Desapareció a finales de 2014 y ha tardado casi tres años en retornar al redil de la música en streaming. La hija pródiga, Taylor Swift, ha anunciado que a partir de esta medianoche todo su catálogo estará disponible en una de las plataformas de música más grandes del mundo: Spotify. De forma simultánea, también se ha reconciliado con el resto del sector; y también estará disponible en Amazon Music Unlimited, Amazon Prime Músic, Tidal, Pandora Premium y otros. Tanto en los niveles gratuitos de las plataformas, como en sus versiones de pago.
Según ha publicado la cantante en su Twitter personal, la vuelta a Spotify y compañía, además de una clara intención de negocio, es la culminación de una serie de éxitos con su último álbum 1989. Desde su estreno ha conseguido vender 10 millones de discos y 100.000 millones de canciones en total.
❤️❤️❤️❤️❤️ pic.twitter.com/kcpY03qHLp
— Taylor Nation (@taylornation13) 8 de junio de 2017
La relación entre las compañías de streaming, Taylor Swift y su discográfica no han sido del todo buenas en los últimos años. La joven artista, ídolo de masas, es una de las más rentables de un sector que ha ido perdiendo fuerza con el paso de los años. Pese a la situación del mercado a la baja, ella ha conseguido batir récords de forma consecutiva. La publicación de 1989 ha sido la culminación de una serie de éxitos.
Según la consecución de los hechos desde 2014, la posición del bando de Taylor se basaba en la protección de su producto por encima de los deseos de las multinacionales de streaming. La propuesta del equipo de relaciones públicas de la cantante posicionó su imagen como la de una "joven comprometida con los derechos de la música". Ya en 2014, Taylor Swift explicó su punto de vista el Wall Street Journal, donde contaba que los servicios de streaming eran los causantes de aumentar la piratería y reducir las ventas de álbumes. O lo que es lo mismo: los derechos de los cantantes por encima de Apple o Spotify que, según su punto de vista, abusan de los precios pagados a los artistas en comparación a los ingresos multimillonarios que estos reciben de sus usuarios. Esto podría haber salido muy mal o muy bien; la suerte ha querido que el mundo mirase con buenos ojos al ángel rubio y mantuviese su estatus de líder en las listas de ventas. Único reducto donde se pudo escuchar su música durante algún tiempo.
El tiempo quiso que Taylo y Apple se reconciliasen de forma determinante. Los tres meses gratis que ofrece la compañía como prueba para sus nuevos usuarios se consideraron desde la filas de Taylor como una de las traiciones más grandes al negocio de la música. Sin embargo, era el movimiento clave para la tecnológica que, entrando en un sector ya maduro, tenía que convencer a millones de clientes de Spotify a que se pasasen a su servicio. Pero Apple recapacitó y se plegó a los deseos de la artista ofreciendo una solución. Eddy Cue, vicepresidente de Software de Internet y Servicios y principal responsable de Apple Music anunció que, pese a no cobrar a los usuarios por esos tres meses de prueba, los artistas si verían pagados sus derechos durante ese tiempo. El acuerdo se extendió hasta mediados de 2015 cuando, oficialmente, Taylor decidió poner 1989 en Apple Music, dejando de ser iTunes el único servicio de música digital el que podía disponer del álbum.
Después de toda la guerra con la compañía de la manzana, quedaba otro frente abierto: Spotify. Estos no tienen un servicio de pago obligatorio, por lo que eran gentes non gratas para el equipo de Taylor. Pero no podían evitar por mucho más tiempo a la plataforma streamimg más poderosa. Habiendo demostrado que puede tener éxito sin ella, el equipo de Swift no se puede permitir el lujo de prescindir del marketing que supone Spotify para su preciada artista. Así que, en cualquier caso, esta decisión es una simbiosis de puro interés para ambas partes. Bienvenida de nuevo a Spotify Taylor.