Después de la dolorosa tragedia de “The Door” (1×08) y el suspense sostenido y la venganza de “Things Left to Do” (6×09), los dos capítulos previos de Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Dave Erickson, desde 2015) tras el parón del rodaje y las emisiones debido a la pandemia, nos ofrecen un episodio centrado por fin en un personaje que necesitaba el foco sobre él. Porque Daniel Salazar (Rubén Blades), uno de los supervivientes originales, siempre está entre los de mayor interés por su personalidad enigmática y sus habilidades.
Además, “Handle with Care” (6x10) comienza planteando precisamente varios misterios sobre lo que trama ahora que se supone que han acabado con la última tiranía. Y, justo antes de los títulos, se nos revela un poco de su comprometida situación.
Prescinden del relato lineal y utilizan los oportunos flashbacks de costumbre para ir aportando piezas del puzle oscuro; y así sostienen la intriga, en la que la mutua desconfianza es una fundamental. Parece que la placidez no dura demasiado en las refundaciones sociales de este mundo postapocalíptico. O, si no, que se lo pregunten a Morgan Jones (Lennie James) por Alexandria en The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010).
Pero, eh, de eso se trata. Si los espectadores quisiesen limitarse a ver la vida tranquila de algún asentamiento remoto y su rudimentaria agricultura de subsistencia, Discovery Channel, National Geographic o los documentales vespertinos de La 2 de Televisión Española serían su elección, no las series con zombis asesinos de AMC.
Las viejas discordias de ‘Fear the Walking Dead’
Los giros dramáticos apuntalan la idea del peligro evidente que corren, para cuyas escenas se sirven de unos modales audiovisuales un pelín diferentes a los que estamos habituados en Fear the Walking Dead. Desde ciertos movimientos de cámara hasta un determinado uso de la lenta. Y tal cosa la propicia el tono de ligero extrañamiento por una estructura que depende de un narrador y provendrá de la directora Heather Cappiello.
Ella se ha encargado de otros episodios de series como Mentes criminales (Jeff Davis, 2005-2020), Blue Bloods (Mitchell Burgess y Robin Green, desde 2010) o Madame Secretary (Barbara Hall, 2014-2019), si bien se ha prodigado más como supervisora de guiones en otras tantas, entre las que sobresalen A dos metros bajo tierra (Alan Ball, 2001-2005), Carnivàle (Daniel Knauf, 2003-2005) y Miénteme (Samuel Baum, 2009-2011).
Las viejas discordias entre dos personajes de moral y caracteres opuestos como Daniel Salazar y Victor Strand (Colman Domingo), que se han explotado desde que se conocieron en repetidas ocasiones, con un punto de inflexión en la tercera temporada, vuelven a cumplir su papel en el argumento de Fear the Walking Dead. Como los antiguos pesares del latinoamericano.
Y ello repercute en “Handle with Care” y nos proporciona instantes de gran tensión. Es de agradecer, por otro lado, que no se olviden aquí de que los muertos vivientes todavía representan una de las principales amenazas pero que, al mismo tiempo, no repitan las hecatombes y la destrucción definitiva de anteriores asentamientos. Como el Hotel Rosarito Beach, el rancho Broken Arrow o el estadio Dell Diamond. O no tan pronto al menos, después de tanto hablarnos de este lugar.
Problemas refrescantes y resoluciones conmovedoras
Se diría, no obstante, que estamos asistiendo al inicio de diferentes comunidades al modo de las últimas temporadas de The Walking Dead. Pero quién sabe por dónde irán los tiros en el futuro. Y lo de mayor relevancia de “Handle with Care” es de lo más inesperado y, por añadidura, bastante refrescante. Porque en este tipo de ficciones no se suelen abordar viejos problemas de salud que parecen algo de una época perdida y que ya no son padecidos por las personas que sobreviven ni influyen en sus desventuras.
La resolución del conflicto, por otra parte, teniendo en cuenta los sólidos vínculos forjados, los vaivenes de la discordia a la que nos referíamos más arriba y la el brete angustioso que esta última ha ocasionado en este capítulo de Fear the Walking Dead, acaba resultándonos conmovedora.