2020 pasará a la historia como el año de la pandemia de la COVID-19, irremediablemente. Y aunque han sido muchos los sectores afectados, la automoción, en pleno punto de inflexión tecnológico, es indudablemente uno de los que han salido más modificados.

Si hace un año comentábamos que este 2020 iba a ser el año en el que las grandes marcas de combustión iban a lanzar en serie y de forma por fin decidida sus modelos eléctricos frente al faro que hace un año estaba preconizado casi exclusivamente por Tesla o modelos como el Zoe o el Leaf, el giro cobra aún más sentido cuando conocemos, ahora al acabar el curso, cómo se han comportado las ventas.

Según un análisis llevado a cabo por la consultora Jato Dynamics con datos de 27 estados de Europa, septiembre de este año pasará a la historia por ser el primero de la era modernadejando a un lado los desconocidos inicios del coche eléctrico- en el que los vehículos electrificados han superado en ventas al diésel.

El gráfico que sigue estas líneas habla por sí solo. Solo en comparación con septiembre de 2019, los vehículos de gasolina y diésel han tenido una caída de ventas de más de dos dígitos, mientras que los electrificados (incluyendo híbridos suaves, enchufables y eléctricos puros) han crecido casi un 140% en el mismo tiempo.

Ventas coche eléctricos vs diésel y gasolina

En datos globales, este cambio de tendencia también nos deja otra cifra de récord. Se vendieron en estos 27 países en un solo mes más de 327.000 coches electrificados, lo que significa que 2 de cada 10 coches vendidos en ese mes no eran de combustión pura.

Eso sí, es conveniente poner algún asterisco en el contexto de este año, un curso que debido a la pandemia y los confinamientos ha hecho que la venta total de automóviles haya caído casi un 30% durante lo que va de 2020. Y, también, que del total de electrificados vendidos una mayoría -aunque cada vez menor, del 53%- son híbridos no enchufables.

El coche eléctrico, el único ganador en el año en el que apenas condujimos

Pero, ¿Hasta qué punto este año ha sido tan positivo para la movilidad eléctrica como pueden marcar estos datos? O, en otras palabras, ¿han pesado más los cambios impulsados por la COVID-19 o la llegada de nuevos modelos y la ‘normalización’ de los eléctricos?

Para responder a esto hemos consultado su impresión a Arturo Pérez de Lucía, Director de Aedive y Vicepresidente de Avere, las asociaciones de impulso del coche eléctrico a nivel español y europeo, respectivamente.

“El balance es positivo en cuanto a que, a pesar de los efectos del confinamiento y las consecuencias económicas derivadas de la pandemia, las matriculaciones de vehículos eléctricos han seguido creciendo, cuando las matriculaciones de vehículos térmicos han mostrado una tendencia de caída en estos meses. El COVID-19 ha supuesto, entre otras cosas, acelerar el grado de concienciación de los ciudadanos, las empresas y las administraciones respecto a la necesidad de proteger el medio ambiente y eso redunda positivamente en todo aquello ligado a la eficiencia energética, al impulso de las energías renovables, la generación distribuida y el almacenamiento energético y el vehículo eléctrico está en el eje de todas esas estrategias”, cuenta Pérez de Lucía a Hipertextual, quien no obstante remarca que una de las grandes barreras que quedan por superar, y especialmente en España, “es aumentar los puntos de carga y sus facilidades, así como explorar posibles ayudas fiscales acordes con la Ley de Cambio Climático”.

El diésel, de representar el 50% de ventas en Europa a menos del 25%

Este cambio de tendencia es particularmente importante al hablar del territorio europeo, donde el diésel, a diferencia de Estados Unidos, hasta hace relativamente poco estaba por encima en uso y penetración que la gasolina.

Sin ir más lejos los vehículos de gasoil significaban en 2011 el 55% de las ventas, mientras que ahora son apenas el 24,8%. En este marco, parece también indudable el peso que ha podido tener escándalos como el ‘Dieselgate’ que afectó al Grupo Volkswagen, conocido en 2015.

Al menos, desde entonces las estadísticas muestran cómo los vehículos han entrado en un claro declive aún más pronunciado que los de gasolina, a la vez que ya son varios los estados que han marcado una fecha clara para prohibir la venta de vehículos de combustión. Reino Unido ya ha fijado aquel deadline para 2030, una fecha que también maneja Alemania, mientras que Francia y España han puesto sobre la mesa 2040, aunque aún sin una ley en firme.

Volkswagen, del ‘dieselgate’ a entrar con fuerza en el eléctrico

Otra nota importante que deja la estadística es que, efectivamente, varias marcas llegadas desde la combustión han empezado a asomar la cabeza con fuerza. Volkswagen en concreto fue en septiembre con su ID.3 el tercer modelo eléctrico más vendido del viejo continente con casi 7.900 unidades, solo superado por el Renault Zoe y el Model 3 de Tesla (11.023 y 15.702 unidades, respectivamente).

La cuota sigue siendo favorecedora para la empresa de Elon Musk, pero los datos de evolución no tanto. En concreto, los Model 3 vendidos en septiembre solo fueron un 5% más que el mes anterior, mientras que Volkswagen y Renault registraron aumentos del 352% y 211% respectivamente.

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