El nuevo Mac Pro no basa todo su diseño en una estética compacta con limitaciones tanto térmicas como en la ampliación de hardware. Esta vez es un precio de salida de 5 999 dólares quien cercena las expectativas de buena parte de los usuarios más entusiastas de Apple. Del mismo modo, la nueva Pro Display XDR parte de los 4 999 dólares, que suman otros 999 más si añadimos la peana oficial.

Enfocado al entornos creativos del más alto nivel, veamos en un primer lugar qué nos llevamos con el nuevo Mac Pro en su versión más básica y de 5 999 dólares. Esta es la única que hasta ahora cuenta con precio final –aunque se espera que completamente equipado supere con facilidad los 40.000 dólares–. Veamos por tanto cuales son sus capacidades reales y de ampliación.

Apple presenta el nuevo Mac Pro, un coloso con soporte a más y mejores componentes

Nuevo Mac Pro, la workstation definitiva de Apple

Mac Pro 2019
Apple

El nuevo Mac Pro cuenta con grandes capacidades a nivel de potencia. Aunque en su modelo más básico se quede algo corto de almacenamiento con tan solo 256 GB de SSD, este será siempre PCIe en sus dos ranuras. En su nuevo diseño modular, será posible hacerse con el más básico y ampliarlo posteriormente. Además de con mejores gráficos, más memoria, almacenamiento y aparentemente también su CPU, se podrá ampliar con nuevos componentes tanto de aceleración por hardware para ciertos entornos profesionales de producción de vídeo, como de entradas personalizadas para hardware de la misma industria.

Sus características completas, y a igualar, por otros grandes de la industria son las siguientes:

  • Procesador: 3,5/4,0 GHz Intel Xeon W, con 8 núcleos, 16 hilos y 24,5 MB de memoria caché.
  • Memoria: Parte de 32 GB, aunque es configurable con hasta 1 TB RAM a 2 993 MHz, llega ocupando 4 ranuras con módulos DIMM de 8 GB cada uno.
  • Almacenamiento: 256 GB de SSD, quedando un módulo M.2 libre. Su velocidad a 2,6/2,7 GB/s en sR/sW. Cifrado por el chip Apple T2
  • GPU: AMD Radeon Pro 580X, 8GB de memoria GDDR5, 5,6 TFLOPs de potencia.
  • PSU: 1280 W a 110 o 220V.
  • Ranuras de expansión:
    • Dos módulos de expansión MPX.
    • Tres PCIe 3.0 completos (uno x16, dos x8), con 75 W.
    • Un PCIe x4 para la tarjeta Apple I/O.
    • Opcional: tarjeta de aceleración Afterburner ProRes y ProRes RAW.
    • Opcional: unidades I/O dedicadas y compatibles con las principales plataformas de vídeo profesional.
  • Puertos:
    • Tarjeta I/O con dos puertos USB 3 en formato estándar USB A (5 Gb/s) y dos puertos USB C (10 Gb/s) con soporte Thunderbolt 3 (40 Gb/s) en el frontal y otros dos idénticos en la parte superior de la caja.
    • Dos puertos Ethernet de 10 Gb/s.
    • Conector de auriculares de 3,5 mm y altavoz incorporado.
  • Conectividad: Bluetooth 5.0 y Wi-Fi 802.11ac.
  • Accesorios incluidos, en plateado o negro:
    • Magic Keyboard con teclado numérico.
    • Magic Mouse 2.
    • Opcional: Magic Trackpad 2.

Las mejores alternativas al Mac mini dentro del universo Windows

Veamos qué ofrecen –y más importante, a qué precio– otros productos similares de dos de los jugadores principales de esta industria del alto rendimiento: Dell y HP.

Igualando el nuevo Mac Pro

La Precision 7920 Tower es la workstation de referencia más actual de Dell. Cuenta con decenas de opciones de personalización y de ampliación más allá de las versiones más básicas. Incluyendo las características más similares posibles, queda el siguiente equipo:

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  • Procesador: Intel Xeon Gold 6144, a 3,5/4,2 GHz (algo más de boost que el Xeon W del Mac Pro), también con 8 núcleos, 16 hilos y 24,75 MB de caché. Puede ser configurada con un segundo procesador, lo que subiría el precio en otros 2 800 dólares.
  • Memoria: 32 GB de RAM DDR4 en 4 módulos de 8 GB a 2 933 MHz. Hasta 3 TB en 24 módulos.
  • Almacenamiento: 256 GB SSD SATA (más lento que el PCIe), junto a otros 256 GB SSD por PCIe 3.0.
  • Gráfica: una Nvidia Quadro P4000 con 8 GB de memoria GDDR5, eso sí, de la línea profesional. Su rendimiento es similar a la AMD Radeon Pro 580X con sus 5,6 GFLOPS. Permite acomodar un máximo de dos.
  • Conectividad: WiFi 802.11ac y Bluetooth.
  • Puertos:
    • Doble puerto Ethernet 10Gb/s
    • Ranura para tarjetas SD.
    • Ocho puertos USB 3.0. Dos puertos USB C.
  • Licencia Windows incluida, Office a parte.
  • Precio final: 7 093 dólares, tras descuentos.

