Every Day

El 23 de febrero de 1987, un día después de la muerte de Andy Warhol, Karl Baden decidió iniciar el proyecto fotográfico que marcaría su vida.

Baden se hizo una fotografía a sí mismo con su cámara de 35 mm, un trípode, una iluminación determinada y un telón de fondo; y repitió la misma fotografía cada día. Este jueves se cumplen 30 años de la primera fotografía del hombre que empezó a hacerse selfies cuando todavía nadie se las hacía.

El proyecto Every Day (Cada día) no tenía como objetivo popularizar el fenómeno de las selfies. De hecho, el autor afirmó para AP que no le gusta que su trabajo se compare con las fotografías que se publican diariamente en Facebook e Instagram aunque reconoce que el éxito de las selfies ha ayudado a dar a conocer su proyecto de 30 años de duración y expuesto en galerías de Nueva York o Boston, entre otras.

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Las cerca de 11.000 fotografías que componen Every Day muestran el envejecimiento y el paso del tiempo, pero también, según Karl Baden, la obsesión y la perfección. La fotografía debía ser cada día la misma, y mantener la estética ha sido una difícil tarea.

En primer lugar, Baden no pudo dejarse crecer la barba o el bigote, y tuvo que mantener su corte de pelo diariamente para mantener el estilo de las selfies. Por otro lado, la luz y la expresión también debía ser igual en las miles de fotografías. "Aunque intento hacer que todas las imágenes sean iguales, fallo todos los días", reconoció.

El proyecto fotográfico ha sido una demostración física de la vida de Karl Baden, además de una prueba de sus retos más difíciles. En 2001, las fotografías fueron testigos de los efectos físicos de la quimioterapia para el cáncer de próstata que sufrió Baden. Finalmente, el artista consiguió superar la enfermedad y la única consecuencia visible es que no le volvieron a crecer las cejas.

A pesar de que Baden afirma que su fotografía diaria es un acto dentro de su rutina, "como lavarse los dientes", el protagonista de Every Day olvidó un día tomarse su selfie. Menos por el pequeño descuido, Baden ha conseguido seguir con la costumbre durante 30 años, y no tiene en mente detener el proyecto.

La prueba de vida

Some Photos of That Day

Karl Baden no ha sido el único que ha plasmado el paso del tiempo y su vida a través de la fotografía. El cineasta y fotógrafo Jamie Livingston capturó momentos de su vida durante 18 años en el proyecto Some Photos of that Day, desde el día en que adquirió la cámara Polaroid SX-70 en 1979.

A diferencia del proyecto Every Day, el de Jamie se basa en fotografías que muestran momentos de su día a día, desde momentos felices hasta algunos más amargos: su vida en Nueva York, su paso por la universidad y sus relaciones con los amigos están retratadas en las fotografías hechas con la Polaroid.

En 1997, Jamie fue diagnosticado de cáncer y, a partir de ese momento, el proyecto tuvo un significado mucho más relevante en su vida.

Además de su lucha contra la enfermedad, Some Photos of That Day muestra los últimos momentos del fotógrafo, como cuando le entrega un anillo de compromiso a su novia semanas antes de su muerte.

Las 6.000 imágenes de 1979 a 1997 se convirtieron en la prueba de vida de Jamie Livingston y en una manera de contemplar lo que Jamie vio cada día durante 18 años.

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