Internet es una fuente inagotable de historias simpáticas y adorables protagonizadas por animales. Con una simple búsqueda podemos encontrar infinidad de fotos, vídeos, memes y artículos —como este, justamente— que retratan situaciones que de otra forma serían imposibles de creer. Pero posiblemente ninguna haya representado a la perfección la efervescencia del mercado económico actual como la de Mr. Goxx, el hámster que compraba y vendía criptomonedas.

Mr. Goxx apareció en escena en junio pasado, pero no fue hasta septiembre que ganó reconocimiento en la web. Su caso fue tan llamativo que hasta apareció publicado en sitios económicos de renombre mundial como Business Insider. ¿Por qué? Porque en su primer trimestre como trader, el hámster logró que su cartera de criptomonedas crezca un 24% y tenga un rendimiento superior al conseguido por el S&P 500 y Berkshire Hathaway, la empresa del magnate Warren Buffett, durante el mismo período.

El inicio de Mr. Goxx en el mundo de los criptoactivos comenzó con una inversión en euros equivalente a los 390 dólares. Dicho monto creció casi un 50% hasta los $580 a comienzos de septiembre, pero posteriormente se vio afectado por la caída en el precio de las criptomonedas hasta cerrar en el 24% mencionado anteriormente.

Sin embargo, el periplo del hámster en el trading de criptomonedas ha llegado a un repentino final. En las últimas horas se conoció la noticia de que Mr. Goxx falleció por motivos desconocidos a comienzos de esta semana. A través de la cuenta en Twitter que reflejaba las actividades en el día a día del animal, se confirmó el lamentado desenlace.

"Siendo nuestra mascota durante bastante tiempo, se hizo famoso de la nada. Mr. Goxx ha traído alegría a personas de todo el mundo y nos ha recordado que no debemos tomarnos la vida demasiado en serio. Él arrojó luz sobre momentos oscuros de pandemia, inflación y muchos tipos de problemas", publicaron.

Así era la peculiar "oficina" de Mr. Goxx, el hámster 'trader' de criptomonedas

Criptomonedas | Hamster | Mr. Goxx

Más allá de lo bizarro de la situación, lo de Mr. Goxx tiene ribetes notables. El hámster compraba y vendía las criptomonedas a través de una "oficina" especialmente creada por su "socio humano". Era una suerte de jaula especial que funcionaba como anexo al hábitat de la mascota, y que permanecía conectada a un ordenador. Cuando así lo deseaba, el animal ingresaba en el mencionado sector y realizaba las tareas de trading.

Mr. Goxx contaba con una "rueda de intenciones" en la que corría y elegía la criptomoneda a negociar, de un total de 30 posibles. El hámster también tenía dos "túneles de decisión" que ejecutaban distintas acciones al transitarlos; es decir, si caminaba por uno se vendía el criptoactivo seleccionado, mientras que si lo hacía por el otro, lo compraba. Toda la actividad era monitoreada con cámaras y se transmitía en directo a través de Twitch, donde logró cosechar seguidores. Vale destacar que las acciones de compra y venta estaban limitadas a un máximo de 20 euros.

Con la muerte de Mr. Goxx se termina una de las historias más llamativas del mundo de las criptomonedas, donde nunca nada parece ser lo suficientemente loco. Las personas a cargo del hámster, de quienes solo se conoce que viven en Alemania, han manifestado que aún no saben si van a continuar el proyecto, y que por lo pronto tampoco les interesa. Lo que sí les quedará como gran recuerdo es el reconocimiento de Elon Musk, y no es poco decir.

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