Estados Unidos se les fue de las manos, llega el turno de Europa –un mercado semejante al español–. Wallapop anuncia su llegada a Italia como consecuencia su su última ronda de financiación de 157 millones de euros del pasado mes de febrero.

De esta forma, la plataforma de compraventa de segunda mano vuelve a un proyecto que siempre ha tenido sobre la mesa: crecer más allá de España, donde se había granjeado el éxito desde su fundación en 2013.

En Italia, Wallapop ya entrará con toda la caballería: el servicio de paquetería para envíos a zonas lejanas y la plataforma de pagos como forma de intermediación. Permitiendo, además, algo que Wallapop no había probado hasta ahora. La posibilidad de compraventa de productos de segunda mano entre países. Un modelo que la lituana Vinted, que comenzó con la ropa y ha expandido a todo tipo de productos, viene testando desde hace meses. Haciendo de la compañía lituana, incluso, un duro competidor para la propuesta española.

El fallo de Wallapop en Estados Unidos

El crecimiento de la plataforma en España, validando un modelo de negocio que había conseguido superar al sector de la segunda mano de la vieja escuela en pocos años, apuntaba a una segura expansión internacional. Las consecutivas rondas de financiación, de las que por aquella época no se daban datos, así como una valoración que poco a poco les acercaba a convertirse en el primer unicornio de España no dejaba dudas. La sorpresa fue la apuesta por todo lo alto que lanzó Wallapop. A diferencia de otros emprendimientos de la época, la plataforma decidía ir a por todas con el mercado más ambicioso: Estados Unidos.

Hubo rumores de adquisición de un competidor local par entrar con una base, también de unas supuestas salidas a bolsa. Al final, la entrada de Wallapop en Estados Unidos se articuló mediante una fusión con Letgo. Otra compañía nativa, pero de origen español, que se unían pese a ser grandes competidoras. La unión hace la fuerza, especialmente en el reino de eBay.

El idilio duró realmente poco. Los resultados de Wallapop al otro lado del charco no fueron los esperados. En menos de un año, la compañía anunciaba la escisión de su filial en Estados Unidos para proteger su negocio en España. Durante un tiempo, la compañía seguiría con ambos negocios, pero desvinculados completamente. Meses más tarde anunciaban la venta total del negocio a Letgo, que ya controlaba más de la mitad del capital del negocio. Wallapop decidía replegarse a su base de España para poner el foco en el resto de Europa. Ha sido ahora, con un cambio de directiva mediante y justo después de la pandemia y de la gran ronda, cuando han dado el paso.