Hace ya dos semanas que Google se adelantaba a las aplicaciones de seguimiento en buena parte del mundo, presentando más de un centenar de informes de afluencia a distintos tipos de negocios, segmentados por naciones y las regiones dentro de cada una de estas.
Estos informes –aquí tenéis los de España, México o Argentina, entre otros muchos–, que llegaban con una serie de gráficas con las caídas promedio en cada tipo de local, se actualizan ahora proporcionando de una forma estructurada lo más valioso detrás de ellos: sus datos.
Y es que los nuevos informes de movilidad durante el confinamiento por el coronavirus en buena parte de las sociedades occidentales llegan acompañados con las cifras detrás de esos gráficos, por lo que es más sencillo comparar unos países y regiones con otras.
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Como mencionábamos entonces, estos informes cruzan los datos de posicionamiento de los usuarios que tienen el historial activado junto a cuatro tipos de localizaciones genéricas –locales de comercio y ocio; de alimentación y farmacia; parques y finalmente estaciones de tránsito–, con otras dos definidas específicamente por los usuarios, su lugar de trabajo y su casa.
Veamos de qué forma se ha producido este confinamiento, y cuales son las tendencias principales tras él, quienes son los países que más en serio se lo han tomado y otros muchos detalles interesantes en torno a ellos, hasta el pasado 11 de abril que es donde finaliza el análisis de datos de Google.
El frenazo al comercio y al ocio
La actividad comercial, en su forma más amplia, viene representada por esta categoría que engloba tanto a restaurantes, cafeterías o centros comerciales como a parques temáticos y bibliotecas. En este grupo de locales vemos cómo los primeros países 'occidentales' fueron adoptando el confinamiento, siempre tras las malas noticias de propagación de la COVID-19.
En este caso, se puede hacer una lectura bastante precisa del comienzo de esta cuarentena progresiva en Italia, a partir ya la última semana de febrero. Pasarían todavía más de dos semanas hasta que en España tomáramos una decisión similar, con un confinamiento mucho más generalizado y brusco, acercándose el inicio del confinamiento a nivel estatal el 15 de marzo.
Multitud de países nos seguirían pronto, viendo como en Francia únicamente iban unos tres o cuatro días tras estos pasos, que fueron hasta diez en el caso de Reino Unido, tras descartar una arriesgada estrategia en busca de la inmunidad de grupo. En el caso de México, este confinamiento todavía no es tan fuerte –como ya destacamos catorce días atrás–, si bien ha sido mucho más progresivo. Estados Unidos, por su parte, parecía mantener hasta el doble de actividad comercial de los países Europeos.
Contrasta el caso de Corea del Sur y Taiwan, dos grandes ejemplos de la pronta irrupción del coronavirus. En el caso de Corea del Sur, vemos como sí hubo un fuerte impacto haca principios de marzo que ya se encuentra muy suavizado. Al contrario en Taiwan, donde en un primer momento la respuesta en este aspecto fue limitada, pero se ha ido acentuando con el paso de las semanas.
El acopio para el confinamiento
Una escena que se ha repetido desde el inicio de las respectivas etapas de confinamiento en múltiples países es el acopio de enseres y alimentos de primera necesidad. Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y por supuesto España vieron a sus ciudadanos yendo a comprar en masa, temiendo quizá una escasez de productos que finalmente no ha ocurrido. Salvo en casos muy puntuales como el papel higiénico durante las primeras semanas, o el ascenso estelar de la levadura.
Son de nuevo las potencias asiáticas quienes evitaron esta presión extra sobre las superficies de alimentación, al no tener un confinamiento tan claro sino más bien una política de trazado de los casos muy estricta y ágil.
Curiosamente, y quizás como respuesta a una restricción de la actividad más moderada, en México, si bien también podemos ver un pico de desplazamientos a las tiendas de alimentación y farmacias como anticipo de una caída drástica, este es más suave que el del resto de países analizados.
A los parques: Europa dividida
Hasta que se reciba la esperada vacuna, nuestra gran herramienta contra el SARS-CoV-2 es el distanciamiento social. Entre los países que más a rajatabla han tomado esta medida se encuentra España e Italia. Pero no toda Europa está de acuerdo en este acercamiento.
Otros países optan por mantener una movilidad que garantice el buen estado de forma física como respaldo a la salud, saliendo a hacer deporte a la calle, siempre manteniendo las distancias con el resto de ciudadanos y de forma individual. Esto se plasma en los datos de Google, donde vemos que el caso galo nos muestra un país mucho más presente en los parques.
Al lado opuesto del confinamiento nos encontramos a Alemania, que en lugar de permanecer en casa parece haberse echado a los parques del país. En este caso, llegamos a ver cifras de hasta un 70% más elevadas respecto a la normalidad.
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Menos transporte público
Uno de los grandes perjudicados por la crisis de la COVID-19 puede acabar siendo el transporte público. Así lo preveen ya múltiples ciudades y gobiernos. Algunos se plantean incluso si este efecto puede llegar a no diluirse nunca. Por su parte, España se plantea la bicicleta como posible heramienta para la salida de esta crisis.
En la categoría de estaciones de tránsito, los datos de Google nos enseñan cómo, de nuevo, España, Francia e Italia muestran las caídas más fuertes en el transporte público. Vemos que, a pesar de no haber cesado en su actividad comercial, el efecto mencionado sí que se aprecia en los países asiáticos, que pueden servir de indicador para una vez termine la cuarentena.
Si bien Corea del Sur llegó a dejarse algo más de un 30% de la afluencia en este tipo de localizaciones –lo cual podría relacionarse directamente con los desplazamientos–, esta se había reducido la semana pasada ya hasta aproximadamente una pérdida del 15%, mucho más moderada. Por su parte, en Taiwan la evolución es a la inversa y parece acentuarse a medida que avanzan las semanas.
El puesto de trabajo, vacío. Excepto en Asia
En este caso, Google hace referencia a los puestos de trabajo tal y como los podemos fijar en su aplicación Maps. Considerará puesto de trabajo si así lo hemos señalado en este servicio. Vemos como desde Europa parece que hemos implantado el teletrabajo a nos niveles muy altos, no obstante mucho menores en el caso de Alemania, uno de los países que mejor está controlando los efectos negativos de esta pandemia.
Sorprende también la permanencia casi total de Taiwan por encima de la línea del cero. Esto podría significar que, a diferencia del resto del mundo que está evitando acudir a los puestos de trabajo, en la República de China estarían haciendo precisamente lo contrario en las semanas más duras de la pandemia: trabajar más.
La permanencia en el hogar, el gran punto común
Por último, vemos que el gran punto en común de todos los países analizados, sin importar su estrategia frente a la pandemia, es que precisamente pasamos mucho más tiempo alejados unos de otros y en casa. El distanciamiento social es la clave para una reducción en el ratio de contagios.
Por supuesto, continúa habiendo muchas diferencias entre regiones, quedando Alemania en un 15% más de permanencia en el hogar, frente al 20% de Estados Unidos o más del 30% de España, Francia e Italia.
En este sentido, México todavía sigue aumentando las medidas por el coronavirus, viendo como de forma constante y semana a semana su población se mantiene cada vez más tiempo en casa.
Fotografía de portada: David Ortiz.