Vemos que su precio no es solo similar a la apuesta de Apple, sino que además es sensiblemente más costoso. Y eso tras aplicar grandes descuentos sobre un precio de referencia varios miles de dólares mayor.

La historia se repite con la workstation más ambiciosa de HP –quien se comparaba con el anterior Mac Pro de Apple–, otro de los gigantes de la computación, y su HP Z8 G4.

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Lo configuramos con las características más similares que encontramos en su web:

  • Procesador: mismo Intel Xeon Gold 6144, a 3,5/4,2 GHz, también con 8 núcleos, 16 hilos y 24,75 MB de caché. Puede ser configurada con un segundo procesador, lo que subiría el precio en otros 5 920 dólares.
  • Memoria: 32 GB de RAM DDR4 en 4 módulos de 8 GB a 2 933 MHz. Hasta 768 GB en 12 módulos.
  • Almacenamiento: 256 GB SSD PCIe.
  • Gráfica: una Nvidia Quadro P4000 con 8 GB de memoria GDDR5, con un máximo de tres.
  • Conectividad: WiFi 802.11ac y Bluetooth.
  • Puertos:
    • Doble puerto Ethernet 10Gb/s.
    • Opcional: ranura para tarjetas SD (+20 dólares).
    • Frontales: dos USB 3.0 y otros dos USB 3.1 tipoC. Otros seis USB traseros.
  • Licencia Windows incluida, Office a parte.
  • Precio final: 10 083 dólares, tras descuentos.

De nuevo, el precio no solo no es menor sino que se acerca peligrosamente a doblar el de la oferta estrella del catálogo de Apple. En esta ocasión, vemos como el procesador más básico es todavía más caro a través de este canal de venta. En ambas configuraciones, tanto de Dell como de HP, nos encontramos con diseños que pueden encajar hasta dos CPU, lo que queda fuera del alcance del nuevo Mac Pro.

Xeon sí, pero de workstation

Intel Xeon W
Intel

La diferencia principal y que determina en última instancia buena parte de esa diferencia final en el precio con las alternativas exploradas es su procesador. Si bien todos los procesadores elegidos son Xeon –que ocupa el hueco de servidores de Intel–, tienen ocho núcleos, un TDP de unos 150 vatios y se encuentran en un rango de frecuencias similar, los que equipan los nuevos Mac Pro forman parte de la más reciente línea Xeon W presentada hace un par de años, dirigida específicamente a workstations.

Esta diferencia podría parecer menor, y quizás para muchos de los usuarios finales realmente lo sea a nivel efectivo, pero tiene efectos relevantes en ciertos entornos de computación de alto rendimiento, como el hecho de que están limitados a placas base de un solo socket o de que pierden Omnipath –con transferencias de hasta 100 Gb/s entre unidades de computación–. En lo demás, se trata de procesadores muy similares a lo que vemos en las gamas más altas para consumo de Intel, con sus Core i9, con las memorias ECC, la certificación vPro, memorias ampliadas u otros añadidos que hasta su llegada en 2017 eran exclusivos de los Xeon de referencia que vemos en las alternativas de Dell o HP.

Estos nuevos Xeon W son por tanto más nuevos y cuentan con frecuencias más altas, propias de las nuevas generaciones de Intel, que las de los aparentemente similares Xeon Gold de hace un par de años. Estos eran más avanzados entonces para mantenerse en el juego todavía hoy, y establecen un gran peaje a su adquisición ahora que los más recientes Xeon W han sido finalmente anunciados. Probablemente aquí se encuentra buena parte de esa diferencia en precio, situando los 749 dólares –habitualmente referenciado para compra en volumen– del chip base del Mac Pro muy por debajo de los casi 3 000 de los Xeon Gold de estos.

La diferencia fundamental es que no parece que haya disponibilidad final de estos chips todavía, ni de placas base compatibles con ellos. Al menos actualmente. Cuando las haya, es más que probable que veamos renovados los procesadores del resto de equipos más ambiciosos del mercado.

