Realme llega al mercado español por la puerta grande: sin complejos y plantándole cara a Xiaomi desde el primer momento. Al menos, esa es la percepción que uno ve que se tiene de la firma, en líneas generales, desde que el pasado martes diera a conocer su línea de terminales con los que desembarcará a lo largo de las próximas semanas, de manera paulatina en el territorio patrio. Grandes especificaciones y precio de saldo con aroma asiático es una combinación que bien conocemos ya, y que a partir de ahora promete ser el caballo de batalla entre ambos fabricantes.De realme conocíamos no demasiado tan solo unos meses atrás, principalmente porque su constitución no se produjo sino hasta el pasado año. ¿Una empresa fundada en 2018 que ya vende millones de smartphones y que llega a Europa para expandir su negocio y, más importante aún, con vistas a conseguir un buen éxito en occidente? Efectivamente. Un patrón, de nuevo, muy similar al de Xiaomi.

Realme forma parte de BBK Electronics, un conglomerado en el que también se encuentran –y quizá sean más familiares a quien está leyendo estas líneas– las firmas Oppo y OnePlus. Ambas se encuentran comercializando sus productos en España (con la primera de ellas habiendo llegado también de forma reciente) y las dos tendrán que vérselas ahora con la última en llegar, que promete plantar cara en un mercado que se ha demostrado ya como muy interesante para los fabricantes.

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Con una línea que desplegaba ante la prensa el pasado martes, compuesta por el realme 5 Pro, el realme 2 y el realme X2 Pro, y habiendo analizado ya el primero de ellos, toca hacer lo propio con el último. Este es, además, el buque insignia de la marca en el momento de su aterrizaje. No es para menos, pues en su interior se encuentran especificaciones tan enfocadas al segmento de gama alta que uno tiene que mirar dos veces su precio para asegurarse de que, ciertamente, lo ha leído bien.

Realme X2 Pro
Imagen: Luis del Barco | Hipertextual.

Realme X2 Pro: especificaciones al peso

Con el realme X2 Pro, parece bastante claro que la firma busca dar un golpe de efecto con esta primera incursión en el mercado, ofreciendo todo aquello que uno puede empacar en un cuerpo de estas dimensiones y por un precio que comienza en los 399 euros para la versión de 6 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno. Por 50 € más uno consigue 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna, mientras que los 499 euros nos llevan a 12 GB de RAM y 256 GB de capacidad.

Estos dos últimos modelos cuentan, como elemento diferenciador extra, con memoria UFS 3.0, lo cual permite mejorar las velocidades de lectura y escritura, además de su rendimiento energético. Dependiendo de según qué usos, será más o menos recomendable adquirir uno de estos dos modelos.

Pero lo anterior es solo la punta del iceberg, porque el realme X2 Pro esconde en su interior el procesador Snapdragon 855+ de Qualcomm, el más reciente y potente que encontramos en el porfolio de la empresa de San Diego, además de una poderosa batería de 4.000 mAh. Esta última, por cierto, llega sin carga inalámbrica pero con una proposición muy interesante a cambio: el sistema Super VOOC Flash Charge a 50W –con su cargador de fábrica– que permitirá rellenar el tanque del smartphone de 0 a 100 % en aproximadamente media hora, según nuestras pruebas.

Realme X2 Pro
Imagen: Luis del Barco | Hipertextual.

Realme X2 Pro
Imagen: Luis del Barco | Hipertextual.

La autonomía, eso sí, no permite obtener cifras de uso estratosféricas como consecuencia de otro de los puntos fuertes del terminal: su panel AMOLED de 6,5 pulgadas con tasa de refresco de 90 Hz. Esta última especificación, que hasta hace no tanto se reservaba para smartphones gaming o enfocados a un público muy concreto, es una por la que OnePlus ha apostado fuertemente en los últimos tiempos –véase el OnePlus 7T, por ejemplo– y que ahora llegará a un segmento mayor gracias a propuestas como la de realme.

Contar con una pantalla de 90 Hz resulta algo que, bien es sabido, se agradece para el conjunto de interacciones diarias y, sumado a la rapidez que le otorgan el procesador, la RAM y las animaciones de Color OS, hacen que el dispositivo ofrezca una sensación de fluidez difícil de encontrar replicada en terminales de este precio. La contrapartida, como decía, es ese mayor consumo que harán posible llegar al final del día sin pasar por el enchufe, pero tampoco alargarlo mucho más.

Por supuesto, existe una opción para configurar si se quiere optar por el modo de 90 Hz o el tradicional y conservador de 60 Hz, o si se prefiere uno u otro únicamente en ciertas apps. Esto último será necesario –al menos en el terminal de prueba, cosa que puede cambiar de cara al lanzamiento– con aplicaciones como Netflix, donde la imagen no se muestra si la pantalla está con la tasa de refresco más alta.

