Desde hace tiempo venimos escuchando voces de un Nokia con Android, de cómo los finlandeses deben ceder y entrar a ser un fabricante más que lleve el sistema de Google en sus entrañas. Algunos lo ven como algo positivo, debido a la unión de la marca Nokia, y la historia que lleva detrás, al sistema que se está llevando absolutamente todos los récords ahora mismo, Android. Pero no, eso es precisamente de las peores cosas que podría hacer Nokia.

Y no, no tiene nada que ver con que Android sea malo para la opinión de algunos, con que fuese una pérdida, ni mucho menos. Sencillamente, es que un Nokia con Android no tiene demasiado sentido, y es de las peores cosas que pueden hacer, por dos motivos claros.

Nokia con Android, gastando lo que no hay en I+D

El primer y más claro motivo a estas alturas para no tener un Nokia con Android es el dinero. Después del fuerte compromiso que Nokia adquirió en 2011 con el sistema operativo de Microsoft, ya no está en posición de virar o cambiar de rumbo. Casi ni aunque quisieran, cambiar a Android supondría gastar una auténtica millonada en investigación y desarrollo. Siendo Nokia una compañía que nos tiene acostumbrados a tener servicios y aplicaciones especiales, valor añadido, en sus terminales, resulta impensable un paso a Android sin una capa de personalización propia, su propio servicio de Maps y navegación...lo que nos lleva al siguiente punto.

Entrar en un mercado con pesos pesados...sin diferenciación

Esta es la razón que esgrimía Elop hace algún tiempo: si algún día vemos un teléfono de Nokia con Android, veríamos un teléfono sin personalidad, ya que no podrían invertir recursos en hacer algo propio, lo más probable es que echásemos de menos el factor diferenciador en ese Nokia con Android; algo que no se pueden permitir tampoco, ya que, si le está yendo medianamente bien con Windows Phone, es precisamente porque destacan de HTC o Samsung, o de todos en general (aunque no haya mucha competencia, también hay que decirlo) porque se posicionaron como la marca que puede dar más valor en un terminal...y se está notando en sus ventas, aunque poco a poco.

Gama baja, una solución

Y aquí es donde entra la línea Asha y los Lumia 520 y 620. Tradicionalmente, es decir, de hace unos años hasta ahora, Nokia sólo se ve en featurephones y gamas baja con Symbian; de hecho, las ventas de estos terminales siguen siendo mayores que las de su gama Lumia y su importancia en países como India es supremamente alta, de ahí que vayamos a ver nuevos Asha este 9 de mayo. Estos nuevos Asha son los que le darían dinero inmediato, hablando de tiempo, a Nokia, pero lo que realmente les funcionaría es lograr posicionarse dentro de las gamas medias y altas como una alternativa seria a Android o, incluso, iOS. Pero para eso no hace falta sólo hardware y móviles de colores, sino una intensa colaboración con Microsoft (y una puesta de pilas) para mejorar, que, espero, llegue con Windows Phone Blue. Si no, brace yourselves, winter is coming.

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