Están siendo unas semanas y meses movidos para Facebook y su abanico de compañías y servicios. Hoy, de forma inesperada, Jan Koum ha renunciado a su puesto. El fundador y CEO de WhatsApp, que fue adquirida por Facebook en 2009, ha anunciado su abandono con una escueta publicación en Facebook pero son muchas las voces que hablan de una mala relación y ciertas tensiones entre Koum y Mark Zuckerberg.

Distancia generada por las opiniones enfrentadas en lo que a la seguridad y el cifrado de datos se refiere. Tanto es así que, como aseguraban desde Washington Post, la noticia de hoy podría venir dada por el nuevo modelo para WhatsApp propuesto por Zuckerberg, hablando de eliminar su independencia como servicio e integrarlo junto a Facebook, Messenger e Instagram, cruzando datos con estas tres aplicaciones.

Facebook no solo recolecta datos de sus usuarios, también de quienes no lo son

Al final, todo apunta a que el creador y CEO de Facebook buscaba debilitar el sistema de encriptación de WhatsApp para terminar teniendo acceso a datos de usuarios y utilizarlos para fines comerciales. Koum no ha mencionado nada de esto en sus declaraciones y, como era de esperar, el tono general de su despedida es del todo cordial. Asimismo, el propio Zuckerberg apenas ha tardado en responder, afirmando "echar mucho de menos trabajar juntos" y "estar muy agradecido por todo lo que ha aprendido, incluyendo sistemas de encriptación".

Sea como fuere, esta sensible baja en el equipo de WhatsApp hace que, tras el abandono de Brian Acton en 2017 (precisamente tras descubrir que Facebook había permitido la manipulación de datos de usuarios), los fundadores originales del servicio ya no estén a bordo y Zuckerberg y su equipo tengan vía libre para dirigir el barco. Solo el tiempo dirá si la vía propuesta por Facebook se aleja de lo que Koum y Acton buscaban y, sobre todo, lo que merece el usuario final.

Como decíamos, esta es la última noticia de peso en unas semanas ajetradas para Facebook: lo que empezó con el escándalo de Cambridge Analytica y llevó a Zuckerberg a declarar al Senado ha provocado cambios de peso en Instagram y en la propia Facebook y, ahora, evidencia un previsible cambio de rumbo en WhatsApp.