Con una introspección necesaria del autodestructivo Hombre de Negro (Ed Harris), quid de este episodio de *Westworld*, se inicia “Vanishing Point” (2x09), un par de flashbacks relacionados con la índole de su oscuridad interna, las imágenes ya conocidas sobre el suicidio de Juliet, su esposa (Sela Ward), y una fiesta de alto copete del pasado en la que por fin profundizan en su carácter. A continuación, nos exponen a través de si hija Emily (Katja Herbers), o Grace, que le había rescatado de los indios en “Kiksuya” (2x08) después de que Maeve Millay (Thandie Newton) le dejara muy malherido en “Les Écorchés” (2x07), la razón por la que se niega a salir del caos que se ha adueñado del parque: se castiga de ese modo a sí mismo por la muerte de Juliet.
Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood), Teddy Flood (James Mardsen) y otros androides llegan a un enfrentamiento con un grupo de indios al que encabeza Wanahton (Martin Sensmeier) y que pretende cerrarle el paso en su camino hacia Gloria, tal como el jefe Akecheta (Zahn McClarnon) dijo que había que hacer en el capítulo anterior: sólo quedan ellos y el mencionado indio en pie y, cuando Teddy tiene oportunidad de liquidarle, algo se lo impide: ¿los poderes de Maeve, su antigua naturaleza compasiva, que resurge, o ambas cosas porque esta anfitriona autoconsciente es capaz de reescribir su código? Mientras tanto, Roland (Aaron Fili) ha conseguido replicar las habilidades de Maeve en Clementine Pennyfeather (Angela Sarafyan) bajo su control.
Emily le dice a su padre que quiere unirse al supuesto proyecto de la inmortalidad robótica y, más avanzada la fiesta del pasado, el Hombre de Negro se topa con Robert Ford (Anthony Hopkins) en una barra, y por su conversación sabemos que la compañía había acordado respetar “las historias” de Ford si este se mantenía fuera del valle, a lo que él responde que con el proyecto de marras se incumple el pacto. En la línea temporal intermedia, Ford conduce a Bernard Lowe (Jeffrey Wright) hasta Maeve para que ella lea un mensaje que le ha dejado en la mente robótica del segundo, y después, el mismo se reúne con Elsie Hughes (Shannon Woodward) y le cuenta que en el valle está la Forja, las instalaciones donde guardan “el código” de los huéspedes.
El Hombre de Negro le revela a Emily que el escáner con el que recopilaban la información cognitiva de los huéspedes se encuentra en los sombreros que les proporcionaban a cada uno y, tras mostrarnos en otro flashback el desequilibrio de Juliet, la intención de internarla de nuevo en una clínica para que se desintoxique y la propia escena del suicidio por sobredosis, una disputa en la que él vuelve a pensar que Emily es un androide la lleva a decirle que va contarle a todo el mundo su proyecto y le va a internar como pretendía hacer con su madre. De repente, el Hombre de Negro dispara contra el equipo humano que pretendía recogerles y contra Emily, insistiendo en su sospecha insidiosa, y descubre que su hija llevaba una tarjeta que Ford le había dado a él durante su poco amistoso encuentro en la barra.
Ford le confiesa mentalmente a Maeve que ella es su anfitriona favorita, y la ayuda a recomponerse para que escape; y, en otro escenario, de camino a la Forja, le insiste a Lowe en que Elsie lo traicionará y debería librarse de ella. Pero él, no sólo no quiere hacerle ningún caso, sino que elimina de su código su conexión para que lo deje en paz, y se marcha sin Elsie para protegerla. Y el Hombre de Negro se propone pegarse un tiro por haber matado a su propia hija mientras recuerda su confesión a una Juliet supuestamente inconsciente, que cometió suicidio al no tener dudas de que su esposo es un desalmado que pertenece a Westworld, y contemplando sus atrocidades allí en la tarjeta de memoria que había ocultado en un libro; pero desiste, y duda de su propia naturaleza.
Y, en un edificio de madera abandonado donde Teddy para en su cabalgadura con Dolores hacia Gloria, por las palabras que le dirige a ella sabemos que es capaz de recordarlo todo, incluso la primera vez que la vio durante un test de Arnold Weber (Wright) en sus instalaciones, y que, pese a sus sentimientos, no puede zafarse de pensar lo que ella le hizo en el episodio “Akane No Mai” (2x05): “Me cambiaste, me convertiste en un monstruo”, le espeta. “Para que pudieras sobrevivir”, se justifica Dolores. “¿De qué sirve sobrevivir si somos tan malos como ellos?”, le replica él. “Ahora entiendo cómo acabará esto, a dónde nos llevarás”. Y, como no podría dañarla de ninguna forma, Teddy lleva a cabo lo que la cobardía del Hombre de Negro no le permite: prefiere descerrajarse un tiro en la sién, dejando a Dolores horrorizada en este clímax absolutamente imprevisto de “Vanishing Point”. autodestructivo