Pero es probable también que no necesitemos buena parte de los añadidos que traen los procesadores profesionales, como la memoria con corrección de errores. En ese caso, y si 128 GB de RAM son suficientes, probablemente podamos ahorrar unos miles de dólares en torres más económicas e incluso montadas pieza a pieza. Ahí, el reciente Core i9 9900K y sus 8 núcleos con hyperthreading a 3,6 GHz y 5,0 GHz de boost, son más que competentes por 500 euros. Es más, una vez abierta esta puerta, las CPU de AMD –incluso tener en cuenta los recientes Ryzen 3000 en 7 nanómetros más eficientes y especialmente económicos– con sus enormes EPYC pueden ser una muy buena alternativa.

Un detalle curioso y que alimenta esta diferencia a favor de Apple es que en ambos casos todavía hemos de hacernos con un ratón, y en el caso de Dell también con un teclado. Ambos periféricos se incluyen en el paquete de Apple –y no son especialmente económicos por separado–. Por último, a todos ellos les faltaría el monitor principal para completar el equipo, y es ahí donde entra la segunda parte de la polémica que protagoniza esta vez Apple.

Pro Display XDR y su peana

Junto al Mac Pro 2019, Apple desveló la Pro Display XDR, nombre que hace referencia a un rango dinámico extremo y que utiliza las técnicas habituales las televisiones LCD de más alta gama actualmente, como la última línea QLED de Samsung. Al rango contraste dinámico habitual se suma una matriz de iluminación tipo Full Array que permite un contraste mucho más alto. Las principales cifras que da Apple son las siguientes:

  • Pantalla: LCD de 31,6 pulgadas, en relación 16:9.
  • Resolución: 6K, 6 016 x 3 384
  • Brillo máximo: 1 000 nits sostenidos (1 600 nits en pico), 500 nits sin HDR
  • Color: Espacio DCI-P3, con 10 bits
  • Precios: 4 999 dólares (acabado estándar), 5 999 dólares (acabado antirreflectante). Soporte y adaptador VESA se venden por separado, desde 999 y 199 dólares respectivamente.

Si bien es un monitor claramente enfocado a entornos de producción de imagen, es el último detalle el que ha levantado más ampollas. El monitor se vende sin ningún tipo de soporte, por lo que habrá que desembolsar otros 999 dólares si queremos colocarlo encima de una mesa.

Sony

Esto tiene cierto sentido, ya que quienes trabajan en estudios de producción cuentan a menudo con brazos que soporten los monitores con los que trabajan. En este sentido, para buena parte de ellos es más práctico pagar 5 000 dólares por un monitor, que 6 000 incluyendo la peana para finalmente no usarla. En cualquier caso, Apple no ha dado demasiados detalles que justifiquen el elevado coste independiente de la misma.

Si comparamos con uno de los monitores de edición de vídeo profesionales ya existentes, podemos situar al BVM-HX310 de Sony con el que se enfrenta la propia Apple. Se trata de un monitor 4K –que representa una resolución hasta un 60% inferior– y que cuenta además con una etiqueta de precio que puede hacer a la nueva Pro Display XDR hasta barata, con sus precio rondando los 40.000 dólares.

Un Mac Pro... ¿demasiado Pro?

Mac Pro 2019
Imagen: Eduardo Arcos.

Al final, Apple ya cuenta con equipos realmente avanzados y capaces dentro de sus all-in-one de referencia como el iMac 5K –también recientemente actualizados– o el iMac Pro. Estos evitan la torre, con sus puntos a favor en ciertos entornos, pero también ceden en las capacidades de ampliación y por tanto de versatilidad para las aplicaciones más profesionales. Sin verse actualizado desde su lanzamiento a finales de 2017, al iMac Pro también le va llegando el turno a una renovación de componentes.

Pero lo que quizá muchos usuarios estaban esperando es un Mac Pro algo menos Pro. Una torre tradicional y modular. Con componentes y rendimiento escalable, pero también accesible, incluso para aquellos no se encuentran en la cima de la pirámide de producción audiovisual y con los requerimientos más potentes del mercado.

https://hipertextual.com/analisis/imac-5k-2019

Para ellos, nada lleva a pensar que Apple tenga preparado algo más allá del reciente Mac Mini, actualizado unos seis meses atrás. Con unas prestaciones más que competentes con las alternativas que encontramos en el universo Windows deja fuera, eso sí, la opción a gráficos dedicados u opciones de ampliación más allá de la memoria principal.

Posiblemente el nuevo Mac Pro recupere el espacio que un día amasó dentro del nicho audiovisual más necesitado de rendimiento en bruto y, especialmente, gráfico. E incluso es más que posible que, por el camino, le ahorre algunos miles de dólares. Algunas de las voces del sector ya se pronuncian a favor de este nuevo coloso. El conflicto aparece cuando entendemos que la nueva torre de Apple es, muy probablemente, demasiado para la inmensa mayoría de nosotros. Y eso, per se, no lo hace caro. Al menos no hasta que haya otras opciones actualizadas y realmente equivalentes en el mercado.

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