A lo largo del Build 2017 de Microsoft hemos visto multitud de diapositivas y vídeos con modelos de iPhone o teléfonos con Android. Esto, viniendo de un fabricante que tiene su propio sistema operativo para móviles, es más bien raro. Pero viniendo de Microsoft, no tanto: su último Lumia es de febrero de 2016, los trimestres pasan sin novedades ni noticias de Windows 10 Mobile, los fabricantes le han dado la espalda y en general, el móvil parece una batalla perdida.
¿Podemos dar por muerto entonces a Windows 10 Mobile? Sí y no. Satya Nadella en GeekWire:
Pensamos en la movilidad en un sentido amplio. Es decir, pensamos en la movilidad de las personas a través de todos los dispositivos, no sólo alrededor de un único dispositivo. Dicho esto, no nos estamos alejando o retirando de los teléfonos móviles.
Lo que vamos a hacer es enfocar ese esfuerzo en intentar diferenciarnos. Si miras un teléfono con Windows, nos diferenciamos en su capacidad de gestión, en la seguridad, en la posibilidad de tener un teléfono que puede funcionar como un ordenador. Por lo tanto vamos a potenciar estas formas de diferenciación. De hecho, el HP X3 es todo un ejemplo de dispositivo distinto y construido hacia esa dirección. Seguiremos buscando form-factor diferentes, nuevas funciones, al mismo tiempo que reforzamos nuestro software a través de una gran variedad de dispositivos. Ese será nuestro enfoque.
No estamos dejando de lado a nuestros usuarios de Windows en teléfonos. No obstante, reconocemos que hay otras plataformas que tienen mayor cuota de mercado y queremos asegurarnos de que nuestro software está disponible también en ellas.
Ese guiño al HP X3, un teléfono que se encuentra por encima de los 600 euros, es un guiño al propio futuro de la plataforma. El mercado del HP X3 es el mercado corporativo, y ya. Ningún consumidor más allá de algún tecnólogo anecdótico con devoción por este ecosistema se plantea este teléfono frente a los teléfonos con Android o iPhone que le iguan en precio. Es un terminal pensado para ser comprado en palés por grandes empresas con sus empleados y directivos como destino. Y si este smartphone es el mejor ejemplo que puede dar Nadella de sus prioridades para el móvil, no hace falta ser matemático para hacer la suma: el futuro de Windows para móviles está en las empresas. Nada más. Si no, algún Lumia se hubiese anunciado en los últimos quince meses. Pero no. El mejor momento de la plataforma quedó atrás.
"Microsoft se va a centrar en ser relevante dentro de las dos grandes plataformas"
Esto es cierto, pero no es nuevo:
- Octubre de 2013: Microsoft Remote Desktop, control remoto de Windows en iOS y Android
- Noviembre de 2014: Office llega a iOS y Android
- Febrero de 2015: Microsoft compra Sunrise, el popular calendario para iOS y Android
- Mayo de 2015: Cortana llegará a iOS y Android
- Junio de 2015: Microsoft compra Wunderlist
- Julio de 2015: Así es Arrow, el nuevo launcher de Microsoft para Android
- Diciembre de 2015: Microsoft ha hecho una app de selfies para el iPhone
- Abril de 2017: Microsoft lanza una nueva app de cámara para iOS, Sprinkles
Y se podrían añadir varios ejemplos más. La estrategia de hacerse grandes a través de aplicaciones en iOS y Android, cual caballos de Troya, no es nueva. De hecho, tiene bastante recorrido. ¿Qué tal ha funcionado? Podríamos decir que regular. Office 365 está siendo un éxito que ya alcanza los 100 millones de usuarios, aunque el verdadero acierto de Microsoft con él ha sido moverlo a un entorno de suscripciones, no tanto llevarlo a iOS y Android. Sobre todo si tenemos en cuenta que la gran fortaleza de Office 365 es el mercado corporativo primero y el académico después. Es decir, PC y PC + Mac.
Tercera vía
Lo visto en Build deja un nuevo patrón, símbolo de la era de Satya Nadella: convencer a los usuarios de iPhone y Android de que la mejor forma de acompañar a sus dispositivos es con un Windows, ya que sus aplicaciones y servicios permiten extender a iOS y Android una parte de la experiencia Continuum: poder mantener el mismo flujo de trabajo y ocio aunque cambiemos de dispositivo, y con él, de plataforma. O lo que es lo mismo: la experiencia que ofrece la combinación macOS + iOS, pero adueñándose solo del puente y dejando que cualquier usuario de cualquier fabricante pueda hacer uso de él.
Las estrategias de Apple y Microsoft son más diferentes que nunca: cada vez tenemos más dispositivos (smartphone, reloj, tablet, ordenador, set-top-box, videoconsola...), Apple quiere que todos sean suyos y Microsoft asume que solo una parte de ellos usará Windows. En parte por resignación, en parte por convencimiento estratégico, esta es la nueva Microsoft y ya podemos acostumbrarnos a ella. Lo de usar SwiftKey, otra de sus compras móviles, para consolidar la idea de un teclado universal sin importar el dispositivo, es el mejor ejemplo.
"Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma", dijo alguien. El consumidor ha huido de Windows Phone, y los pocos que llegaron a buscarlo se fueron para no volver (para más información, la gráfica de arriba), nadie ha ido a por Bing en lugar de a por Google cuando le han dado la suficiente libertad, y el mercado de PC's, aunque no es culpa de Microsoft, no ha hecho más que ir a la baja. Finalmente, Microsoft se mete en serio en nuestros iPhone y móviles con Android. Ya no es un farol.