educación

La Moncloa (Flickr)

El ministro José Ignacio Wert se ha visto en las últimas semanas envuelto en la polémica. Tras haber aprobado la Ley de Propiedad Intelectual, que incluye el conocido como canon AEDE, Google anunciaba el cierre de Google News. El Ministerio trató de zanjar la polémica, calificándola de "mera decisión empresarial".

Más allá de Google y del canon AEDE, otra de las grandes patatas calientes del Ministerio se encuentra en el estado de la educación en España. Wert ha sido duramente criticado por los recortes de los últimos años, y contestado en las calles y plazas por la comunidad educativa. La marea verde ha protestado por una "educación pública de calidad", sin que las decenas de manifestaciones y huelgas hayan cambiado la actitud del gobierno.

Hoy queremos analizar la situación de la educación universitaria en España. ¿Cuántas universidades se encuentran en el top mundial de la excelencia académica? ¿Cuál es el estado de la inversión pública en el sistema educativo? ¿Es comparable nuestro gasto al que se realiza en la Unión Europea? ¿Existen disparidades de unas comunidades autónomas a otras? Y por último, ¿cómo han afectado los recortes a los estudiantes? ¿Hay realmente menos becas? ¿Cuánto han subido las tasas universitarias? Ésta es la radiografía de la **educación en España:

A años luz de la excelencia universitaria

Anualmente, especialistas en bibliometría de la Universidad Jiao Tong publican la clasificación de Shangái para evaluar la excelencia académica de las universidades a nivel internacional. Este ranking, que incluye a las instituciones de educación superior, ordena a las entidades académicas según el número de Premios Nobel y medallas Fields galardonados, formados o trabajando en la institución.

Ninguna universidad española está entre las cien mejores a nivel internacional También se evalúa el número de investigadores altamente citados en 21 temas generales, el número de artículos publicados en las revistas Science y Nature y de trabajos registrados en el Science Citation Index y el Social Science Citation Index, además del parámetro conocido como "producción científica per cápita".

La presencia española en esta clasificación de excelencia es casi nula. Únicamente en 2014, una institución española (la Universitat de Barcelona) lograba situarse entre las posiciones 151-200 del ranking. Es la primera vez que una entidad lo hace en los últimos cinco años.

En 2014 también ha aumentado ligeramente la presencia española en esta clasificación, con un total de 12 universidades representadas. Además de la ya citada, podemos encontrar a las siguientes entidades (ordenadas según la comunidad autónoma):

  • Andalucía: Universidad de Granada
  • Aragón: Universidad de Zaragoza
  • Cataluña: Universitat Autònoma de Barcelona, Universitat Pompeu Fabra y Universitat Politècnica de Catalunya
  • Comunidad de Madrid: Universidad Complutense de Madrid y Universidad Autónoma de Madrid
  • Comunidad Valenciana: Universitat de València y Universitat Politècnica de València
  • Galicia: Universidade de Santiago de Compostela
  • País Vasco: Euskal Herriko Unibertsitatea / Universidad del País Vasco

Otra clasificación, realizada por el suplemento Higher del diario británico Times, también evalúa anualmente la excelencia universitaria a nivel mundial. En este segundo ranking, las entidades españolas tampoco destacan por una gran presencia internacional. Únicamente la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona destaca entre otras instituciones, al ser incluida en el puesto 165 en la clasificación del curso académico 2014-2015.

¿Cuál es la inversión pública en educación?

Teniendo en cuenta nuestra bajísima representación en los ranking de excelencia universitaria, resulta primordial analizar la inversión pública en educación en España. En los últimos años, los recortes (también conocidos políticamente como "medidas de racionalización del gasto público") han provocado múltiples protestas y manifestaciones de la marea verde. ¿Cuál es la situación real del gasto público en el sistema educativo español? ¿Es comparable nuestra inversión a la que realizan otros países europeos?

España invierte menos en educación que la media de la Unión Europea Tomando los últimos datos del Eurostat, publicados en julio de 2014, se observa que la inversión en educación en España no supera el 5% del PIB. Las cifras ofrecidas por el servicio europeo de estadísticas muestran que en 2011, el gasto educativo en España era el 4,82% del PIB, 0,43 puntos por debajo de la media europea. Dinamarca se situó a la cabeza de la UE en cuanto a inversión pública en educación se refiere, con un 8,75% del gasto sobre su PIB.

Entre los países más afectados por la crisis económica en la Unión Europea, más conocidos como PIIGS (con excepción de Grecia, que no facilitó sus datos), España fue el penúltimo país en inversión educativa en 2011, sólo por delante de Italia (4,29%). Llama también la atención el bajo gasto público en Alemania, que invirtió sólo un 4,98% de su PIB en educación. Finlandia, país con un excelente sistema público educativo, invirtió 6,76% de su PIB en 2011.

