La Estación Espacial Internacional se prepara para afrontar una maniobra evasiva para alejarse de la trayectoria de un trozo de basura espacial. Así lo confirmó Roscosmos, la agencia espacial rusa, a través de un breve comunicado publicado este miércoles. La decisión se tomó porque la distancia mínima entre la EEI y el objeto en cuestión estará apenas por encima de los 600 metros.

La acción evasiva de la Estación Espacial Internacional ha sido pautada para esta noche a las 20.15 horas UTC (las 21.15 de España). La maniobra correctiva alejará a la estación modular del "camino" del fragmento de basura espacial, cuyo acercamiento se calculó para el viernes 12 de noviembre, a la 1 de la madrugada (UTC).

Según Roscosmos, la pieza de basura espacial pertenece al satélite meteorológico chino Fengyun-1C. CNet explica que el mismo se destruyó en 2007 como parte de una prueba antisatélites; y esto provocó el esparcimiento de unas 4 mil piezas que son lo suficientemente grandes para localizarlas.

Una nueva maniobra de la Estación Espacial Internacional para escapar de la basura espacial

Estación Espacial Internacional
Estación Espacial Internacional

Para la maniobra evasiva, la Estación Espacial Internacional utilizará la nave de reabastecimiento Progress MS-18, que se encuentra acoplada a su estructura. Los motores de orientación y acoplamiento se encenderán durante 361 segundos (poco más de 6 minutos), y eso le dará a la EEI un impulso de 0,7 metros por segundo.

Con la maniobra evasiva, la altitud media de la órbita de la Estación Espacial Internacional aumentará en 1,240 metros, indicaron desde la agencia rusa.

No es la primera vez que la basura espacial obliga a planificar maniobras de este tipo. De hecho, es común que suceda en promedio una vez al año, siempre y cuando la probabilidad de colisión sea mayor a 1 en 10,000.

Pero más allá del plan de evasión en sí, existen sobradas muestras de los daños que los desperdicios espacial pueden provocar en la EEI. A mediados de este año, por ejemplo, se detectó un daño en uno de los brazos robóticos de la estación, provocado por el impacto de un objeto. Y a medida que pasa el tiempo la preocupación es mayor, especialmente si se toma en cuenta que el compromiso de mantener la Estación Espacial Internacional en funcionamiento termina en 2024.