El universo de los patinetes eléctricos de 2021 se está empezando a parecer al de 2017. Nuevas empresas, nuevas propuestas, nuevas ciudades, nuevos modelos, y también mismo objetivo: llenar las calles de las grandes ciudades de estos vehículos. El tiempo dirá si los patinetes eléctricos corren la misma suerte o no que sus antecesoras, las bicis chinas. En cualquier caso, el último de ellos en sumarse al listado es Bolt, la startup estonia anteriormente conocida como Taxify. Tras la debacle de la crisis sanitaria por el coronavirus, las empresas vuelven a la carga en una segunda ola con nuevos protagonistas.
La compañía acaba de anunciar su desembarco en Madrid con 272 patinetes eléctricos ya circulando en la capital. Sin embargo, esto no es nuevo y quizá tengas la vaga imagen de estos vehículos ya presentes en España. La memoria no te falla, Bolt ya estuvo presente en Madrid con un total de 750 vehículos compartidos –los que ganó por concurso en el reparto de licencias de la anterior alcaldesa Manuela Carmena–. Lograron, incluso, superar en volumen de vehículos a Lime, el gigante de los patinetes eléctricos a nivel mundial.
Esto es, por tanto, una reentrada de la tecnológica europea de la movilidad en España. Una segunda oportunidad, al menos en Madrid. Según Paul Álvarez, Manager de Bolt en España, "nunca han dejado de estar". Se refiere al caso de Barcelona, donde su flota de bicis se ha mantenido incluso con la pandemia al considerarse por parte del Ayuntamiento como un servicio esencial.
Los patinetes verdes de Bolt se unen, por tanto, a los ya presentes de Movo, Lime (que junta también los de Jump), Bird, Link y Spin. También a los más recientes de GoTo, la startup de movilidad de Israel financiada por el fundador de WeWork, Adam Neuman. Y en el horizonte algunas compañías más que, según fuentes, están a punto de regresar a Madrid.
A la espera de una regulación para los patinetes eléctricos
Bolt cuenta con presencia en más de 40 regiones de todo el mundo. Durante la pandemia, Madrid no fue una de ellas. Aún así, explican, "han mantenido un contacto muy estrecho con el Ayuntamiento de Madrid para volver con todas las medidas sanitarias pertinentes". Y, de momento, solo con los patinetes eléctricos. Porque aunque hay planes para traer las bicis a Madrid y exportar sus vehículos por toda España (están en conversaciones con casi 30 ayuntamientos), aún no están preparados para hablar de fechas.
La apuesta de Bolt, en esta segunda ronda, ha cambiado ligeramente respecto a su primer intento. Ahora llegan con una apuesta que, dicen, es más competitiva. Concretamente, Bolt ha decidido bajar los precios en su servicio. Si en 2019 tenían un precio de uso de 0,15 euros, ahora bajan hasta los 0,10.
"Apuestan por una movilidad sostenible y asequible", apunta Paul Álvarez a Hipertextual. También es que la competencia apunta fuerte. Y es algo que tendrá que regularizar la ya atrasada en dos ocasiones regulación de los patinetes eléctricos en Madrid. Liderada en este caso por Almeida, el nuevo alcalde de Madrid tendrá que enmendar los errores de Carmena en lo que a estos vehículos se refiere.
Poco se sabe del nuevo texto, que promete estar en junio de 2021 y entrar en vigor durante este mismo verano. Según Bolt, ya se están trabajando en propuestas similares a las de otros países. "Aparcamiento ordenado, número limitado de patinetes acorde a la población inicial, número de permisos limitados o una tasa pública para colaborar con las ciudades", apunta Paul como algunas de las medidas que les gustaría que se tuviesen en cuenta.
También uno de los puntos más controvertidos de la regulación de Carmena: la distribución de los patinetes eléctricos por toda la ciudad. Para Bolt, la movilidad tiene que ser un servicio para todos y que conecte los diferentes puntos de la ciudad", explican. Pero que esto no suponga desplegar el servicio en zonas donde no es rentable operar por la baja demanda.
Un éxito, pero también un rival en todos los sentidos
Bolt ha ocupado las atenciones del panorama de la movilidad compartida en Europa, más allá de la de los patinetes eléctricos. Es, de hecho, uno de los unicornios mejor financiados del conjunto de países, contando con el visto bueno de la Unión Europea. La institución internacional, a través del Banco Europeo de Inversiones, otorgaba un crédito de 50 millones de euros a la tecnológica fundada por Markus Villig para convertir a su empresa en un adversario digno de Uber en en continente. De forma privada, Bolt ha conquistado al sector de los inversores internacionales con 8 rondas de financiación que acumulan casi 200 millones de euros en capital.
Bolt comenzó trabajando, de hecho, en uno de los sectores más sensibles del sector de la movilidad: el del transporte de pasajeros. Bajo el modelo de VTC en España, y como rival directo (pero modesto) de Uber y Cabify, Bolt siempre ha estado en la diana de un sector del taxi. Uno que, además, no vio con buenos ojos el apoyo de Europa a su modelo de movilidad.
También Bolt decidió seguir una estrategia similar a la de Uber. Tras la conquista de los coches, las bicis y los patinetes eléctricos, la tecnológica anunciaba que también entraría en el negocio delivery. Y pese a que en España aún no hay noticias al respecto, a tenor de las tensiones generadas por la inminente Ley Rider, no es algo que el colectivo vea con buenos ojos.