Si comparamos la inversión en educación pública y privada por alumno, España se acerca a la media europea. En 2005, cuando la crisis económica aún no había estallado, el gasto español por estudiante era de 5.679 euros, ligeramente por encima de la media de la UE de los 27 (5.674 euros). Cinco años después, la media europea era de 6.900 euros y la de España de 6.865 euros por alumno.

Los datos del Eurostat, sin embargo, muestran que la inversión por estudiante no llega ni de lejos a compararse con el gasto realizado en países como Finlandia (7.379 euros por alumno en 2010) o Dinamarca (9.605 euros por estudiante en 2010). Alemania, cuya inversión en educación era similar a la de España con respecto a su PIB, presenta un mayor gasto por alumno que en el caso español, situándose en 7.738 euros en 2010.

Tijeras contra papel: los recortes en educación

El Ministerio dirigido por José Ignacio Wert facilita a través de su página web las cifras correspondientes al gasto público en educación. Los datos, sin embargo, no están actualizados. A día de hoy, los últimos indicadores muestran la inversión pública hasta el año 2012.Cataluña y Madrid invierten menos del 3% de su PIB en educación

Hay que tener en cuenta que desde la aprobación de la Constitución, la administración central ha ido transfiriendo sus competencias sobre el sistema educativo paulatinamente a las comunidades autónomas. Cataluña y País Vasco primero en 1981, y finalmente Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Murcia en el 2000, completaron este proceso por el que las CCAA han asumido las funciones, servicios y recursos tanto en materia de educación no universitaria como universitaria.

El desglose de la inversión en educación en España, por tanto, debe hacerse tanto a nivel ministerial como a nivel autonómico. Con los últimos datos, publicados en febrero de 2014, ésta es la perspectiva de gasto de la administración en educación. Según estimaciones del propio Ministerio, el 20,7% del presupuesto se destinó a educación universitaria en 2011, siendo este porcentaje algo menor para 2012, cuando se situó en un 20,5%.

Como se observa en la gráfica, únicamente cuatro regiones españolas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia) superaron el 5% del PIB en inversión pública en educación en 2011. Un año después, sólo Andalucía y Extremadura mantenían este porcentaje de gasto, acercándose a la media europea. Dos comunidades tan importantes como Cataluña y Madrid (situadas entre las regiones más ricas de España) no alcanzaron en 2012 el 3% del PIB en inversión educativa.

El pasado mes de abril, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) denunció los recortes como "medidas dolorosas y difícilmente justificables", al afectar directamente a los jóvenes. Unas semanas después, el propio Wert decía que las afirmaciones de los rectores eran "inciertas". Pero si nos atenemos a los datos proporcionados por el Ministerio, ¿cuánto hemos recortado en España en los últimos años?

Como vemos en la siguiente tabla, donde se muestra la variación del gasto público en educación en España en 2011 y 2012 con respecto a los ejercicios anteriores, hubo un punto de inflexión tras la entrada en el gobierno de Mariano Rajoy. Los recortes educativos son considerablemente superiores con la administración del Partido Popular. Llama poderosamente la atención el "tijeretazo" del 24,1% de la inversión en educación en Castilla-La Mancha en 2012, sólo unos meses después de que María Dolores de Cospedal fuera investida presidenta de esta comunidad.

¿Apoyo al talento? Menos becas y ayudas al estudio

La radiografía sobre la situación de la educación en España no debe realizarse sólo desde una perspectiva macroeconómica. Los sindicatos de estudiantes han denunciado en múltiples ocasiones los recortes en las becas y las subidas de los precios públicos. ¿Tienen razón en sus críticas y reivindicaciones? Dice la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que "nuestras personas y sus talentos son lo más valioso que tenemos como país".Vuelta al pasado: el número de ayudas al estudio es menor que en el curso 2003/2004

Aunque parece una cita del propio Martin Luther King, lo cierto es que la legislación española se queda en papel mojado. Cuando se analizan los datos ofrecidos por el propio Ministerio, a través del informe anual Datos y cifras: Curso 2014/2015, se observa el serio recorte en el número de becas y ayudas al estudio.

De manera simultánea, también ha aumentado el número de beneficiarios. ¿La paradoja? No sólo hay menos dinero para becas educativas, sino que los estudiantes becados reciben una cuantía menor. El maquillaje realizado por el gobierno de Rajoy, que presumía del incremento en el número de beneficiarios, no es sino una excusa para tapar el tijeretazo en la inversión pública en educación, como vemos en el siguiente gráfico sobre la evolución de las becas y ayudas del Ministerio desde el año 2003:

Como se puede observar, el importe de las becas en el curso 2013-2014 se redujo hasta niveles anteriores a 2010, mientras que el número de beneficiarios aumentó en 40.000 estudiantes con respecto al curso 2010-2011. Por otro lado, el importe de ayudas al estudio disminuyó considerablemente hasta situarse en niveles muy inferiores a los del año 2003. En el curso 2013-2014, el número de alumnos beneficiarios fue una tercera parte del número de estudiantes con ayudas del curso 2008-2009, año en el que el nivel de ayudas al estudio del Ministerio alcanzó su pico máximo.

