El sector del taxi no es el único que se ha atrincherado en contra del unicornio español. Desde hace tiempo, algunos sectores de la esfera política han lanzado acusaciones en contra de Cabify. Concretamente Podemos, liderada por Pablo Iglesias, ha mantenido un discurso en contra de la plataforma de transporte made in Spain desde las pasadas elecciones generales.
En contra de "la nueva economía" de Cabify, la precarización del trabajo y, lo que para ojos del partido, es una compañía que tributa fuera de España. Recordemos que la sede fiscal de la tecnológica se encuentra precisamente en Delaware, afirmando ellos mismos en reiteradas ocasiones que los impuestos generados en cada geografía en la que operan se tributan al 100%. Un dato que para Podemos carece de valor.
Sea como fuere, la posición de Podemos ha sido clara. La portavoz parlamentaria, Irene Montero, y el responsable de Sociedad Civil, Rafael Mayoral, a través de tuit, entrevistas e incitación a la huelga de los taxis del pasado 2017, defendieron la idea de los impuestos fugados. Ahora, según ha adelantado eldiario.es, la tecnológica ha cumplido con su amenaza y ha demandado al partido político por atentar contra su honor. Aportando como pruebas la retahíla de tuits publicados por Podemos en la red social.
La respuesta, nada agradable, del sector del taxi a la proposición de conciliación de Cabify
Según explica el medio, el texto en el que se recoge la demanda, Cabify explica que ha intentado acercar posiciones con el partido de Pablo Iglesias sin llegar a tener éxito en su objetivo. Algo similar a lo que ya ocurriese días antes del juicio entre Fomento y la CNMC, para decidir el futuro de la normativa de vehículos con licencia en España, invitando al taxi a unirse a la convocatoria. Al igual que podemos, el taxi dio su no por respuesta. EL resultado en este caso tendrá su resolución ante el juez. La vista de conciliación tendrá lugar el 22 de junio, aunque Podemos advierte que no retirará ningún comentario u opinión vertido sobre Cabify.
Según la compañía, el hecho de que un partido político se pronuncie en contra de una compañía con actividad en el país, supone un grave daño a la imagen de la misma. En este sentido, Cabify argumenta que "confían en poder explicar ese día a los dirigentes de Podemos el modelo de negocio de la compañía y, con los datos y pruebas que avalan la absoluta legalidad de su actividad, lograr una rectificación pública de esas acusaciones inciertas".