Los patinetes eléctricos son las nuevas bicis. O lo que es lo mismo, el nuevo quebradero de cabeza de los diferentes Ayuntamientos que se están enfrentando a un nuevo modelo de transporte, gestionado por compañías tecnológicas, que ha invadido las vías públicas.

Valencia, a petición del alcalde de la ciudad, Joan Ribó, ya ha lanzado la orden de retirar todos los modelos Lime de las calles de su ciudad. Invasión del espacio público por parte de una empresa privada sin permiso del consistorio; esta ha sido la premisa que se ha empleado para tomar la decisión. Barcelona ha hecho lo propio y, días antes, ordenaba la eliminación de todos los modelos de WIND. En este caso, el posicionamiento del consistorio gestionado por Ada Colau estaba en el reglamento al que se acogen los patinetes de la discordia: no son un medio de transporte al uso, sino que están vinculados a las actividades económicas de guías turísticos. El alquiler de los mismos para uso personal, por tanto, no está permitido. En cualquier caso, Barcelona es una de las regiones más restrictivas con los nuevos modelos de movilidad urbana. El sistema de aparcamiento regulado vigente, que no tiene los visos de cambiar, impide la entrada de compañías como Car2Go o Emov.

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Madrid, en el centro de la polémica

Volviendo al complejo caso de los patinetes, la pelota de su gestión se encuentra en el tejado de Madrid. A día de hoy, no existe una regulación expresa para el nuevo fenómeno de movilidad urbana en el Ayuntamiento de Madrid y, por tanto, "no hay vías expresamente autorizadas por el Ayuntamiento". Su único reflejo, según explica a Hipertextual el Ayuntamiento, es la instrucción 16/V-124 de la Dirección General de Tráfico sobre vehículos de movilidad personal.

Sobre la mesa, la idea de modificar el artículo 195 de esta regulación a lo largo de septiembre, el que se permitiría a los patinetes eléctricos, con capacidad para transitar a menos de 20 kilómetros por hora, ocupar las ciclocalles, carriles bici y pistas bici. Así como las calles señalizadas para circular a máximo 20km/h; aceras bici o sendas. También podrían circular por esas zonas los modelos Tipo B, los empleados por Lime que pueden alcanzar los 24 km/h, los cuales también podrían podría circular por zonas 30 (limitadas a la circulación máxima de 30km/h) en las que existe una coexistencia entre vehículos y peatones. Con unos modelos que, sobre el papel, pueden alcanzar los 50 km/h pero que se encuentran limitados por la compañía, no sería descabellada la idea de volver a limitar su velocidad para no superar, de ningún modo, el Tipo B.

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Además, en ningún caso, se podrá circular por aceras no consideradas aptas para bici o carriles bus. Esto, realmente no cambia para las compañías de bici que, en muchos casos para evitar el riesgo de las transitadas calles de la capital, optan por incumplir la norma.

¿Y el casco? Este ha sido uno de los grandes dramas que se ha vinculado a la actividad de las compañías de patinetes eléctricos. Lime, por su parte, decidió lavarse las manos desde el primer momento avisando a los posibles usuarios del uso del casco. ¿Qué dice la nueva regulación? Efectivamente incluye la mención al elemento de seguridad, pero solo para los usuarios de 16 años. Al igual que ocurre con las bicis de uso compartido, el uso del casco no será necesario aunque sí recomendado.

En términos generales, la idea del Ayuntamiento de Madrid es poner la regulación al nivel de las exigencias de su par en Barcelona.

La nueva regulación, además, pone un aviso importante a las compañías de patinetes eléctricos. Concretamente Lime en Madrid, la única compañía que ha aterrizado hasta la fecha, adelantándose a la compañía nacional UFO que buscaba hacerse un hueco antes de la irrupción internacional. El consistorio avisa de que "tendrán que cumplir las normas que rigen la ocupación del espacio público"; un apartado inexistente hasta la fecha, pero que avisa de la necesidad de "requerir una autorización municipal bajo unos estándares de calidad y seguridad que fijaría el propio Ayuntamiento".

Y qué dice la regulación actual...

Juega en un limbo legal, pero sí que se hace una lejana referencia a algo parecido a los patinetes eléctricos. Entienden que es imposible catalogarlos como peatón, por lo que a día de hoy no pueden hacer uso de las aceras y espacios reservados para aquellos, a no ser que el Ayuntamiento modifique tal aspecto. Tampoco pueden imponerse como vehículos a motor, por lo que tampoco pueden circular por las zonas reservadas a los transportes como homologación.

Entonces, ¿no pueden circular por las aceras? La realidad es que, a día de hoy, siguen la misma regulación que las bicicletas, salvo por su relación con los carriles bici. Sobre esto, el Ayuntamiento explica que, "los VMP podrán ubicarse físicamente en el ámbito de la calzada, siempre que se trate de vías expresamente autorizadas por la autoridad local. La autoridad municipal, no obstante, podrá autorizar su circulación por aceras, zonas peatonales, parques o habilitar carriles especiales con las prohibiciones y limitaciones que considere necesarias (relativas a masa, velocidad y servicio al que se destinan) para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía.”

La cuestión de las multas

Una de las grandes dudas del uso actual de los patinetes, a expensas de la entrada de la nueva regulación, es si las multas de la Policía Municipal han empezado a afectar a los usuarios de Lime o patinetes privados.

En este sentido, la Policía Municipal confirma a Hipertextual que no se ha multado a ningún usuario de patinete por el simple hecho de usar patinete eléctrico o no llevar casco. Si se ha procedido a alguna multa, registradas como sanción por movilidad y sin especificación de patinete, ha sido por circular fuera de las zonas acotadas por la legislación actual. Pero, añaden, nunca por la nueva normativa que no está aprobada.