Uno de los aspectos más interesantes de la industria móvil desde finales del año pasado es la inteligencia artificial en smartphones. Desde hacía unos años términos más específicos como aprendizaje automático no dejaban de aparecer en cada presentación de una gran tecnológica, pero siempre era algo que quedaba relativamente lejos del usuario final. Ahora son los smartphones los que hacen uso de redes neuronales entrenadas, con un rendimiento y una eficiencia envidiables, gracias al uso de las unidades neuronales de procesamiendo, motores neuronales y DSPs de Qualcomm.
Aunque todavía estamos conociendo para qué pueden servir estas partes tan destacadas dentro de los últimos chips móviles, más allá de detectar que un cielo es un cielo y darle un azul más vivo, para los desarrolladores resulta muy interesante contar con la potencia extra que ofrecen estas unidades, sobre todo porque tanto en iOS como en Android ya pueden comenzar a utilizarse plenamente, como en su día, cuando llegó la aceleración gráfica.
El A12 Bionic de Apple no tiene rival
Huawei, con su NPU, y Apple, con su Neural Engine, fueron los pioneros el año pasado en traer la inteligencia artificial a sus Huawei Mate 10 y iPhone X, 8, y 8 Plus. La compañía china ha presumido siempre no sólo de las ventajas que la NPU ofrece sobre el procesamiento clásico con CPU y GPU, sino de superar por bastante la potencia del Neural Engine de Apple. Y era cierto. A finales de año, Qualcomm también prometió triplicar rendimiento en inteligencia artificial en el Snapdragon 845 frente al 835, y cumplió, como ahora veremos. Los de Cupertino quedaban en una posición débil con el A11 Bionic en algo que todavía no era demasiado relevante, pero que sería crucial en el futuro.
El Exynos 9810 de Samsung no trajo nada relevante en ese sentido, aunque se espera que sí lo haga en la siguiente generación, que veremos, si todo sigue su curso, en el Samsung Galaxy S10. Por tanto, la relevancia en novedades quedó para la segunda mitad de año. En pleno IFA, como el año pasado, Huawei sacó pecho con el doble NPU del Kirin 980 de HiSilicon y trajo cifras de reconocimiento de imágenes usando redes neuronales como Resnet34 e Inception V3. Por ello, antes incluso de probar el Huawei Mate 20, y confiando en las cifras de la compañía, podemos ver si se mantiene líder frente a su rival más aventajado, el Apple A12, con el que ya intuimos que perderá en CPU, según cifras filtradas de los Mate 20.
Como vemos en el gráfico, la superioridad que el Apple A12 Bionic ha mostrado en benchmarks de CPU y GPU también llega a la inteligencia artificial. Huawei prometió un 134% de mejoría en rendimiento en IA sobre el Snapdragon 845, como vemos en la imagen del evento, y un 220% sobre el Kirin 970 en velocidad de reconocimiento de imágenes. El problema para la compañía china es que Apple con el A12 Bionic se ha centrado mucho en el Neural Engine, y ya sabemos qué pasa cuando en Cupertino se ponen serios con el silicio.
El motor del A11 Bionic contaba con dos núcleos, mientras que el del A12 Bionic cuenta con ocho. Phill Schiller, mientras lo presentaba, decía que era el apartado verdaderamente impresionante del nuevo chip. De 600.000 millones de operaciones por segundo del A11 se ha pasado a 5 billones de operaciones por segundo, es decir, ha mejorado aproximadamente ocho veces su capacidad de ejecución. Algo así se tenía que ver plasmado en las pruebas, y Apple habla de que es hasta 9 veces más rápido que el A11 Bionic manejando Core ML.
En Resnet34, el Neural Engine del A12 Bionic ha mejorado 6,19 veces o un 619% respecto al A11 Bionic, y en Inception V3, 4,66 veces o un 466%. No son exactamente las cifras de Apple, pero la mejoría es impresionante. La superioridad respecto al Kirin 980 es muy inferior a esas cifras, pero también bastante reseñable, con un resultado un 33% mejor en Resnet34 y un 39% en Inception V3. La mejora del Kirin 980 respecto al 970 también es notable, con un resultado un 108% superior en el primer caso y un 221% en Inception V3, que encaja totalmente con el 220% del que habló Huawei en IFA.
Ahora sólo queda esperar a tener el Kirin 980 en mano, dentro de los Huawei Mate 20, para comprobar si las cifras de Huawei son ciertas, que seguro que lo son, y a que Qualcomm y Samsung muevan ficha para ver quién es el rey de la inteligencia artificial móvil. Cuesta imaginar que puedan superar a Apple de aquí al Mobile World Congress, aunque no es imposible, pues Qualcomm ya obtenía buenos resultados del Hexagon 685.