Un comentario recurrente que solemos tener con nuestros amigos al hablar de series es la cantidad de opciones que hay, y la inversión de tiempo que supone entregarse a una producción en concreto en función de su calidad. Queremos ver las series de las que todo el mundo habla -algo avivado por el peligro de spoilers-, y también queremos encontrar 'nuestras series', esas con una trama larga desarrollado a lo largo de temporadas que por cuestiones de empatía o trama hagamos nuestras. El problema, es que, en definitiva, hay mucho donde elegir.
El término Peak TV fue acuñado por John Landgraf, presidente del canal FX, allá por 2015, cuando creía que la industria estaba generando demasiadas series como para que todas tuvieran su cuota de atención, en gran parte debido a la irrupción de las plataformas de streaming. Se estaba creando, según su análisis, una “burbuja del entretenimiento”. Landgraf quizá no sabía entonces que dos años más tarde Disney iba a comprar la rama de entretenimiento de FOX, y se vería inmerso como un subproducto más de un conglomerado todavía más grande que prepararía Disney Plus, pero su visión se resumía de una forma muy clara: había muchas series.
En concreto, esta burbuja se visualiza de forma muy clara al ver que entre 2012 a 2018 el número de nuevas series se disparó de 300 a más de 500. Con otro punto de inflexión importante, que en 2018 ya eran mayoría las producidas por plataformas de streaming.
Menos series por primea vez en una década
Pues bien, aunque tiene pinta de solo ser un parón temporal, la crisis del coronavirus COVID-19 ha detenido por primera vez este aumento fulgurante en esta década. Así se recoge en un nuevo informe elaborado por FX, que se ha dedicado precisamente en este tiempo a contabilizar esto.
El departamento de investigación de la cadena ha hecho pública su estimación anual del número total de series de televisión guionizadas para el año natural de 2020, y es de 493, un 7% menos que en 2019, en el que hubo 532. Como decimos, el primer descenso en 10 años.
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Landgraf había estado anticipando que el crecimiento masivo de series originales guionizadas que hemos visto en la última década se ralentizara y alcanzara un pico, pero seguramente no apostaría a que fuera tan pronto, porque como decimos, parece ser sobre todo circunstancial a causa de los parones en los rodajes.
Las cadenas convencionales acabaron recurriendo en mayor medida a productos adquiridos debido a la pandemia, algo que también han notado las plataformas de streaming, como ha sido el caso del retraso del estreno de la nueva temporada de Stranger Things en Netflix, o la nueva de Succession en HBO.
Los contenidos originales siguen en tendencia
Pese a esto, Netflix ha podido seguir con su vorágine de estrenos más o menos intacta debido a su maquinaria de producción, que hizo que cuando en marzo llegó la pandemia tuviera un gran fondo de armario del que tirar.
Dado que las recientes incorporaciones de HBO Max, Disney+, Peacock y Apple TV+ siguen en rápida expansión, que el crecimiento de Amazon continúa y que el insaciable apetito de Netflix por las series originales permanece intacto, es posible que en 2021 se produzca un aumento interanual. Especialmente con su avalancha de contenido original.
La plataforma ha pasado de tener un 25% de producciones propias en su catálogo en 2016 a más del 50% en la actualidad. Una respuesta provocada en gran medida por la llegada de Disney Plus privará al resto de plataformas de productos tan universales como Star Wars, el UCM, Pixar y por supuesto cualquier producto propio de Disney Studios. Un desierto en algunos de sus productos más potentes que Netflix ha empezado a repoblar con numerosas producciones propias.
¿Llegará el Peak TV algún día?
Es posible que durante 2021 el ‘Peak TV’ siga retrasándose, aunque habrá que ver cómo convive la generación de series con todos los estrenos de películas que van a ir directamente a streaming, como ha anunciado por ejemplo HBO Max. Y todo, en un periodo en el que las plataformas de streaming han alcanzado cifras de récord.