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En pleno invierno, cuando apenas hay unas horas de Sol en el Polo Norte, las temperaturas descendían lo suficiente como para que aumentase el grosor del hielo en el Ártico. Sin embargo, en las últimas horas, los científicos han visto con preocupación cómo el Polo Norte está 20ºC más caliente de lo que sería normal en esta época.

Los datos ofrecidos por el Instituto danés de Meteorología son muy significativos. Los expertos han recopilado la evolución de las temperaturas en el Ártico entre 1958 y 2016. En las últimas horas, se ha observado una anomalía en el Polo Norte, por el que esta región está 20ºC (36ºF) más caliente de lo que debería. Sus datos han sido contrastados por el Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine, donde se ve el incremento inusual de temperaturas en esta región polar.

El apagón del aire acondicionado del planeta

"Es un síntoma preocupante, que acojona", dice Andreu Escrivà, doctor en Biodiversidad y divulgador ambiental. "Sabemos que el cambio climático se amplifica en las zonas polares, sobre todo en el Ártico. Además los últimos estudios apuntan que las previsiones para el Ártico se habían quedado cortas", explica en conversación telefónica con Hipertextual.

El experto enumera las posibles causas de esta anomalía en la temperatura del Polo Norte. "Entiendo que los 20ºC de más son una excepción, pero es un síntoma de alarma muy preocupante", comenta el autor de Encara no és tard (Todavía no es tarde, en castellano), un libro de divulgación sobre el cambio climático ganador del XXII Premi Europeu de Divulgació Científica Estudi General de la Universitat de València.

Pero, ¿qué explica este incremento inusual de las temperaturas en pleno invierno? Como las capas de hielo son más finas que antes, el suelo absorbe más radiación y el aire se calienta más, motivo por el que se trastoca la circulación atmosférica. Aunque los científicos están todavía evaluando los modelos para entender este cambio, parece ser que masas de aire más húmedo y caliente suben desde abajo y provocarían un aumento de la temperatura. Además, los últimos estudios apuntan a que la corriente de chorro, que transporta el aire por todo el hemisferio norte, también podría estar viéndose afectada.

polo norte
Instituto danés de Meteorología

"Sabemos que el cambio climático es una realidad porque tenemos muchos datos al respecto. Este síntoma preocupante es una situación anómala, dado que el Ártico funciona como el 'aire acondicionado' del mundo. Es una masa helada y de agua fría, una especie de 'refrigerador' del planeta que funciona por equilibrio. Si desapareciese o se apaga intermitentemente, como ocurre ahora, puede haber efectos que ahora mismo no podemos predecir", señala Escrivà. Los especialistas hablan de cambio climático desbocado para referirse a los procesos que, en caso de superar ciertos límites, escaparían de nuestro control. "Tendríamos un problema muy serio", añade.

El incremento inusual de las temperaturas del Polo Norte, a pesar de ser una anomalía puntual, es un serio aviso de que "nos estamos acercando a ese umbral, al punto de no retorno que provocaría el cambio climático desbocado", avisa el divulgador ambiental. "Si pasamos ese límite, no habrá marcha atrás. Es como si el planeta fuera un equilibrista en la cuerda floja. En el caso de que empujes una vez, podría recuperarse. Pero si empujas de forma continua, finalmente acabará cayéndose", explica.

En cualquier caso, síntomas de alarma como el observado ahora en el Polo Norte nos avisan de un futuro que podría llegar a ser apocalíptico en caso de no cumplir los objetivos de la Cumbre de París, como ya advirtió Naciones Unidas. "Lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico, podría provocar perturbaciones en otras zonas. En caso de no reducir las emisiones contaminantes, es posible que se incrementen los fenómenos extremos, aunque hay que tomarlo con cautela porque no debemos extrapolar las situaciones", resalta. Los signos preocupantes, sin embargo, sí deberían provocar una reflexión en el Ejecutivo de Donald Trump y en otros gobiernos, con el fin de reducir las emisiones contaminantes.

osos polares
Arturo de Frias (Wikimedia)

Además del aumento del nivel del mar provocado por el deshielo de las regiones polares, es posible que cambien las dinámicas y los ecosistemas boreales, afectando no sólo a los osos polares. En un hipotético escenario, en el caso de que las capas de hielo se siguieran derritiendo, los clatratos podrían liberar el metano que contienen en su interior. Como explica Escrivà a Hipertextual, "los clatratos son estructuras que encapsulan el metano, un gas más potente que el dióxido de carbono, lo que podría provocar que no solo apagásemos el aire encendido del Ártico, sino que encendiésemos otro calentador".

"De momento no ha ocurrido, pero si estos fenómenos comienzan a ser frecuentes, podemos hablar de que en un plazo de siglos, se perdería por completo la masa de hielo de Groenlandia. Como consecuencia, el nivel del mar podría subir hasta siete metros", alerta. El aumento de 20ºC en el Polo Norte es una situación puntual y excepcional, pero debería servir como un serio aviso del futuro catastrófico que nos espera si no se toma en serio la lucha contra el cambio climático.

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