La telefonía móvil en 2012

Si ayer era el turno de Apple, hoy era el turno de otra compañía importante. Han sido presentados los resultados de Nokia del primer trimestre de 2013, correspondientes a las ventas del último de 2012. Y ciertamente, le suponen un buen respiro. Nokia ha sabido jugar bien tras las etapas de turbulencias, y vuelve a crecer.

Es lo que se extrae si comparamos este trimestre con los anteriores. Concretamente, tras seis trimestres seguidos en negativo, vuelve a números positivos gracias a sus nuevos Lumia, equipados con Windows Phone, sistema operativo al alza que recientemente superó a BlackBerry en Europa. Y eso que las previsiones no eran buenas: en Wall Street apostaban porque continuaría registrando pérdidas, de forma eso sí más tenue y moderada que hasta ahora. Se especulaba con unas pérdidas de 200 millones de dólares. No ha sido así, y Nokia tuvo un beneficio neto de 270 millones de dólares.

Su beneficio de explotación alcanzó los 585 millones de dólares, que luego quedarían reducidos en cifras netas al número anterior, mejorando así la cifra del mismo trimestre del año anterior, cuando reflejó pérdidas de 1200 millones de dólares. Se abre así de nuevo el camino para Nokia, quien pagó caro continuar apostando por Symbian cuando la competencia empezó a adelantarle por todas partes en cuanto a software.

Tradicionalmente, la calidad de su hardware ha sido una de las mejores bazas de Nokia, lo cual le permitió coronar el mercado de la telefonía móvil durante años. iOS y Android fueron sus peores enemigos, y quienes le relegaron a un segundo plano al que la compañía finlandesa no estaba acostumbrada. Hoy, Nokia se erige como un nuevo actor relevante de forma -relativamente- definitiva, pues sus números ya confirman la tendencia al alza, además de dar un respiro financiero a la empresa. Aunque no se han vendido tantos Lumia como la marca esperaba -finalmente, unos 700.000 en Norteamérica y 4,4 millones en todo el mundo-, se superan por mucho las cifras del trimestre anterior. En total, Nokia vendió 6'6 millones de smartphones, fruto de una nueva estrategia que le ha llevado en términos porcentuales a vender menos que antes, concretamente un 66 %: pasar de producir muchos terminales de gama baja, a producir menos, pero de gama alta.