Bajo la apariencia entrañable que destilan las fotografías, los osos polares esconden una naturaleza salvaje como la de cualquier otra especie. Ante la escasez de alimentos, el mayor carnívoro terrestre busca comida donde sea más sencillo. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con diez ejemplares adultos y cuatro cachorros que han acorralado a varios científicos rusos en la isla Troynoy (Izvesti Tsik), en pleno Ártico.
Según informa la agencia TASS, los investigadores llevan atrapados en el interior de una estación meteorológica del mar de Kara desde el pasado 31 de agosto. Los osos polares generalmente acuden a islas diferentes a la de Troynoy, pero el deshielo ha impedido que los animales se vayan de la zona. Como en esta región no hay apenas alimento, los osos polares han ido al lugar donde parece haberlo: la estación en la que esperan los científicos rusos.
El deshielo del Ártico explica el problema
El hecho de que los animales merodeen en los alrededores de la instalación ha impedido a los investigadores salir a hacer sus habituales observaciones. Pero los científicos no han visto únicamente cómo se frenaba su trabajo: una osa polar del grupo atacó una de las ventanas del edificio y mató a uno de los dos perros que vigilaban la estación. Este comportamiento agresivo, además de relacionarse con la falta de alimento, se asocia con los efectos del cambio climático y el deshielo del Ártico.
El suceso de los científicos rusos acorralados por diez osos polares ha sorprendido a la opinión publica; sin embargo, el pasado mes de agosto investigadores de la isla de Vaygach se vieron obligados a disparar con balas de goma y fuego para ahuyentar a los osos que les habían rodeado.
El deshielo del Ártico, que el año pasado fue el cuarto más severo de todo el registro, continúa. Hoy mismo hemos conocido que los casquetes helados han alcanzado su mínimo desde 1978, según recoge El Mundo. Un problema que agudizará el comportamiento de los osos polares y que pondrá en serios aprietos a todos aquellos exploradores que trabajen en el Ártico. El "adelgazamiento" de la capa de hielo continúa sin que se pongan medidas para frenar el calentamiento global.
En las últimas horas, de acuerdo con la BBC, un helicóptero suministró alimentos y bengalas para tratar de asustar a los osos polares. Los científicos rusos tampoco pueden disparar a los animales porque son una especie en peligro de extinción. Según la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), el cambio climático es "la amenaza más grave a la supervivencia del oso polar".
A pesar de todo, el tiempo juega a favor de los investigadores, dado que el frío de las próximas semanas asegura la recuperación del hielo de las zonas. Con toda probabilidad, la zona del mar de Kara alrededor de la estación quedará congelada de forma que los osos polares podrán irse a otras zonas. Mientras tanto, los científicos deberán esperar un mes hasta que llegue el barco Mikhail Somov para auxiliarles.