La historia de Cabify pasó algo desapercibida los primeros años de su actividad en Madrid. Ellos se dedicaban en exclusiva a los servicios para compañías y Uber aún no daba la cara. Lo bueno estaba por venir y ahora ya es una multinacional que cierra rondas de financiación de 9 cifras y crece día a día tanto en ingresos como en actividad.

Y quieren poner el freno de momento. Mariano Sylveira, General Manager de Cabify para Madrid, explica que "han tenido una estrategia muy agresiva este año y viene bien, al menos en los próximos tres meses no más, poder aprovechar ese crecimiento agresivo". Pero por una razón muy simple: lo que viene es mucho más agresivo si cabe. Cabify quiere poner rumbo a Japón.

No tienen una fecha concreta, pero quieren que sea a corto plazo. Su estrategia ha estado centrada en España y Latinoamérca prácticamente desde su inicio, por lo que "el salto a una cultura y a un mundo completamente distinto es una gran apuesta". Tampoco es una sorpresa, Rakuten es su inversor más fuerte con más de 100 millones en la compañía y Oskar Mielczarek, managing partner del fondo fintech de Rakuten, ya nos adelanto que todo se resumía en un "de momento". Desapercibido en ese instante, ahora tiene todo el sentido del mundo y explica las razones de esta inversión a largo plazo.

Sin entrar en demasiados detalles, puesto que no es algo inmediato, Mariano explica que el encaje legal sería similar al que ya han vivido en otros países: muchos coches, muchos taxis y licencias parecidas a las VTC, pocas soluciones a los usuarios y Gobiernos muy estáticos. No sería, en definitiva, tan distinto a España. Simplemente habría que entender los modelos sociales de una cultura compleja y diametralmente diferente a la nuestra pero que, en términos positivos, está mucho más avanzada en los modelos de pago, por ejemplo.

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La apuesta por lo eléctrico continúa

Mientras planean la ruta a llevar a cabo y hacen las maletas a Japón, hay varias cosas que resolver por otras lindes.

Hasta que encontremos la fórmula exacta para el coche autónomo, en un equilibrio complicado entre tecnología, legislación y actualización de las flotas existentes, la revolución pasa por los coches eléctricos. Para Cabify, y también para Uber, esta es la prioridad por el momento.

A principios de septiembre, la compañía de transporte con origen en Madrid, lazó su categoría electric en la capital. 20 BMW 100% circulando a pleno rendimiento. Ahora esperan otros 20 y con ellos lograr el objetivo de este año: 100 coches antes de tomarnos las uvas. Malas noticias, según Mariano, "no se va a lograr el objetivo y habrá que prolongarlo hasta marzo por la complejidad de la situación". La ausencia de los cargadores necesarios para este tipo de vehículos o los precios mucho más altos de lo normal lo complican todo.

De momento, la flota de casi 40 vehículos pertenece a un mismo partner que ha hecho una apuesta directa por Cabify, pero recuerdan que es algo abierto a cualquiera que quiera entrar. Y precisamente a esta flota se ha añadido un miembro muy especial, un Tesla. Propiedad de un socio malagueño, ciudad en la que tiene su base de operaciones, se encuentra ahora mismo de tourné por toda España; con un precio con el que se podrían comprar más de 3i, es otra de las apuestas fuertes de la enseña. Jesús, el conductor del coche, explica que "ha sido muy complicado hacerse con el, por la demanda y la oferta que existe ahora mismo, pero que aún así merece la pena".

Cabify no le iba a decir que no a esta oferta, sobre todo porque a pesar del precio del coche, la curiosidad de todos aquellos que quieren subirse a el, le harán uno de los servicios más rentables a medio plazo. Buen marketing.

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Ser el BlaBlaCar de vehículos negros no es su objetivo

Como empresa de servicios de transporte podríamos entender que en algún momento el foco de su actividad se ampliaría. Después de todo, Uber se ha abierto a un sinfín de negocios paralelos que tengan el coche como centro común.

Ante la pregunta de si Cabify tiene pensado abrirse a otras actividades y, en concreto, a la de viajes de media distancia. La respuesta de Mariano es un no rotundo: "es un servicio que está disponible, pero para momentos puntuales nuestro canal corporate. A corto plazo no queremos enfocarnos a los viajes de larga distancia porque nuestro objetivo es centrarnos en las grandes ciudades y le dejamos eso a otros players."

Otros que tienen nombre propio: BlaBlaCar. Empresa que se encuentra inmersa en varios procesos legales, uno contra Confebus y otro contra España ante la Comisión Europea por sus enfrentamientos en la Comunidad de Madrid. No tienen contemplado verse salpicados por ese acontecimiento ya que insisten en el hecho de que su "actividad es perfectamente legal"; encuadrada después de meses de estudio de las legislaciones de cada ciudad. ¿La última? Argentina. Un país complejo en el que les está costando bastante encontrarse. En cualquier caso, siguen teniendo un proceso legal abierto con el sector del taxi que esperan quede resuelto a principios de 2017 en su favor tras la vista previa ya realizada este año.

Yulia Grigoryeva / Shutterstock.com
Yulia Grigoryeva / Shutterstock.com

Licencias, taxis y la historia de nunca acabar

El ruido, generado por unos y otros, especialmente por Uber sí que puede funcionar como una onda expansiva. Afirman que los sectores que han atacado su actividad "cada vez son más pequeños", pero aún así marcan una pauta diferenciadora respecto a su competencia más directa. Si en algo están de acuerdo es en que hacen las cosas de forma muy diferente. Y, en cualquier caso, ellos son más grandes. Tan confiados están que "no ven la necesidad de tener abierta una agenda con los líderes políticos ya que siempre han estado operando desde la legalidad".

Siguen sin responder a la pregunta de cuántos conductores de Cabify hay circulando, pero sí aseguran que ellos tienen una gran ventaja. Tanto en eso como en el sector corporate en el que Uber acaba de estrenarse. Con algunos clientes tienen acuerdo de confidencialidad, pero con los que no esperan que "terminen decantándose por ellos".

Así como a los taxistas, los cuales —al menos Tele Taxi— acaban de estrenar una app en conjunto con una entidad francesa. Las gremiales, por su parte, quieren unificar sus servicios. Pero Mariano les recuerda algo: "es bueno tener una app, pero lo importante es lo que viene después, no vale sólo con eso. Hay que tener a un equipo de trabajo detrás, con una flota de coches muy bien alineada y quizá esa es la punta de lanza".

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