La escasez de chips sigue siendo un tema candente en el mundo tecnológico por su impacto en un muy amplio abanico de industrias. Todas las empresas tienen sus previsiones sobre cuándo se apaciguaría, pero ninguna sabe a ciencia cierta en qué momento se normalizará la cadena de suministros. Y ahora a eso hay que sumarle que las expectativas de Estados Unidos en relación a este tema no son optimistas.
En las últimas horas se conoció el resultado del informe sobre la escasez de chips elaborado por el Departamento de Comercio estadounidense. El mismo se confeccionó en base a la información provista por más de 150 empresas, y no ofrece un panorama alentador. La administración de Joe Biden creen que los problemas se extenderán como mínimo hasta el segundo semestre del 2022.
Las novedades se conocieron a través de Gina Raimondo, la secretaria de Comercio de Estados Unidos. Según publica Bloomberg, la funcionaria reconoció que existe un desajuste muy marcado entre la oferta y demanda de semiconductores; y también consideró que no existen indicios de que el inconveniente se solucione en los próximos seis meses. "Ni siquiera estamos cerca de considerarnos fuera de peligro en lo que respecta a los problemas de suministro con los semiconductores", aseveró.
Escasez de chips: problemas de inventario y denuncias de manipulación de precios
Al dar a conocer los resultados del informe elaborado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, Raimondo también se refirió a dos problemas recurrentes al hablar de la escasez de chips: la poca disponibilidad en inventario y la posible manipulación de los precios. Con respecto a lo primero, indicó que el inventario medio de semiconductores ha caído notablemente desde el 2019.
Así como anteriormente ciertos sectores contaban con chips en inventario durante 40 días, dicho número apenas llega a 5 en la actualidad. El gobierno estadounidense considera que sus industrias se encuentran en una situación de suma fragilidad, pues el panorama podría empeorar todavía más si algo interrumpe la producción a nivel internacional. No olvidemos que durante el último año la escasez de chips se vio agravada por los brotes de la COVID-19 en Malasia y la sequía en Taiwán, que impidieron el normal desempeño de las fábricas.
En lo que corresponde a los supuestos sobreprecios, las autoridades norteamericanas se han comprometido a investigar más a fondo. No se han brindado mayores detalles, aunque sí han mencionado que "ciertos tipos de semiconductores" han presentado precios que son considerados como inusualmente altos.
Estados Unidos propone medidas que podrían provocar un encontronazo con Europa
Raimondo no dejó pasar la oportunidad de remarcar la necesidad de que los fabricantes de semiconductores inviertan más dentro de Estados Unidos para aumentar su producción. Desde mayo del año pasado, Joe Biden pide al Congreso que apruebe una ley a través de la cual destinaría más de 50 mil millones de dólares en incentivos para que las empresas instalen más fábricas en el país.
Esto ya ha ganado algunas miradas de desconfianza en la Unión Europea. Margrethe Vestager, la comisaria de Competencia de la Comisión Europea, advirtió hace poco del peligro que supondría que Estados Unidos y Europa entren en una "carrera de subsidios". Y si bien la UE ha dejado la puerta abierta a otorgar subvenciones para combatir la escasez de chips, lo haría bajo fuertes controles.
De más está decir, de todos modos, que cualquier fábrica que se instale ahora tendrá un impacto nulo para apaciguar la escasez de chips actual. Sin embargo, sí podrían prevenir que haya más en el futuro.