A pocos días del primer aniversario de la llegada del orbitador chino Tianwen-1 a su destino orbitando alrededor de Marte, la nave ha querido enviar un regalo a la Tierra. Y es que, con motivo del Año Nuevo Chino, se ha usado por primera vez un brazo robótico que le ha permitido realizar su primer selfie.
No es el primer vehículo marciano que posa ante su propia cámara. Ya pudimos ver por ejemplo a la sonda InSight, de la NASA, dar su mejor perfil con el planeta rojo como telón de fondo. Pero eso no hace menos emocionante la fotografía que acaba de regalarnos Tianwen-1. Y es que todo el proceso ha sido una sorpresa.
Todo ocurrió a principios de enero, cuando el orbitador de Tianwen-1 liberó una pequeña cámara para acompañarle durante su viaje alrededor de Marte. Esto fue muy emocionante, ya que con ello se esperaba que se pudieran obtener bonitas fotografías del territorio marciano. Pero, por si eso fuera poco, ahora aquella cámara ha liberado un brazo robótico que, a modo de palo selfie, ha recogido fotografías y vídeos tanto del propio orbitador como del planeta rojo. Es el regalo especial que la Administración Espacial Nacional China (CNSA) ha querido hacer con motivo del inicio del año del tigre de agua.
Un selfie marciano para dar la bienvenido al Año Nuevo Chino
Las imágenes del selfie de Tianwen-1 han sido compartidas por la CNSA en su cuenta de la red social china Weixin, aunque también se encuentran publicadas en Twitter, en la cuenta del periodista especializado en el programa espacial chino Andrew Jones.
En ellas puede verse primero al orbitador ajustando sus paneles solares y poco después, en el lateral de nuestras pantallas, un bonito panorama de Marte. Estas serán las dos misiones de la cámara y su brazo robótico. Por un lado, mostrarnos imágenes del planeta rojo. Por otro, monitorizar los diferentes instrumentos que viajan a bordo del orbitador del Tianwen-1. Pero en esta ocasión la misión del palo selfie, de 1,6 metros de longitud, no es otra que enseñar al mundo la belleza marciana.
Volando a apenas unos cientos de kilómetros de la superficie de Marte, Tianwen-1 nos enseña un paisaje bermellón salpicado de brillantes glaciares.
La misión de Tianwen-1 en Marte
De momento Tianwen-1 nos ha regalado un bonito selfie con motivo del Año Nuevo Chino. Pero, lógicamente, la misión no se lanzó hasta allí solo con ese fin. De hecho, no consta solo del orbitador, ya que junto a él se enviaron también un módulo de aterrizaje y un rover, bautizado como Zhurong.
Durante los 661 días que se espera que dure la misión, los tres aparatos colaborarán para explorar Marte en busca de restos de vida, ya sea actual o antigua. Además, desde su llegada a la órbita de este planeta han estado realizando mapas de la topografía de la superficie marciana, la características del suelo, la composición de sus materiales, el hielo, la atmósfera y el campo ionosférico. Para eso, sin duda, será también muy útil el brazo robótico que se acaba de extender desde la cámara del orbitador.
Pero ya habrá tiempo para eso. Ahora en China están festejando el Año Nuevo y las fiestas son una situación idónea para hacernos fotos con nuestra mejores galas. Siempre que no nos hayamos pasado con las copas, por supuesto. Y claro, Tianwen-1 también quería la suya. Aunque se encuentre a decenas de millones de kilómetros del lugar de la celebración.