¿Cuesta lo mismo estudiar en toda España?

La radiografía de la durísima realidad del sistema educativo no sólo incluye los recortes en inversión y la baja excelencia académica. El número de universidades en España es de 82, en las que estudiaban más de 1.400.000 alumnos en el curso 2013/2014, un 0,8% menos que en el año académico anterior (una disminución que el propio Ministerio atribuye a la reducción de la población española).

Como se observaba antes, no es lo mismo estudiar en una institución académica u otra, en base a los ranking internacionales de excelencia universitaria. La pregunta ahora es otra: ¿cuesta lo mismo estudiar un grado o máster o realizar un doctorado en cualquier parte de España? La respuesta la encontramos analizando los diferentes precios públicos fijados por cada Comunidad Autónoma. No es igual estudiar un grado en Andalucía que hacerlo en Cataluña o Madrid, como vemos en la siguiente gráfica:

Tampoco será lo mismo hacer el doctorado en una comunidad autónoma u otra. Cuando un investigador se matricula de los estudios de tercer ciclo pagará más de 400 euros por curso académico si trabaja en Cataluña, mientras que la tutela académica anual es de 36 euros en el País Vasco o de 40,18 euros en Cantabria.

Castilla y León, Cataluña y Madrid son las regiones más caras para estudiar un máster La adopción del Real Decreto 99/2011, por el que se establecen los nuevos estudios de doctorado, ha provocado que el precio público aumente todavía más. Resulta irónico: en la mayoría de estos programas, la tutela académica no supone que el investigador predoctoral asista a clases, sino que únicamente le permite desarrollar su tesis. En otras palabras, un doctor en Cataluña habrá pagado más de 1.600 euros en concepto de tasas universitarias, sin que haya tenido mayores beneficios que estar matriculado en su programa de doctorado, requisito sine qua non podrá leer su tesis.

Si nos fijamos en los estudios de postgrado, la situación es todavía más sangrante. Castilla y León, Cataluña y Madrid son las regiones más caras para estudiar un máster. Teniendo en cuenta que los estudios de máster tienen entre 60 y 120 créditos ECTS, hacer un máster en Madrid tendrá un coste entre los 2.600 y los 5.200 euros. En el caso de Cataluña este precio estará situado entre los 2.470 y los 4.940 euros, mientras que en Castilla y León ascenderá a un intervalo entre los 2.494 y los 4.989 euros.

Por su parte, Andalucía, Extremadura y la Comunidad Valenciana son las comunidades más baratas para realizar un máster. Estos datos contrastan con lo que ocurre en Dinamarca, Noruega o Finlandia, países que ofrecen acceso gratuito a los estudios de máster. La diferente inversión pública que realizan, muy superior a la de España y las diferentes comunidades autónomas, posibilita que los estudiantes sólo deban pagar los costes asociados a las tasas y al seguro universitario.España es el sexto país más caro de la UE para estudiar un máster

En estas regiones, la educación no es gratis. Este servicio público es costeado con los impuestos de los trabajadores daneses, noruegos o finlandeses. La filosofía adoptada, por tanto, es otra: los que ahora son estudiantes devolverán esta contribución cuando sean trabajadores. En nuestro país la clave es diametralmente opuesta, ya que España es el sexto país más caro para estudiar un máster en la UE, sólo por detrás del Reino Unido (excepto Escocia), Eslovenia, Irlanda, Hungría y Letonia, según datos del Observatori Sistema Universitari.

La radiografía del estado de la universidad española nos devuelve una imagen de un sistema empobrecido, de baja calidad y lastrado en los últimos años por duros recortes y ajustes. *Nuestro país jamás ha jugado en la Champions League de la excelencia académica, pero tampoco lo ha intentado. Las cifras, por tanto, desmienten a Wert sobre el estado de la educación en España.

Las enormes diferencias entre las comunidades autónomas, por otro lado, muestran la desigualdad existente en la educación pública. Dice la Ley Orgánica de Universidades* que en las dos últimas décadas "la vieja institución universitaria se ha transformado radicalmente". A tenor de los datos planteados, parece que ese cambio aún no ha llegado. Y que España, lejos de apostar por la educación como motor de progreso, prefiere condenar a la sociedad a un futuro incierto.

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