Era prácticamente forzoso que tocara poner el foco narrativo sobre el personaje de Elton Ortiz (Nicolas Cantu) en el episodio “Madman Across the Water” (1x05) de The Walking Dead: World Beyond (Scott M. Gimple y Matthew Negrete, desde 2020), no solamente porque se trata del único de los cuatro protagonistas en el que no se habían centrado para descubrirnos con los flashbacks correspondientes nuevos detalles de su personalidad y de su pasado, sino también porque el capítulo “The Wrong End of a Telescope” (1x04) le ha colocado en una tesitura difícil: en medio de dos voluntades opuestas acerca del viaje emprendido.
Y aquí ofrecen un nuevo remanso de paz inicial e interactuaciones sin demasiada elocuencia que siguen sin suponer ninguna ayuda para World Beyond porque, de este modo, ni remonta el vuelo ni consigue azuzar el interés de los espectadores por la odisea de este grupo juvenil de supervivientes del apocalipsis zombi. Ni el hecho de que se zambulla de cabeza en el enigma sobre la República Cívica Militar, que había asomado en The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010) y en Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Dave Erickson, desde 2015), la hace más atractiva sin una mayor potencia dramática.
Ni siquiera los enfrentamientos personales que se desatan en “Madman Across the Water” la elevan mucho, un poquito tal vez, con las decisiones sobre la travesía y el rencor por comportamientos de tiempo atrás que aflora ante las consecuencias de los del presente como meollo del conflicto. Eso sí, el origen del mote de Huck (Annet Mahendru), francotiradora de la Marina de Estados Unidos antes de la catástrofe que sumió al mundo en la pesadilla infinita de los muertos vivientes, nos resulta de lo más inspirado, y ya queremos conocer en World Beyond todos los pormenores de la historia que lo ocasionó.
Y, por fortuna, los esfuerzos de Iris (Aliyah Royale) y Hope Bennett (Alexa Mansour), Silas Plaskett (Hal Cumpston), Felix Carlucci (Nico Tortorella) y los mencionados Elton Ortiz y Huck por dar con la manera de cruzar el caudaloso río Misisipi, que nace en el lago Itasca de Minesota, fluye a través de diez estados y vierte sus aguas en el Golfo de México, desembocan en una secuencia de tensión genuina, con la amenaza habitual y perenne de los zombis putrefactos al acecho de los inexpertos protagonistas, muy bien aliñada con un útil montaje paralelo sobre la raíz de lo que le ocurre al joven redicho con traje de pana de World Beyond.
Sin embargo, el director Dan Liu, montador a su vez de cuatro webisodios complementarios de The Walking Dead (2011-2013) y veintiocho de esta serie madre, además de realizador de tres de sus capítulos y un par de Fear the Walking Dead, y el guionista Rohit Kumar, que únicamente tiene en su currículo el libreto de un episodio de Por trece razones (Brian Yorkey, 2017-2020), deberían haber aprovechado para rematar la secuencia con más imágenes de la breve navegación, la llegada a la otra orilla y la satisfacción mayúscula de los personajes después de las discusiones y de tanto empeño.
Por el contrario, lo que nos espera es el gran contraste de la oscuridad tras el fundido a negro en un salto repentino a la nueva situación. Y uno no puede evitar contraponer a todo lo previo las extenuantes labores de Michael Dawson (Harold Perrineau) y compañía para construir su propia balsa en Lost (J. J. Abrams, Damon Lindelof y Jeffrey Lieber, 2004-2010); aunque no es lo mismo. Y regresan los flashbacks impresionistas de World Beyond, y nos acomete la ironía trágica en la última conversación, que por fin se traduce en un descubrimiento terrible, no tan horrorizado como debiera e interrumpido con una novedad inquietante.