Sin retribución por desempleo, ni sueldo y, en el peor de los casos, también sin trabajo. Esa es la situación que viven algunos empleados de la línea de producción de la fábrica de Tesla en Fremont, California, desde su abrupta reapertura.

La vuelta al a la planta de producción supone un jarro de agua fría para algunos empleados. En medio de una crisis sanitaria que continúa causando estragos en Estados Unidos, y con el Condado de Alameda entre los diez con más casos positivos de coronavirus registrados en California, son muchos los que su disconformidad a tener que exponerse al contacto directo con otras personas.

Un realidad que cobraba sentido cuando la firma, enviaba el pasado lunes a su plantilla un correo electrónico. En este, al que ha tenido acceso Hipertextual, comunicaba a los empleados de la fábrica de Fremont su vuelta a la misma. "Estamos contentos de teneros de vuelta en el trabajo", expresaba el texto, avisando de que un encargado se pondría en contacto con ellos durante las próximas 24 horas para comunicarles los detalles de su primer turno.

Una comunicación que ponía sobre aviso a los trabajadores de que podían elegir no volver a su puesto "si no se sentían cómodos" con la situación, lo cual transformaría su permiso temporal en un permiso no remunerado.

Pero el retorno a la operativa normal de Tesla, además, significa que muchos de ellos dejarán de percibir también sus prestaciones por desempleo, como se adivinaba el pasado martes. Este medio ha podido hablar con varios empleados de Tesla que revelan la tensión actual dentro de la compañía.

"Podría ser despedido"

Email de Tesla

Un actual empleado de Tesla, quien no ha cumplido aún su segundo año en la empresa, confirma lo anterior a Hipertextual. Tras hablar por teléfono con su gerente, asegura que se quedará en casa "por elección propia". Al tiempo, lamenta que "me quitarán mis beneficios por desempleo y no me pagarán de ninguna manera". La decisión será firme a partir de esta misma semana, en el primer día que debiera acudir a la fábrica.

Sin embargo, el hecho de permanecer ausente por temor a la pandemia del coronavirus podría resultar adicionalmente castigado, a pesar de que la postura oficial indica lo contrario. "[Mi gerente] también ha señalado que estoy en riesgo de ser despedido como consecuencia de mi elección", expresa el empleado, que prefiere no revelar su nombre. Una consecuencia que dificulta la toma de una decisión por parte de la plantilla, indecisos en este momento. Varios de los trabajadores están agotando las últimas horas para transmitir su posición definitiva a la persona al mando. También, quizá, para ver si la situación da un nuevo vuelco.

El propio encargado de este grupo de trabajo expresa al empleado que se trata de una posibilidad real que se encuentra sobre la mesa actualmente.

Supercharger de Tesla

En una posición similar se encuentra otro asistente de producción en la misma planta de Tesla en Fremont, que ya ha comenzado su permiso no retribuido, también por elección propia. "Me pidieron que regresara pero lo rechacé debido a mi preocupación por mi salud", cuenta, relatando que, de igual modo, ha recibido una llamada de su supervisor reforzando el tono del citado correo electrónico, e instando a los empleados a retomar sus puestos de trabajo.

"No veo un escenario cercano en el que me sienta seguro para volver a una fábrica repleta de 10-15 mil empleados", explica. "Menos aún tras conocer el trabajo y el descuido de Tesla por los derechos y la salud de los trabajadores". Al mismo tiempo, asevera que "Si Tesla estuviera fabricando respiradores, habría regresado a trabajar ayer mismo". Respalda, igualmente, a los diferentes expertos que han expresado que "la apertura de este Estado es prematura y causará aún más daño que antes".

«Es la gota que colma el vaso»: Elon Musk enfurece al no poder reabrir la fábrica de Tesla por el coronavirus

En el momento de escribir este artículo, California es el quinto Estado norteamericano en volumen de casos positivos por coronavirus.

Temor en la fábrica

El complejo de la firma comandada por Elon Musk comenzaba a retomar el pasado lunes parte de su actividad habitual. Llevaban cerca de dos meses desempeñando únicamente trabajos mínimos como consecuencia de las órdenes del Estado californiano para contener la pandemia del coronavirus. Lo hacía, no obstante, sin tener el permiso del Condado de Alameda, obviando las restricciones impuestas y obrando por cuenta propia.

Así lo manifestaba el propio Musk, muy crítico en las últimas semanas con la situación derivada del coronavirus. Expresaba entonces que él estaría junto a los empleados y que "si alguien tuviera que ser arrestado" fuera únicamente él. La planta californiana resulta clave para la producción del Model Y, el nuevo SUV de la marca.

La propagación de la enfermedad obligó a comienzos de año a paralizar también su factoría de Shanghái, clave para la distribución de los vehículos de la marca en suelo asiático.

Si bien hay empleados que han decidido no volver al trabajo, con las consecuencias que eso pueda acarrear, otros sí lo han hecho. Bien por convicción o bien por necesidad, el parking exterior de la fábrica de Tesla en Fremont vuelve a verse lleno con los coches de los trabajadores.

Uno de quienes ha decidido acudir, y que prefiere mantener su anonimato por miedo a represalias, revela a Hipertextual en una conversación que está "asustado" por la situación. Si ha retomado su actividad, confiesa, es únicamente por el temor a ser despedido. Tras casi cuatro años en la fábrica, lo que más le preocupa es la imposibilidad de guardar las distancias entre unos empleados y otros en la zona de producción.

Sí existen ciertas medidas de seguridad, como la distribución de mascarillas, protectores faciales o desinfectante de manos. También controlan la temperatura a la entrada a la fábrica o en el transporte organizado hasta a la misma. Pero respetar el espacio una vez dentro y según qué zonas, no obstante, parece del todo imposible a día de hoy.

En otro correo electrónico enviado el pasado martes, Musk felicitaba a todos aquellos que habían acudido a su puesto de trabajo. "¡Es genial ver la fábrica volver a la vida y que vosotros lo estáis haciendo posible!" escribía el ejecutivo. "Un día honesto de trabajo invertido en construir productos o proporcionar servicios a otros es extremadamente honorable. Tengo un respeto mucho mayor por alguien que se enorgullece de hacer un buen trabajo, sea cual sea la profesión, que por alguien rico o famoso que no hace nada útil".

Fremont, foco de las miradas

Pero pese al optimismo del CEO, la situación no podía ser más delicada. El tira y afloja con el Condado de Alameda continúa sin haberse resuelto, aunque podría haber un principio de acuerdo sobre la mesa. Un comunicado emitido el martes por el Departamento de Salud local expresa que Tesla podría comenzar los servicios mínimos de trabajo en la fábrica y pasar a una producción en masa próximamente. Sin embargo, el fabricante ya ha empezado a hacerlo por cuenta propia, como el propio organismo sanitario reconocía el día anterior.

Así mismo, Gavin Newsom, Gobernador de California y proclive a la apertura de la planta de Tesla, se mostraba sorprendido al ser informado de que ya habían reanudado la producción.

Mientras tanto, al menos una clínica privada ubicada en el vecino municipio de San José se ha ofrecido a realizar tests de coronavirus de forma gratuita a los empleados de la fábrica. Los residentes de Fremont, junto a personal sanitario, han convocado una manifestación a las puertas de la fábrica. Será el próximo día 16 de mayo para pedir su clausura hasta que las condiciones sanitarias lo permitan.

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