Como usuarios de productos tecnológicos, podemos conocer las novedades o los productos de las empresas. Sin embargo, hay una componente que, en muchos casos, es difícil de averiguar: cómo trabaja una gran compañía, qué personas están detrás de productos que usamos, prácticamente, cada día o dónde trabajan. Esta componente humana, en muchos casos, es toda una desconocida. Frente a las famosas fotos de las oficinas de Google, de otras grandes, como Microsoft poco sabíamos. Nuestro compañero Manu Contreras ha tenido la oportunidad de visitar el campus de Microsoft en Redmond y conocer, de primera mano, cómo funciona una de las grandes compañías tecnológicas, conocer sus líneas de trabajo para el futuro o a algunos de los responsables de sus proyectos.
Durante una semana, a través del programa Microsoft Insight, nuestro compañero ha podido visitar las instalaciones de Microsoft, conocer la visión de la compañía, sus próximos proyectos y el estado de los productos actuales. Para todo aquel interesado en conocer las distintas líneas de negocio de Microsoft y el peso que tienen éstas en la compañía, el reportaje es una interesante lectura, por ejemplo, para desmontar el mito de que Microsoft sea, únicamente, Windows y averiguar que el peso de la compañía se encuentra en las aplicaciones para empresas o en la nube.
Conocer cómo interactúan los distintos equipos de trabajo de Microsoft me ha sorprendido bastante. Básicamente, porque trabajan como pequeñas células que desarrollan piezas de un rompecabezas que será, por ejemplo, Windows 8. Tan sólo un reducido grupo de personas tiene en la cabeza cómo será el producto final, cada célula de la cadena, simplemente, conoce los detalles que le atañen.
¿Y qué pasa con la componente humana? La vida en Microsoft no dista mucho de la vida en Google o Apple, un gran campus con bastantes edificios, zonas de ocio (para desconectar y dar rienda suelta a la creatividad) y, lógicamente, un trabajo por objetivos que no te hace ser un esclavo de una máquina para marcar las entradas o las salidas.
En definitiva, tanto si te gusta o no Microsoft, conocer cómo trabaja una gran empresa, desde dentro, es una oportunidad interesante. Creo que de cualquier tipo de modelo organizativo uno siempre puede aprender algo provechoso. Vale la pena dedicar unos minutos y pasarse por Gizmología.
