Otro de los terminales presentados por Samsung en el evento de hoy es el Samsung Galaxy S4 Active, que aunque ya lo conocíamos desde hacía dos semanas, Samsung ha oficializado su llegada, y de paso hemos podido probarlo tras la presentación. Al contrario que con el Samsung Galaxy S4 Zoom, en el que llevar la marca 'Galaxy S4' no le libra de prestaciones algo pobres, el Samsung Galaxy S4 Active incluye especificaciones de gama alta, prácticamente iguales que las del Samsung Galaxy S4 original. Eso sí, su característica diferenciadora es muy prometedora: es rugerizado, lo que supone la base de nuestra opinión del Samsung Galaxy S4 Active.
Es muy robusto, parece que lo aguanta todo
Quien va a comprar un smartphone rugerizado, quiere que aguante perfectamente cualquier accidente, caída, etc. No hemos podido probarlo en esas condiciones todavía, pero desde luego se ve tremendamente robusto, no tiene fisuras ni resquicios por ninguna parte. Probando a golpearlo de forma ligera, incita a pensar que no pasará absolutamente nada si lo golpeamos más veces y con más fuerza. Cumple su cometido perfectamente. Su construcción puede parecer algo tosca y basta (de hecho, lo es), pero es lo necesario en un dispositivo así. Quien necesite un smartphone que lo aguante todo, seguramente se convencerá de este terminal. Y lo realmente importante, se mantiene: unas buenas especificaciones, propias de la marca 'Galaxy S4'. Lo que sí cambia es que desaparecen los botones capacitivos, habiendo botones físicos en su lugar.
También hemos podido probarlo en el agua, y aparte de decir lo obvio, que aguanta perfectamente, destaca que su cámara no se empaña. Samsung avisa de que su resistencia al agua tiene límites: 30 minutos a 1 metro de profundidad como máximo. No permitirá hacer snorkel, pero sí un uso en la piscina, la playa, o la bañera.
Por lo demás, su cámara cumple bien, aunque no tan bien como la de Samsung Galaxy S4. Baja de 13 a 8 megapíxeles, pero sigue ofreciendo imágenes bastante aceptables, pese a montarse en un chasis a prueba de golpes y con los tornillos a la vista. Tornillos que quizás no sean del gusto de todos el hecho de que se vean en su trasera, pero que le dan un aspecto aún más robusto.