Día triste para los amantes de la telefonía móvil en España, ya que Hoy Toca Crisis en otro sentido. La mítica empresa taiwanesa que primero fue un fabricante de teléfonos génericos y luego ganó mucho nombre con Windows Mobile y Android, cierra sus oficinas en España, aunque seguirá vendiendo sus teléfonos actuales y próximos a través de distribuidores locales.
También mantiene en España la división de realidad virtual nacida en colaboración con Valve y materializada en Vive, su kit de realidad virtual de gama alta, que probablemente es su mejor producto en los últimos años. El aspecto negativo para la compañía es que ese es aún un mercado por explorar y que de momento no parece que pueda llevar a cosechar éxitos como el del Nexus One o el de la HTC Desire.
La noticia no era del todo esperada pero tampoco sorprende. Según el comunicado de la compañía a Zonamovilidad, "la decisión se enmarca dentro de la estrategia de reordenación de nuestro negocio, el cual pasa por un modelo operativo más ligero y ágil[...]".
Lo cierto es que el mercado español no tiene ningún rasgo que resulte favorable al momento actual de HTC, ya que además de no tener ya la potencia de antaño con las operadoras, ni tienen una apuesta interesante por la gama media ni la gama alta resulta atractiva por precio por carencias en marketing y en falta de diferenciación.