La dieta 5:2 es uno de los muchos tipos de ayuno intermitente. Por eso, lo esperable es que sus efectos sean más o menos los mismos que en el resto de variantes del mismo. Es decir, puede acarrear ciertos beneficios de cara a la pérdida de peso. Incluso hay quien señala que puede proteger frente a determinadas enfermedades, pero lo cierto es que se necesita más información para conocer a fondo los mecanismos. El caso es que, aun debiendo esperar resultados parecidos, un nuevo estudio publicado en PLOS ONE por científicos de la Universidad Queen Mary de Londres señala que puede ser una dieta especialmente ventajosa, porque resulta muy atractiva para quienes la practican.

Lo cierto es que es muy importante que una dieta sea atractiva para que genere adhesión y, por lo tanto, se obtengan resultados. No obstante, ni esta ni ninguna otra tiene resultados mágicos. Entonces, ¿cómo debemos tomarnos las conclusiones de este estudio?

Para saberlo, en Hipertextual nos hemos puesto en contacto con Esteban Picón, dietista-nutricionista del CoDiNuCoVa. Y esto es lo que nos ha contado sobre ese nuevo estudio acerca de la dieta 5:2.

¿Qué es la dieta 5:2?

Antes de empezar a comentar este último estudio es importante tener claro qué es la dieta 5:2. Como cualquier otro tipo de ayuno intermitente, consiste en intercalar periodos con una alimentación normal con otros de restricción calórica. Generalmente, el título indica cuánto durará cada uno de esos periodos. Por ejemplo, en la dieta 16/8 se pasan 16 horas de ayuno y 8 de alimentación.

En el caso de la dieta 5:2, en cambio, no estamos hablando de horas, sino de días. Y, además, el periodo más largo es el de alimentación, no el de ayuno. “Se realizan cinco días sin dieta y durante dos días no consecutivos, por ejemplo miércoles y sábado, se consumen muy pocas calorías (500 kcal/día) o se ayuna”, explica Picón. “Según el tiempo que pasemos sin comer podemos hablar de ayuno de 12 horas, 16 horas o 24 horas. En la dieta 5:2 el ayuno de 24 horas se realiza dos veces a la semana”.

Unsplash

Los resultados del estudio

Con esto claro, ya podemos pasar al estudio. En él participaron 300 adultos con obesidad, que se asignaron aleatoriamente a uno de los tres grupos que intervinieron en la investigación.

Los que cayeron en el primero recibieron consejos nutricionales básicos para perder peso. Por ejemplo, se les informó en una sola sesión sobre las raciones más adecuadas y se les dio consejos para no picar entre horas. Los del siguiente grupo, bautizado como grupo de autoayuda, también recibieron una sola sesión, pero dirigida a que aprendieran sobre la dieta 5:2. Se les dieron folletos informativos y algunos enlaces para que ampliaran información. Pero, una vez que salieron de allí, no se les brindó más ayuda.

Solo los participantes del tercer grupo recibieron asesoramiento profesional durante semanas

Finalmente, los del tercer grupo también recibieron información sobre la dieta 5:2, pero de una forma diferente. Se les contó en qué consiste este tipo de ayuno intermitente, con consejos y documentación como en el segundo grupo. La diferencia fue que durante seis semanas tuvieron acceso a sesiones de apoyo grupal en las que podían compartir sus avances, discutir sus experiencias y hacer preguntas a asesores.

Todos ellos se sometieron a un seguimiento durante un año, tras el cual se hizo revisión de resultados. En general todos habían dejado peso, pero en una medida diferente. Por ejemplo, el 15% de los participantes del grupo 1 perdió al menos un 5% de su peso corporal, mientras que en el segundo grupo lo hizo un 18% de los participantes y, en el tercero, un 28%. 

Está claro que la dieta 5:2 fue beneficiosa para la pérdida de peso, pero sobre todo en aquellos que habían podido compartir sus impresiones y consultar dudas. Resulta curioso, porque esta dieta no es mejor para la pérdida de peso que otros tipos de ayuno intermitente o que otras dietas. Sin embargo, los psicólogos que intervinieron en el estudio creen que cuenta con la ventaja de ser muy atractiva, de ahí que para los voluntarios fuese más fácil seguirla. Además, un porcentaje de ellos mucho más alto que los del grupo 1 declaró que se la recomendaría a otra persona.

Ahora bien, ¿por qué es tan atractiva? Y, sobre todo, ¿hasta qué punto esto es bueno? Para Picón, su atractivo se debe a que “este patrón de alimentación resulta sencillo de seguir a corto plazo porque la persona no tiene sensación de estar realizando ninguna dieta, simplemente tiene que aplicar consejos dietéticos sencillos cinco días a la semana y los otros dos días ayunar tomando solamente agua o café”.

