Amazon es hoy una de las grandes empresas del momento, y también de la historia. Fundada en 1994 por Jeff Bezos, la compañía, que comenzó como una apuesta por ser un distribuidor de libros electrónicos domina hoy el comercio electrónico mundial, siendo el mayor retail digital y no digital de todo el mundo a excepción de China, y siendo cada vez más potente en su apuesta por la nube con Amazon Web Services.
Amazon ha evolucionado mucho desde su concepto inicial, creando hace quince años con su modelo Prime un cambio de paradigma en el comercio electrónico, pero también arrasando a su paso con competidores, ya sean comercios locales o vendedores dentro de su plataforma de los que en más de una ocasión ha recibido denuncias por haber copiado sus productos más exitosos.
Pero la compañía sería indisoluble de Jeff Bezos, su fundador y magnate que el año pasado se hizo a un lado para ceder el testigo al frente a Andy Jassy.
Como todas las Big-Tech, Amazon es hoy una empresa global, poderosa y con su propia agenda que por su condición empieza a poder enfrentarse cara a cara a los gobiernos de ciertos estados.
Pero para comprender su magnitud, es mejor compararlos con aquello con los que se miden. Aquí pondremos frente a un espejo a Amazon para entender su verdadero peso a nivel de influencia, económico y, también, cómo está dirigida.
1 de cada 40 personas en el mundo es cliente de Amazon: genera más dinero que España o México
Podríamos perdernos por las enormes cifras de Amazon, pero si hay una que destaca es la de sus clientes Prime, aquellos que pagan por envíos rápidos y otros extra como el acceso a Amazon Prime Video.
Recientemente, superaron la cifra de los 200 millones de suscriptores a Amazon Prime en todo el mundo. En otras palabras, 1 de cada 40 personas en el mundo está suscrita al programa. Y eso sin descontar la mitad de la población que no tiene acceso a internet.
Teniendo esto en cuenta, Amazon sería un país por población del tamaño de Brasil, y en cuanto a sus réditos económicos, su capitalización de mercado de 1.400 millones de dólares es ligeramente superior al Producto Interior Bruto de España o México.
Su fundador tiene más riqueza que muchos países por sí solo
Con una riqueza estimada de 150.000 millones de dólares en su culmen accionarial y antes de su divorcio, Jeff Bezos fue considerado en 2018 la persona más rica de la historia. Tanto, que por sí solo ya tendría más riqueza que Hungría. De hecho, su fortuna en ese momento podía superar la de los 48 países más pobres de la Tierra combinados.
Aunque Bezos ha cedido su testigo como CEO a Andy Jassy de forma casi feudal -en realidad, como se suele hacer en la mayoría de grandes empresas- lo cierto es que pese a su inmensa riqueza Amazon tiene más repartido su peso accionarial que otras, como por ejemplo Meta.
En cuanto a accionistas individuales, Bezos es el mayor accionista de la empresa, con 55,5 millones de acciones que representan el 11,1% de las que hay en circulación. Su actual CEO, Andrew Jassy, posee 94.797 acciones de la compañía, o el 0,02% de todas las acciones en circulación. Jassy fue anteriormente el CEO de Amazon Web Services, antes de convertirse en CEO de toda la compañía el 5 de julio de 2021. La tercera posición la ocupa Jeffrey Blackburn quien posee 48.967 acciones de Amazon, lo que supone el 0,01% de las acciones en circulación. Blackburn ha sido Vicepresidente Senior de Desarrollo de Negocio de Amazon desde 2006.
Un millón de empleados que no siempre están en la mejor situación
Amazon se ha convertido en una fuerza laboral en sí misma con un millón de empleados en todo el mundo. Y conforme ha ido creciendo, han ido surgiendo los problemas.
Uno de los últimos de los escándalos hablaba de empleados orinado en botellas para llegar a todo, y las condiciones laborales de empleados subcontratados o las acusaciones de plagio de productos exitosos por medio de Amazon Basics no hacen sino acrecentar la sensación, práctica y también teórica, de ser un monopolio sin tapujos.
“Jeff Bezos y su grupo de técnicos simplemente hicieron lo que los ladrones de guante blanco siempre han hecho: Recaudar, gastar y a veces perder el dinero de otros, esquivar impuestos, estafar a los proveedores y evitar a los sindicatos”, escribe Kim Moody en la colección de ensayos El coste del envío gratuito: Amazon en la economía global, un libro que hace apología contra Amazon y sus condiciones laborales.
Las condiciones del sistema Prime no ha ahondado esto, con una logística milimétrica pero que exige laboralmente mucho. Los paquetes llegan a un centro de entrega deben ser entregados el mismo día. Muchos son ‘cross-docked’, un modelo que Amazon tomó prestado de Walmart, en el que “las mercancías entran por una puerta y salen por otra sin ser almacenadas”, como explica Moody en el libro.
Por ahora, Amazon parece lejos de tener cualquier tipo de competidor, sino más bien haber conseguido convertirse en un básico para muchos consumidores. Quizá solo las investigaciones que tiene abiertas en Estados Unidos y en menor medida en Europa puedan echar el freno a un sistema definitivamente virtuoso en las ventas, pero que tiene sus puntos claramente oscuros.