La guerra de los patinetes se está convirtiendo en la nueva moda del año. 2017 fue el año de los Airbnb con las comunidades de vecinos en píe de guerra, principios de 2018 (y lo que queda por delante) el de los taxis en su lucha contra la actividad de Uber y Cabify. En el caso de los nuevos modelos de transporte de moda, la batalla principal está con los Ayuntamientos.

No son pocas las compañías que han surgido al amparo de una tendencia que comenzó en las alejadas costas de Silicon Valley y que comenzó a expandirse gracias al modelo de patinete de Xiaomi. Era de esperar que alguien viese un claro modelo de negocio y comenzase a explotar el sistema de transporte compartido en las ciudades. Lime y Bird pronto conquistaron el mercado en Estados Unidos y, alimentados por fuertes brazos financieros, comenzaron su expansión fuera de su país natal. Mientras, en España, algunos pequeños proyectos despuntaban con más o menos fortuna. Buho en Valencia, o la experiencia de UFO en Barcelona apuntaban a ser las primeras compañías de patinetes a nivel nacional. La realidad es que poco se ha sabido de ellas desde que Lime, la compañía financiada por Uber, aterrizase en Madrid y Valencia.

Las bicis que se van por los patinetes que llegan: las dudas de este negocio continúan

No exentos de problemas, los patinetes ya han recibido la sentencia de los Ayuntamientos de Barcelona y Valencia. Ocupación ilegal de la vía pública, por parte de una empresa privada, sin permiso del consistorio. Esta era la premisa que ambos Ayuntamientos manejaron para eliminar de las calles la primera oleada de vehículos a dos ruedas. Madrid, por su parte, ya prepara una de los textos más restrictivos de la serie. Una normativa, esperada para octubre de este año, que obligaría a las compañías a solicitar permisos de explotación y a circular por contadas vías en la capital.

Koko: el jugador con permismos

En este contexto, una startup acelerada por Demiun Startups en Madrid, ha puesto rumbo a Zaragoza con la idea de triunfar en el negocio de los patinetes eléctricos con la venia del Ayutamiento de la capital. Soportados por un grupo de inversores particulares y business angels, la idea de tomar Zaragoza como punto de arranque tenía sentido por la buena relación con el Consistorio, explica Oriana Circelli, una de las fundadoras de Koko:

"Es una de las primeras ciudades del país, pero sin ser demasiado grande. Por otro lado, Zaragoza es bastante conocida por que si algo funciona aquí se puede replicar en cualquier ciudad de España. Además, del Ayuntamiento por supuesto".

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Es, hasta la fecha, la única compañía de patinetes eléctricos que ha conseguido trabajar mano a mano con Ayuntamiento y lograr todos los permisos pertinentes. ¿Expansión a nuevas ciudades? Sus 200 patinetes, que empiezan a operar esta semana, de momento se quedan solo en Zaragoza. "Para nosotros es importante entrar en las ciudades de la mano de los Ayuntamientos", explica Oriana, "por lo que la expansión dependerá de la relación que consigamos construir en otras ciudades".

Adelanta que están en conversaciones con varias ciudades del país y, sin adelantar los nombres de las mismas, asume que algunas están siendo más obtusas que otras. Es de suponer que con la futura regulación de Madrid y las reticencias de Barcelona y Valencia, estas regiones no se encuentren en su hoja de ruta.

"Cada ciudad es muy particular y en sector que es muy innovador. Nosotros tenemos que adaptarnos a la regulación de cada una de ellas y eso es lo que estamos trabajando a nivel nacional. Estamos trabajando con muchos a la vez. Algunas con más receptivas, otras un poco menos, pero hay que tener paciencia con cada una de ellas".

En Zaragoza, de momento tienen permiso para circular por el carril bici de la capital y por las aceras a velocidad de peatón. Sin embargo, la pequeña tecnológica prepara junto al Ayuntamiento una nueva normativa que se adapte a las necesidades de ambos.

La estela de Xiaomi y la escalabilidad

Como no podía ser de otra manera, el primer fabricante de referencia para Koko fue Xiaomi, el líder del mercado de los patinetes. Pronto llegó el proveedor de Xiaomi con una oferta mucho más tentadora que se adaptaba a las necesidades de Koko tanto en precio, como en opciones para el sharing. Se podría decir que, a día de hoy, Ninebot es el mayor conquistador de los patinetes eléctricos. En esto, poco se diferencian de la tremenda competencia que campa a sus anchas por el mundo y, aunque asumen que hay muchos players interesados en conquistar España, "esto es una guerra local que se irá ganando ciudad a ciudad".

Patinetes eléctricos en Madrid: en un limbo legal hasta la llegada de la nueva normativa

La diferencia más palpable para la compañía, es el sistema de carga de los vehículos. Hasta la fecha, todas las propuestas integraban la necesidad de una suerte de economía colaborativa en la que a cambio de ingresos, usuarios recogerían patinetes durante la noche para cargarlos en sus casas y soltarlos por la mañana. Koko, de momento, apuesta por un sistema de carga interna. El propio equipo recoge y carga las unidades disponibles todos los días. Una elección que, sin duda, podría afectar a la escalabilidad del sistema a medio plazo si la idea es crecer en varias ciudades. Es por esto que, tarde o temprano según explica Oriana, "se optará por un sistema híbrido".

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