Una experiencia a una cámara pegada

A todo lo anterior se le suman varias pinceladas que terminan por configurar una experiencia grata en el día a día, a saber: un cuerpo de cristal por ambos lados, con sus marcos de aluminio; un frontal bien aprovechado, con un notch en forma de gota de agua y un desbloqueo mediante huella dactilar –también facial, aunque este es menos seguro– ciertamente veloz.

En el día a día uno tendrá lidiar con la citada capa de personalización de la marca, que será más o menos agradable según los gustos de cada uno. Lo que sí está claro es que Color OS no es una interpretación del sistema poco intrusiva, como la de OnePlus, por ejemplo, sino que hace patente que quiere diferenciarse por medio de ella. Tonos muy vivos, iconos muy distintos a los nativos de Android y, por supuesto, una gran cantidad de opciones para retocar todo tipo de aspectos son algunas de su señas de identidad.

Realme X2 Pro
Imagen: Luis del Barco | Hipertextual.

Pero si hablamos de lo que es convivir con el realme X2 Pro en el bolsillo, hay un aspecto que no podemos pasar por alto, y es el de la cámara. Si en el realme 5 Pro ya sorprendía ver tanta versatilidad en un teléfono de sus características, en este se repite con aún más intensidad. Su variada apuesta en la parte trasera se encuentra aquí amplificada en aspectos clave, resultando en la siguiente configuración:

- Principal: compuesta por el sensor Samsung ISOCELL GW1 con el sistema Quad Bayer (combinación de píxeles 4 en 1) y una apertura f/1.8. Por defecto las fotos obtenidas se encuentran a 16 MP (1/4), pero tiene un modo, como de costumbre, para poder acceder a los 64 MP si así se desea.
- Telefoto: 13 megapíxeles con apertura f/2.5 y zoom óptico 2x (híbrido 5x y digital hasta 20x).
- Gran angular: 8 megapíxeles y apertura f/2.2 y con modo súper macro.
- Profundidad: 2 megapíxeles con apertura f/2.4 para ayudar en las tomas con modo retrato.

En aspectos generales, la experiencia con la cámara es satisfactoria y ofrece resultados correctos en la amplia mayoría de las ocasiones bajo unas condiciones de trabajo aceptables. El sensor principal, por ejemplo, es capaz de aportar bastante luminosidad a las tomas –a base de elevar la exposición en algunos casos–, aunque eso signifique añadir algo de ruido adicional a las mismas.

Disponer de herramientas como el zoom óptico 2x, el híbrido 5x y el gran angular es algo que, definitivamente, se agradece en el contexto diario. Todos ellos trabajan bien en su conjunto, aunque es inevitable apreciar un notable cambio en la temperatura y en los colores de las imágenes según el sensor que estemos utilizando en cada caso, teniendo el principal y el gran angular hacia tonos algo más cálidos.

No hay mucho que decir respecto a las fotografías en modo retrato, más allá de señalar que estos son tomados por la cámara principal y no por el teleobjetivo, lo cual da como resultado una menor compresión de la perspectiva. Respecto a la frontal, lo cierto es que los resultados no son grandiosos, aunque tampoco dejan que desear frente a otras alternativas del mercado. En ambos casos uno podrá controlar la cantidad de desenfoque que quiere aplicar a la imagen, que por defecto es bastante agresivo.

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Como no podía ser de otra manera, el realme X2 Pro llega con modo noche para permitir acceder a más detalle en las tomas nocturnas, el cual ofrece unos resultados mixtos según la situación, pero cuyo uso puede marca auténticas diferencias en ciertas capturas.

Un ejemplo claro de ello es la imagen que se encuentra al final de estas líneas, donde las luces de las bombillas, la de la lámpara y la textura del papel de la pared quedan sin ningún detalle en la toma estándar y esta es notablemente recuperada con el modo noche. Otros casos serán más complejos y los colores se verán especialmente intensificados, por lo que uno deberá aprender a reconocer las situaciones en las que sí es recomendable y en las que no lo es el echar mano de esta opción.

Conclusión

El realme X2 Pro es un terminal que, como decía en las primeras líneas, llama mucho la atención por todo aquello que es capaz de ofrecer en un precio altamente contenido. Una frase que hemos visto mucho aplicada a Xiaomi y que, a partir de ahora, será también válida para este fabricante, si nada cambia. Sorprende, así mismo, porque su llegada al mercado español parece haber supuesto, de la noche a la mañana, un cambio de paradigma para el segmento de las gamas baja y media.

Aunque no es el dispositivo perfecto, la firma asiática consigue ofrecer con él la competencia perfecta ante el Xiaomi Mi 9T Pro, una de las referencias del momento y que hará dudar ahora a muchos en el trayecto final de año a la hora de elegir entre uno y otro. Poco más se puede pedir a estas alturas, en definitiva, a cambio de un valor de mercado tan ajustado.

Pros

  • Cámara trasera muy polivalente
  • Procesador Snapdragon 855+
  • Pantalla AMOLED a 90 Hz
  • Carga rápida 50W
  • Memoria UFS 3.0

Contras

  • Sin resistencia agua/polvo
  • Color OS no convence
  • Sin carga inalámbrica