El 11 de septiembre la superficie helada del Ártico llegó a su mínimo anual — siendo el cuarto del registro — el 11 de septiembre, según los datos que acaba de presentar este martes la NASA a través del National Snow and Ice Data Center.
El área mínima de este año es de 4,41 millones de kilómetros cuadrados. Un deshielo que deja un área de 1,81 millones de kilómetros cuadrados menos que la media de todos los años comprendidos entre el 1981 y el 2010.
La superficie helada del océano ártico ayuda a regular la temperatura del planeta al reflejar energía solar al espacio. Esta superficie, como es lógico, crece y disminuye acorde a los ciclos estacionales. Una menor superficie disminuye el efecto albedo, cantidad de radiación solar que es devuelta a la atmósfera tras chocar con la superficie terrestre, lo que conlleva una aceleración de su reducción.
En 2012 se registró el deshielo más severo desde que se comenzaron a tomar datos en el 1979, seguido por el del año 2007, 2011 y el de este año 2015 en cuarta posición. Las superficies de hielo más pequeñas datadas son todas de esta última década.
En los últimos años, los mínimos han estado causados en mayor o menor medida por factores meteorológicos, pero no ha sido así este año.
"Este año es el cuarto en superficie mínima, y todavía no hemos visto un gran evento climático o un patrón permanente en el Ártico este verano que haya ayudado a alcanzar esta situación como ha ocurrido en otras ocasiones," asegura Walt Meier, un científico del hielo marino del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. "Ha sido un verano más caluroso en algunas zonas que el año pasado, pero también más frío en otras."
"La capa de hielo se va haciendo menos y menos resistente, y ya no requiere tanta energía para derretirse como antes," Meier asegura. "Lo que solía ser una gran capa compacta de hielo, ahora está fragmentada en pequeñas partes mucho más expuestas a calentarse con el agua del mar. En el pasado, el hielo del océano ártico era como un fuerte. El océano sólo podía atacar desde los flancos. Ahora es como si los invasores hubiesen derribado las puertas del fuerte e invadiesen todo."
Algunos análisis indicaban que la capa gruesa y firme de huelo que sobrevivía a los veranos, se estaba comenzando a recuperar tras los mínimos registrados en 2012. Pero según Joey Comiso, un científico de Goddard, la recuperación llegó a su máximo el pasado año y lo más probable es que volvamos a donde estábamos durante la temporada de deshielo.
"La capa gruesa de hielo seguirá disminuyendo," dijo Comiso. "Puede haber ciertos indicios de recuperación durante algunos años, especialmente cuando el invierno es extrañamente frío, pero se espera que vuelva a donde estaba porque la temperatura de la superficie terrestre en esa región continua subiendo."
Esta misma semana la NASA comenzará con la operación IceBridge, una exploración aérea del hielo polar que llevará a varios científico a examinar el terreno y validar las lecturas de los satélites cuyo último objetivo será discernir el impacto del verano en la superficie helada ya que no está claro si uno de los causantes ha sido el efecto climático El Niño, un fenómeno climático que ocurre típicamente cada dos o siete años donde la superficie del agua del este ecuatorial del Océano Pacífico aumenta su temperatura.