de llevar a cabo operaciones de envío y recepción de láseres.

Después de varios meses de duras pruebas, parece que la estación de telemetría láser Izaña-1 ya esta lista para comenzar a operar. Se trata de un banco de pruebas de tecnología y, además, es el primer paso que podría permitir la democratización de este tipo de avances alrededor del mundo. Esto podría llevar a la mitigación del peligro de la basura espacial por parte de los organismos interesados a nivel mundial. Por otro lado, esta tecnología ha sido desarrollada por la compañía alemana DiGOS.

Cómo funciona la estación Izaña-1 y cómo eliminará el peligro de la basura espacial

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La estación de telemetría láser Izaña-1 apuntará con sus láseres al cielo desde el Observatorio del Teide. Desde allí, los mencionados haces de luz permanecerán en la búsqueda de satélites y fragmentos de basura espacial; midiendo de esta forma la trayectoria y posición de los mismos. Así, Izaña-1 quiere evitar las colisiones entre basura y satélites.

Aunque actualmente los láseres usados por Izaña-1 cuentan con una potencia de 150 mW, la intención de la ESA es ir más allá. En este momento, la estación solo puede rastrear satélites equipados con reflectores; pero la ESA quiere incorporar un láser infrarrojo que alcance los 50 V. Esto le permitiría detectar escombros vitales y satélites más antiguos sin reflectores.

Actualmente, solo los satélites equipados con retrorreflectores pueden ser rastreados desde la estación de Izaña de la ESA, lo que representa solo una proporción de la población total.

Clemens Heese, director de Tecnologías Ópticas.

Por otro lado, según la información oficial ofrecida por el organismo, los láseres de mayor poder tendrían también otra función. Con esta tecnología, Izaña-1 podría usar los haces de luz para desviar ligeramente la órbita de la basura espacial y evitar colisiones. A su vez, los láseres de la estación también podrán ser usados para comunicaciones ópticas con satélites; funcionando como un cable de fibra óptica de largo alcance en el espacio.

La tecnología usada en Izaña-1 servirá como un punto de apoyo para el desarrollo de tecnologías sostenibles, como lo es la transferencia de impulso láser; así como también la coordinación del tráfico espacial. Asimismo, aunque ya existen varias estaciones de seguimiento láser a lo ancho de Europa, las nuevas capacidades que aporta Izaña-1 la catapultan como la primera de su clase. Con el programa de seguridad Space Safety, se espera que muchas más de estas estaciones lleguen al resto del mundo.

Por otra parte, Izaña-1 puede operar sin importar la hora del día. Por esto, tendrá algunos sistemas de seguridad que permitirán evitar la incidencia de los láseres con vuelos comerciales y otros proyectos espaciales. De esta forma, no existe un peligro real para los seres humanos en la tierra, aire o espacio.