El concepto de un coche volador no es nuevo, pero sí que se lleve a cabo con cierto éxito. Así lo ha demostrado la propuesta de Stefan Klein, el AirCar. Este vehículo tiene un motor BMW de apenas 140 caballos, suficientes para explorar las carreteras y elevar el morro para surcar los cielos. Aunque lo cierto es que su comportamiento en ambas áreas todavía tiene que refinarse un poco. Es normal, se trata de un prototipo.
Para conseguir que el AirCar puede recorrer las carreteras o realizar un despegue similar a un avión convencional, han diseñado un mecanismo de apertura de sus alas sin que los ocupantes tengan que abandonar el habitáculo. Este mecanismo permite guardar las alas de manera que se integre dentro del cuerpo del coche para que pueda circular con normalidad.
Coche o avión con solo pulsar un botón
Stefan Klein ya intentó lanzar esta idea hace unos años, pero el proyecto no salió bien y la empresa tuvo que echar el cierre junto al sueño de este emprendedor. Ahora, en 2020, el primer vuelo realizado de AirCar ha sido un auténtico éxito.
El diseño del prototipo permite que dos personas puedan viajar tanto por carretera como por el aire. Todo ello a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora y una autonomía de unos 1.000 kilómetros.
Esta optimización es gracias a la construcción de materiales ligeros, pues el AirCar pesa unos 1.100 kilos. Pero, además, soporta una carga extra adicional de 200 kilos, nada mal si queremos hacer un viaje con una estancia larga y queremos llevarnos un voluminoso equipaje.
Precio y lanzamiento de AirCar
Todavía no hay una fecha de lanzamiento -si se llega a producir-, ni tampoco un precio orientativo. De momento la marca no quiere dar muchos detalles al respecto, pero sí han querido compartir un vídeo en el que se muestra el primer vuelo de manera exitosa, tal y como informa Techspot.
Las imágenes del AirCar son realmente curiosas, un vehículo de esta envergadura y diseño deportivo que de buenas a primeras desliza sus alas y comienza un vuelo con total normalidad. Sin lugar a dudas, una proeza de la ingeniería digna de admirar.