Las escenas poscréditos ya son una costumbre arraigada en el Universo Cinematográfico de Marvel. Casi todas sus películas las tienen, y sirven para que los espectadores vislumbremos lo que nos deparará el futuro de esta saga superheroica. En WandaVision (Jac Schaeffer, 2021), la serie de Disney Plus, han tardado un poco en ofrecernos alguna. No ha sido hasta el episodio “Breaking the Fourth Wall” (1x07). Después de que Monica Rambeau (Teyonah Parris) se encare por segunda vez con Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen), la vecina Agnes (Kathryn Hahn) se lleva a esta última a su propia casa.
Allí, la bruja de Sokovia descubre que no es la única mujer con sobrero picudo de Westview. Porque en su solícita amiga se había escondido Agatha Harkness todo este tiempo. Y, despues de la larga ristra de acreditaciones de WandaVision, nos regalan la primera escena poscréditos de la serie. En la misma, Monica Rambeau está husmeando para acceder a la vivienda de la que aún sigue creyendo Agnes, pero sin mucho disimulo. Al abrir las puertas exteriores del sótano, halla esa especie de raíces o de plantas trepadoras en sus muros, y sus ojos marrones se iluminan con esa luz violácea del hechizo de la Harkness.
La reaparición del sospechoso Quicksilver
Y, de pronto, Pietro Maximoff (Evan Peters), desaparecido desde que su hermana le hiciese volar por los aires tras un comentario desafortunado sobre Visión (Paul Bettany) en “All-New Halloween Spooktacular!” (1x06), asoma a su espalda y le dice que no sea cotilla. La configuración de esta escena, con la expresión alarmada final de Monica Rambeau, no puede hacernos suponer que Quicksilver haya vuelto sencillamente para ayudar. Ni siquiera que se trate del difunto pariente de Wanda Maximoff. De hecho, la bruja ya le había aclarado a Billy (Julian Hilliard) y Tommy (Jett Klyne) que no era su tío en una secuencia anterior.
Sus conocimientos evidentes sobre el pasado funesto de los dos Vengadores y acerca de lo que está pasando en Westview, es decir, la ingeniería mágica de Wanda Maximoff para transformarlo en su hogar idílico, su extraña conformidad con ello y sus elogios a las nuevas habilidades de la bruja apoyan esta suposición. Resulta obvio, entonces, que este Quicksilver no es como los demás vecinos inconscientes de la localidad y, con la presentación de Agatha Harkness y el hecho de que está involucrada en la inesperada vuelta del veloz sokoviano, presunto a todas luces, nos puede sino parecernos mucho más sospechoso.
Agatha Harkness, ¿villana principal o herramienta?
Estas circunstancias, en conjunto, nos indicarían que Agatha Harkness ha recuperado a Pietro Maximoff, muerto durante lo ocurrido en Vengadores: La era de Ultrón (Joss Whedon, 2015), con algún obsceno encantamiento y que lo está utilizando para manipular a su hermana con un propósito oscuro. No cabe duda de que así sería la explicación directa y simple por lo que hemos visto hasta ahora en WandaVision. Pero ¿y si hay algo más que Jac Schaeffer y Kevin Feige aún nos ocultan y que le daría un gran giro a la realidad de estos acontecimientos? ¿Y si no es Agatha Harkness la que usa a este supuesto Quicksilver sino otro villano camuflado con su identidad a ella?
El carácter del hermano escurridizo de Wanda Maximoff, con el rostro de Aaron Taylor-Johnson, en la película de Joss Whedon era de una mayor circunspección. El de WandaVision es mucho más imprevisible y dicharachero. Precisamente como el de Evan Peters en la saga de los X-Men. Pero el puntillo perverso y socarrón que tiene aquí no procede de su Quicksilver, y lo consideraríamos propio de la cháchara de un villano como el diablo extradimensional Mephisto. Alguien que le diría a Billy y Tommy que “desaten el infierno” en Halloween como “engendros del demonio”, y que tentaría a Wanda Maximoff con el poder de modificar el mundo a su antojo para huir del sufrimiento tras la muerte de Visión.
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