Pero este atractivo lleva a una gran aceptación inicial. Lo que ocurra después es otra cuestión. “A corto plazo es sencilla de mantener, ya que la persona se encuentra muy motivada porque los beneficios son rápidos de conseguir y muy visibles (ropa más holgada, se reduce el contorno de la cintura, etcétera). “Sin embargo, a medio y largo plazo seguramente se abandone la dieta 5:2 y se experimente un efecto rebote que le haga volver al peso inicial o incluso subir algún kilo extra”.

Unsplash

Más allá de la dieta 5:2 y el ayuno intermitente

Es importante destacar que este estudio se centra en mostrar la aceptación de las personas con obesidad a la dieta 5:2, frente a consejos muy básicos. No se compara con otras dietas, ni siquiera con otros tipos de ayuno intermitente. Por eso, no podríamos asegurar que esta opción concreta sea ninguna panacea.

El ejercicio físico y el asesoramiento psicológico si es necesario también son muy importantes

Además, no debemos hablar solo de alimentación. Está claro que para adelgazar hay que disminuir las calorías, pero no solo se deben reducir en la alimentación. También es importante quemarlas.  “La dieta 5:2 solamente hace referencia a la distribución de las comidas (kilocalorías) a lo largo de la semana”, relata el nutricionista consultado por este medio. “Sin embargo, la pérdida de peso es un proceso fisiológico muy complejo y debe acompañarse de modificaciones en el estilo de vida más allá de la comida, como son el ejercicio físico o mejorar la relación con la comida mediante el apoyo psicológico”.

Con respecto a este último, recuerda que el grupo que mejores resultados obtuvo en el estudio fue el tercero, pues disponían del asesoramiento de un especialista.

Siempre mejor con ayuda de un profesional

Las redes sociales han cambiado el mundo en el que vivimos. Tienen muchas ventajas, pero también nos exponen a un bombardeo constante de información que no siempre es verídica ni beneficiosa. Con el caso de las dietas, por ejemplo, no es raro ver a influencers sin ningún tipo de formación recomendando seguir la rutina que supuestamente siguieron ellos para conseguir sus cuerpos esculturales. A menudo se trata de dietas sin sentido, como la del potito, que no solo son inútiles a largo plazo. También pueden ser muy peligrosas para la salud.

Pero incluso aquellas que sí han mostrado ciertos beneficios, como el ayuno intermitente o, más concretamente, la dieta 5:2, pueden ser peligrosas si no disponemos de las pautas de un profesional. La red está llena de consejos para llevarlas a cabo y no siempre son adecuados.

Por eso, Picón recomienda hacerlo siempre con ayuda de un dietista-nutricionista:

“El problema de seguir este tipo de dieta sin asesoramiento profesional es que no se tiene ningún control sobre la cantidad de calorías ni los nutrientes que se están consumiendo a lo  largo de la semana. En consecuencia, podrían aparecer deficiencias nutricionales que debilitarían nuestro sistema inmunitario y aumentaría de forma considerable la probabilidad de enfermar. Por esta razón, es muy importante combinar la dieta 5:2 con consejos dietéticos saludables como no tomar refrescos azucarados o comer más frutas y verduras”.

Esteban Picón, dietista-nutricionista
Unsplash

No es para todo el mundo

Finalmente, como con cualquier otra dieta, esta no es recomendable para nadie con un trastorno de la conducta alimentaria, especialmente sin asesoramiento profesional. Pero eso no es todo. Picón recuerda que en aquellas enfermedades en las que la medicación pueda estar influenciada por la alimentación, como es el caso de la diabetes, tampoco deberían seguirse dietas como el ayuno intermitente.

En definitiva, esta es una dieta útil, sí, pero no más que otras opciones de ayuno intermitente. De cualquier modo, lo importante, más que hablar de dietas, es aprender a comer. Debemos cambiar nuestros hábitos y hacerlos más saludables. Esos hábitos incluyen la alimentación, pero también hay pilares tan importantes como la actividad física.

Estas dietas no están recomendadas para personas con diabetes o trastornos de la conducta alimentaria

En lo que tiene muchísima razón el estudio que comentamos en este artículo es en la importancia de hacer esos hábitos atractivos. Y, para ello, el nutricionista al que hemos preguntado considera que se deben proponer “recetas sencillas con alimentos saludables, que además sean locales y de temporada para que resulten más sabrosos, económicos y fáciles de conseguir en nuestro entorno”. Así, además, no solo nos cuidamos a nosotros mismos, también disminuimos nuestra huella de carbono y protegemos el medio ambiente. Son todo ventajas. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: