Puede que las películas y las series más comerciales suelan ser a menudo dramática y audiovisualmente sencillas; decentes en ese sentido y en cualquier caso si hay conexiones sinápticas funcionales implicadas en su elaboración. Pero eso no quiere decir que esta digna llaneza no pueda entrañar suficientes elementos narrativos como para merecer explicaciones de los periodistas culturales; o incluso producir debates entretenidos entre los cinéfilos. El Universo Cinematográfico de Marvel es así y, en consecuencia, la miniserie Ojo de Halcón (Jonathan Igla, 2021).
Dos curiosas flechas con las que Clint Barton (Jeremy Renner) y Kate Bishop (Hailee Steinfeld) iban pertrechados en los episodios “Echoes” (1x03) y “So This Is Christmas?” (1x06) han traído a colación la vigencia de los Acuerdos de Sokovia. Con una, convierten una saeta normal en gigante y destrozan la parte trasera de un automóvil para impedir que continúe avanzando; con la otra, la furgoneta de la Mafia del Chándal en un vehículo de juguete, y a sus ocupantes, en personas diminutas; y un búho se las lleva volando después, quizá para hincarles el pico.
El origen de la supervisión a los Vengadores
Dichos acuerdos ocasionaron en gran medida el enfrentamiento fundamental de los Vengadores en Capitán América: Civil War (Joe y Anthony Russo, 2016). Durante la secuencia segunda del largo, los superhéroes impiden que el ataque terrorista a la Sede del Instituto de Enfermedades Infecciosas en la ciudad nigeriana de Lagos, que intenta perpetrar Brock Rumlow o Crossbones (Frank Grillo), tenga éxito. Pero, como bien nos recuerda WandaVision (Jac Schaeffer, 2021), lo que hace su protagonista (Elizabeth Olsen) es la gota que colma el vaso.
El ex agente de HYDRA trata de matar a Steve Rogers (Chris Evans) con una explosión suicida, pero Wanda Maximoff logra desviar el estallido y, por accidente, lo lanza contra un edificio próximo, en cuyo interior mueren veintiséis civiles. Por supuesto, la responsabilidad es de los terroristas; pero el fallo de la futura Bruja Escarlata, unido a la catástrofe del país de Helmut Zemo (Daniel Brühl) en Vengadores: La era de Ultrón (Joss Whedon, 2015), agota la paciencia escasa de los gobernantes mundiales; y 117 ratifican los Acuerdos de Sokovia en la ONU.
Ojo de Halcón es la nueva serie de Marvel que solo puedes ver en Disney+
Estreno: 24 de noviembre
“Los Vengadores dejarán de ser una organización privada, y desde ahora van a operar bajo la supervisión de un panel de las Naciones Unidas, y solo cuando y si ese panel lo considera necesario”, les expone el secretario Thaddeus Ross (William Hurt) en Capitán América: Civil War a los superhéroes, cuyas opiniones al respecto se encuentran divididas hasta la persecución de Steve Rogers, Sam Wilson (Anthony Mackie), Bucky Barnes (Sebastian Stan), Scott Lang (Paul Rudd), Clint Barton y Wanda Maximoff, que se niegan a aceptar los acuerdos.
La Guerra del Infinito no canceló los Acuerdos de Sokovia
Hay seguidores del Universo Cinematográfico de Marvel que piensan que los Acuerdos de Sokovia no están vigentes tras enfrentarse a Thanos (Josh Brolin) y perder primero y revertir su genocidio universal más tarde; por simple gratitud con los Vengadores. Pero no es cierto. Los que estaban perseguidos ya pueden circular libremente por esa razón, sí; pero siguen existiendo las regulaciones que se habían establecido para los individuos sobrehumanos, su tecnología y la más avanzada de otras civilizaciones, lo que incluye a las inteligencias artificiales.
Debido a ello, Tyler Hayward (Josh Stamberg), director interino de SWORD en WandaVision, es arrestado por violar los acuerdos con la reactivación de Visión Blanco (Paul Bettany), cosa que le había advertido Jimmy Woo (Randall Park). Y Sharon Carter (Emily VanCamp), ex agente de SHIELD, aún era buscada para su detención en Falcon y el Soldado de Invierno (Malcolm Spellman, 2021) por haberlos incumplido al entregarle a Sam Wilson y Bucky Barnes su equipamiento requisado en Capitán América: Civil War. Y ambos hechos se sitúan tras Avengers: Endgame (Hermanos Russo, 2019).
Por estos y otros motivos, nos extraña que Clint Barton disponga de los juguetes de Hank Pym (Michael Douglas) en Ojo de Halcón, a los que afectan los Acuerdos de Sokovia porque su tecnología es lo que le proporciona sus habilidades a Scott Lang y a Hope van Dyne (Evangeline Lilly). Si bien el arquero superheroico se refiere al yerno del físico como su proveedor en “So This Is Christmas?”. No obstante y precisamente por esta incertidumbre, deberían aclarar con exactitud el nivel de vigor de los acuerdos en el Universo Cinematográfico de Marvel.
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