El próximo 7 de agosto, Samsung llevará a cabo su siguiente evento Unpacked, en el que se espera que la compañía surcoreana desvele, tras semanas de incesantes filtraciones, la nueva generación de la familia Galaxy Note.

En esta ocasión, y a diferencia de años anteriores, el fabricante podría presentar dos variantes diferentes del mismo producto. Por un lado, el Galaxy Note 10, con especificaciones de alta gama; y, por otro, el Galaxy Note 10 Pro / Plus, que incorporaría algunos elementos diferenciales respecto al modelo estándar.

En el interior de ambos teléfonos se encontraría un Exynos 9825, un modelo ligeramente superior al Exynos 9820 del Galaxy S10. En la versión americana, este chip sería reemplazado por el Qualcomm Snapdragon 855, un microprocesador de alta gama que ya está presente en productos muy avanzados. En ambos casos, eso sí, el chip estaría acompañado por 8 GB de memoria RAM, aunque también se especula sobre un posible Galaxy Note 10 Pro / Plus con 12 GB de memoria RAM.

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Tanto la versión estándar como la variante Pro / Plus harían uso de la tecnología Dynamic AMOLED que Samsung introdujo con el Galaxy S10. Este tipo de panel, basado en tecnología OLED, presume de un elevado ratio de contraste, un nivel de brillo máximo muy alto y una gran fidelidad en la representación de colores. También soporta tecnologías como HDR10+, que enriquecen la experiencia multimedia del teléfono en aplicaciones como Netflix o YouTube.

El Galaxy Note 10 Pro, eso sí, montaría un panel de mayores dimensiones. Concretamente, tendría una pantalla con un tamaño cercano a las 6,8 pulgadas, mientras que el modelo estándar apostaría por un panel de unas 6,3 pulgadas. En ambos casos, eso sí, se integraría la misma resolución (QHD+) y un lector de huellas dactilares ultrasónico –similar al del Galaxy S10– situado bajo el propio panel.

Estéticamente, el Galaxy Note 10 presentaría diversos cambios respecto a la familia Galaxy S y a generaciones anteriores de su mismo linaje:

  • En la región posterior, el conjunto de cámaras fotográficas adoptaría una disposición vertical y se situaría en el lateral, de la misma forma que el iPhone X o el Huawei P30 Pro.
  • También la zona posterior abrazaría un nuevo abanico de colores entre los que destacan una serie de degradados cuyo aspecto varía en función de cómo incide la luz.

  • La perforación de la pantalla se situaría en el centro, a diferencia del S10.

  • Los marcos que flanquean la pantalla serían un poco más delgados que los presentes en el Galaxy S10, llegando casi hasta los bordes.

Como en modelos anteriores de la marca, los nuevos Note 10 contarían con un sistema de carga inalámbrica, aunque la transferencia de potencia se vería incrementada hasta los 15W, reduciendo así los tiempos de recarga. Lo mismo sucedería con la carga alámbrica, la cual, en el modelo Pro / Plus, podría alcanzar hasta 45 W de potencia con un adaptador de corriente compatible, rellenando más rápidamente su batería de 3.600 mAh, en el caso del modelo estándar, o de 4.300 mAh si nos referimos al de mayores dimensiones.

En lo que a almacenamiento se refiere, el fabricante podría poner a disposición de los clientes diferentes versiones: 256 GB, 512 GB y 1 TB. Todas ellas, eso sí, serían de tipo UFS 3.0, lo que mejorará significativamente el rendimiento general del teléfono. A día de hoy, el único teléfono comercialmente disponible en occidente con una memoria UFS 3.0 es el OnePlus 7 Pro.

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Bajo estos componentes, como es habitual en la familia Galaxy Note, se encontraría el S-Pen, un stylus inalámbrico que permite dibujar, tomar notas y realizar controles básicos en ciertas aplicaciones a distancia. Este elemento, en principio, no contará con grandes mejoras respecto a la generación anterior, pero sí estará presente en la familia Galaxy Note 10.

Para finalizar, Samsung diría adiós, por primera vez en la familia Note, al conector de 3,5 milímetros para auriculares. De esta forma, la compañía daría el paso definitivo hacia los sistemas de audio inalámbricos, una tendencia que fabricantes como Apple o Huawei han impulsado durante los últimos años.

La familia Galaxy Note 10 se posicionaría en una ventana de precios similar a la de generaciones anteriores. El modelo estándar oscilaría los 900 euros, mientras que la variante Pro / Plus elevaría dicha cifra por encima de los 1.100 euros, según WinFuture. A estas dos versiones habría que sumar un tercer modelo con 5G, cuyo precio podría ser ligeramente superior al de las dos variantes con conectividad 4G.