Un informe interno del operador alemán Deutsche Telekom advierte que, de prohibir el uso de equipamiento de Huawei en el despliegue de redes 5G, la infraestructura de telecomunicación de Europa quedaría rezagada respecto a China y Estados Unidos.
La Comisión Europea estableció junio de 2020 como fecha límite para la liberalización y licitación del espectro radioeléctrico necesario. Se espera, por lo tanto, que las principales operadoras comiencen a prestar servicios 5G a partir de dicho momento.
El Gobierno de España subastará la frecuencia más importante del 5G a principios de 2020
Sin embargo, el diario económico Bloomberg señala que, según fuentes cercanas al informe elaborado por Deutsche Telekom, la retirada de Huawei de la lista de proveedores se traduciría en un retraso de, al menos, dos años en el despliegue de redes 5G.
Las operadoras que ofrecen servicio en Estados Unidos, China y Corea del Sur han comenzado a encender –o planean hacerlo próximamente– sus primeras redes 5G. La cobertura geográfica todavía es limitada, pero se espera que a lo largo de 2019 y 2020, con la llegada de los primeros smartphones compatibles, los despliegues reciban un gran impulso.
Prescindir de Huawei no es sencillo
Huawei es el mayor proveedor de equipamiento de telecomunicación en Europa. Deutsche Telekom, Vodafone y otros operadores europeos utilizan sus productos en sus torres de servicio e infraestructuras.
Para el despliegue de redes 5G, los operadores se apoyan en la red 4G ya instalada, cuyo equipamiento ha sido fabricado también por Huawei. Utilizar equipamiento 5G de otro proveedor, por lo tanto, incrementaría la dificultad del despliegue y la inversión necesaria para llevarlo a cabo.
Por el momento, Vodafone ha detenido la instalación de equipamiento Huawei hasta que los gobiernos de los países en los que opera se posicionen al respecto; Orange ya confirmó que no utilizará a Huawei como proveedor para sus redes 5G en Francia; y países como Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido, Alemania, Polonia y Noruega han prohibido –o valoran hacerlo– el uso de productos de Huawei en las redes de telecomunicación 5G.
Una situación complicada
El pasado lunes, Estados Unidos presentó cargos criminales contra Huawei. La compañía china, dos subsidiarias y su directora financiera –detenida en Vancouver el pasado 1 de diciembre– han sido acusados de violar sanciones económicas impuestas desde Washington, cometer fraude bancario y robar secretos industriales de la empresa estadounidense T-Mobile. La empresa china negó las acusaciones e insiste en su inocencia.
El pasado 14 de enero, un directivo de la división polaca de Huawei fue detenido tras ser acusado de llevar a cabo labores de espionaje en nombre de China y contra el país europeo. La corporación china decidió “rescindir el empleo del señor Wang Weijing” y aseguró que sus acciones “no tienen relación con la empresa”.
El fundador de la compañía, en una entrevista llevada a cabo en Shenzhen, aseguró que Huawei mantiene plena independencia respecto al Gobierno de su país natal. “Amo a mi país, apoyo al partido comunista, pero no haría nada que hiciera daño al mundo”, señaló.