Hay cineastas que, con cada proyecto que afrontan, dejan claro a qué vienen al llamar a la puerta de los espectadores. Es decir, cuáles son sus intereses narrativos, sus propósitos en pantalla y, quizá, sus modales como realizadores: el estilo, si lo tuvieran. Por lo pronto, del indoestadounidense Aneesh Chaganty (n. 1991) podemos suponer que le van las historias de impacto que subvierten tópicos o asunciones fruto de la costumbre. Y lo hace tanto a nivel de conceptos como de formato audiovisual. Sirvan sus dos únicos largos, Searching (2018) y Mamá te quiere (2020) para apoyar nuestras suposiciones.
El primero es una propuesta potente, un intrigante relato construido mediante las pantallas de ordenadores y smartphones, con elementos y rutinas conocidas por todos. Al estilo de Eliminado (Levan Gabriadze, 2014), pero más heterogéneo y con su premisa mucho mejor aprovechada, o del episodio “Connection Lost” (6x16) de la serie Modern Family (Steven Levitan y Christopher Lloyd, 2009-2020). El espectador se siente enganchado rápidamente durante el resumen de su prólogo familiar, y unos cuantos volantazos inteligentes del libreto que firma el propio Aneesh Chaganty y Sev Ohanian le satisfacen lo suyo hasta la conclusión.
La intensidad de Sarah Paulson
Y podemos sostener que Mamá te quiere, por su parte, es la otra cara de la moneda de Searching sobre las relaciones paternofiliales en cierto sentido. De hecho, ha sido escrita nuevamente a cuatro manos por el mismo par de dos, lo que tal vez se traduzca en una colaboración permanente. El tiempo lo dirá. Y, aunque en ambos filmes se utilizan los roles paternos alterados, diferentes de lo que se suele considerar normal, la situación y el protagonismo son opuestos. Casi pareciera que Aneesh Chaganty y Sev Ohanian se hayan planteado ofrecer variaciones en torno al asunto complejo de los padres y los hijos.
Prácticamente la totalidad de la película se asienta sobre la labor sus dos actrices principales. La neoyorkina Kiera Allen encarna a Chloe Sherman con una gran convicción por la que su pesadilla resulta creíble en todo momento, y antes solo la habíamos visto en el corto Ethan and Skye (Daniel Healey y Danny Maldonado, 2014). Y la floridana Sarah Paulson repite con otro de esos intensos papeles de mujeres temibles que se le dan tan bien, interpretando a Diane Sherman. Recordemos sus personajes en American Horror Story (Ryan Murphy y Brad Falchuk, desde 2011) o Ratched (Murphy y Evan Romansky, desde 2020).
Enfatizando la inquietud
No cabe duda de que Aneesh Chaganty es muy consciente del género de su nueva película, lo cual se nota desde el inicio por su expresiva planificación, sus decisiones de montaje y la alarmante cuerda de la banda sonora de Torin Borrowdale (Locke and Key), quien ya le proporcionó la de Searching. Todo ello sirve exclusivamente para enfatizar la inquietud que se desea infundir en el público, con un rendimiento muy decente. Los secretos que se agazapan tras la apacible vida familiar de las mujeres protagonistas empiezan a descubrirse con sutiles detalles y un espíritu hitchcockiano sin depurar, y luego estallan en toda su magnitud, con un clímax bastante elegante que huye del tremendismo.
Gracias a las revelaciones que se producen, la obra cobra un sentido completo. El conjunto, por otro lado, nos trae a la memoria películas tan sensacionales como Misery (Rob Reiner, 1990) o incluso Lo que la verdad esconde (Robert Zemeckis, 2000) sin ningún buqué fantasmagórico. Ahí están sus obvios paralelismos en ingredientes clave y hasta escenas concretas. Pero Mamá te quiere no se halla a su altura. Y esto no significa que se trate de un mal filme, o ni tan siquiera digno de desprecio. Lo que ocurre es que Aneesh Chaganty no consigue que la tensión sea de sentarse al borde de la añorada butaca y morderse las uñas. Y, aun así, confirma con este nuevo thriller terrorífico su futuro prometedor.