Tras la caída de BlackBerry y el desistimiento de Windows Phone hace ya unos cuantos años, iOS y Android se reparten el gran pastel de los móviles inteligentes a nivel global. Ante la cada vez más difícil tarea de llegar a la porción de población que queda todavía fuera, hay un jugador singular. Se trata de KaiOS, un sistema que intenta llevar la conectividad a la siguiente franja de usuarios equipado con lo fundamental.
Atrás quedaron otras propuestas de nombres tan conocidos como Ubuntu Touch de Canonical, Tizen de Samsung o el Firefox OS de Mozilla y su búsqueda por un móvil conectado distinto y desde tan solo 25 dólares. Estos se conformaban ya entonces con algo mucho más básico que lo que traían las Big Tech. Aun así, el insistente empuje de Google con Android Go dio poco margen a la oportunidad para llegar más allá. Los usuarios eligieron malo conocido, siguiendo el refrán.
KaiOS Tecnologies apuesta desde Hong Kong por unos terminales realmente básicos, a los que llama smart feature phones. Estos son la evolución natural de los móviles de siempre. Unos dumbphones de toda la vida en esteroides. Una oda a las teclas, donde nada es táctil pero todo es –o intenta ser– inteligente.
KaiOS ha conseguido darle la vuelta al calcetín y a la mala experiencia de Mozilla. Basado en el esqueleto open source que Firefox OS dejó atrás en 2016, el proyecto recibe cada vez más empuje. Hace cerca de dos años recibía una inversión de Google por valor de 22 millones de dólares. Recientemente, era la propia Mozilla quien unía fuerzas para mejorar el rendimiento, funcionalidad y seguridad de estos dispositivos.
Con este acuerdo, cerrado en marzo –en abril llegaban a México–, se publicaba además un nuevo dato: se han superado los 120 millones de dispositivos distribuidos en más de 100 países. Se espera que solo en 2020 se coloquen 120 millones más, de acuerdo a Counterpoint, para acercarse a los 500 millones acumulados hacia finales de 2021. No sin razón, los móviles KaiOS fueron uno de los 100 'inventos' que marcaron 2019 de acuerdo a la última lista de Time.
Los siguientes mil millones
Google ya ha hecho hincapié en varias ocasiones en que su objetivo está en llegar a los próximos mil millones de usuarios. Cuenta, por ejemplo, con muchas versiones Go en sus principales apps para favorecerlo. Con al menos 2.500 millones de dispositivos activos, y otros 1.500 millones de iPhone, no creáis que queda tanto espacio accesible por cubrir.
Pudiera parecer que entre los 4.000 millones de smartphones y los 7.800 millones de humanos en la Tierra, todavía hay un espacio tremendo para el crecimiento. ¿El problema? El total de móviles alcanza ya los 5.000 millones, contando los tradicionales, y todavía hay que añadir el hecho de que hay unos 2.000 millones de personas que todavía no han cumplido los 14 años.
La pinza se cierra así sobre un pool de no conectados realmente accesibles que a fin de cuentas no lo son tanto. Y es que muchas de estas personas viven en países donde, sencillamente, no es posible permitirse siquiera los smartphones más económicos. Es por esto que nos limitamos a algo menos de unos 2.000 millones de adultos que todavía no están conectados, a repartir entre el empuje de Android y, ahora, KaiOS.
Es ahí donde la apuesta original de Mozilla, con su búsqueda del smartphone de 25 dólares, fue tan escasa entonces como acertada es ahora. Renegando de las grandes pantallas táctiles, estos dispositivos comprimen una vez más su factura, habiendo modelos desde tan solo 11 dólares. Como referencia, el precio medio de venta de smartphones de Xiaomi, marca abanderada de este dato, fue de 146 dólares en el último trimestre.
Puede parecer una mera curiosidad, pero hay gigantes como India donde esto es crucial, uno de los últimos mercados donde la industria móvil todavía tiene mucho por recorrer. Las sociedades no están escritas en binario y hay todavía grandes sectores de la población donde estos teléfonos extremadamente asequibles son esenciales para conectarse. Cientos y cientos de millones de personas viven allí con apenas 5 dólares al día o menos. Por tanto, no tienen mucha más opción que la que este tipo de móviles proporciona.
KaiOS ataca en ese preciso nicho. Por debajo de quienes pueden permitirse un smartphone, pero sobre una conectividad cada vez más y más barata. En India esta puede contratarse desde apenas un par de dólares al mes por 2 GB de datos sobre 4G al día y, literalmente, cambiar la vida a tu familia. Por supuesto, muchos países de África comparten este escenario.
Con KaiOS vuelven las teclas con los nuevos 'teléfonos básicos'
En otros mercados, KaiOS no lo tiene quizás tan fácil, pero eso no significa que no estén vendiendo dispositivos. Uno de ellos es el Alcatel 3088, que pude probar hace unos meses durante varias semanas. Para un ciudadano medio en Europa o Latinoamérica se parecen más a un móvil que hace casi todo lo básico, si no tienes la necesidad de estar constantemente conectado.
Esto es, una suerte del móvil de tu móvil que proponía la nueva Palm, pero a lo bestia. ¿La diferencia? Que cuestan aquí 40 dólares, en lugar de 400. Cuenta, eso sí, con un básico 4G –aunque no siempre–, Wi-Fi y navegación web, GPS con su aplicación de Maps e incluso algunos, NFC para pagos. Sumamos también Facebook, WhatsApp o Twitter, así como aplicaciones entre las que encontramos algunos juegos sencillos.
En su tienda de aplicaciones, la KaiOS Store, encontramos ya 500 apps. Una cifra escueta, también, a propósito. KaiOS limita el acceso, con unas barreras de entrada que garanticen la funcionalidad de un coto al que cada mes se unen unos diez millones de usuarios. No obstante, el fuerte de KaiOS son la web y las progressive web apps.
Estos móviles con teclas tienen en la IA un gran aliado para evitar ser un fastidio que fuerce a teclearlo todo. No por nada su botón más grande suele ser, precisamente, el del micrófono. Con este podemos realizar búsquedas y activar comandos directamente, además de transcribir texto o enviar notas de voz. Google Assistant es accesible con un único clic, conservando una autonomía que da para varios días en móviles que rondan los 100 gramos.
Google y Firefox (OS): el doble caballo de Troya en el brillante futuro de KaiOS
¿Qué ha cambiado para que Google compitiera contra Firefox OS, pero apoye a su heredero, KaiOS? Google sabe perfectamente el alcance que tiene Android, en su búsqueda del siguiente millón de usuarios. Cuenta con terminales que son mejores año a año, poniendo cada vez más capaces dispositivos a un primer rango de precios. Pero este no parece descender, y el actual no basta.
KaiOS es la versión modificada de un sistema operativo ya liviano para que lo sea todavía más. A diferencia de Firefox OS, KaiOS no intenta pelear por el pastel que ya tiene atado Android, sino más bien complementarlo desde abajo. Y esto ha terminado por servir como una gran puerta de entrada a dos gigantes de la web: Google y la propia Mozilla.
KaiOS se basaba, desde su primera versión, en el motor Gecko que llegaba a bordo de Firefox 48, cuando Mozilla dejó el soporte en 2016. Esto era un problema para KaiOS, que estaba atrapado en unos estándares cada vez más antiguos. Con la recuperación del respaldo de Mozilla a primeros de año, este sistema operativo recibe nuevo impulso.
Sobre él, Mozilla tiene además una gran oportunidad para remontar la sangría de 'usuarios' que tiene tanto en escritorio como en móvil. En este último segmento, la propia KaiOS parece haberle superado ya, de acuerdo a las cifras de Statcounter. Refuerza así su peso en los estándares web más adoptados lejos del control de Google.
Mientras tanto, Google invierte en KaiOS porque acelera la digitalización de países en desarrollo que pueden seguir adoptando sus servicios. Se afianza así la monetización futura de estos mercados en los que dispara el número de usuarios que, igualmente, no podrían permitirse un Android.
KaiOS se ha colado entre las rendijas de gigantes. No obstante, se trata de una organización con ánimo de lucro, cuyo modelo de negocio gira en torno a los ingresos publicitarios. No es el sueño de Mozilla pero, aun así, no hay duda de que estos móviles son vitales para cada vez más millones de familias, especialmente en la era del coronavirus.
