Perdidos (Lost), desde su estreno hace hoy 20 años, fue un fenómeno que, a la distancia de 20 años, todavía resulta sorprendente. No solo por convertirse en una serie que innovó — en forma y fondo — en la manera de narrar una historia complicada de la que se tenían pocos indicios. También, en su uso del lenguaje televisivo para crear un mundo que, todavía, resulta interesante y lleno de matices. Con una isla misteriosa como telón de fondo, la historia de los sobrevivientes al vuelo 815 de Oceanic, se volvió un ejemplo de cómo profundizar en varios puntos a la vez.
Por un lado, Perdidos (Lost) fue de las primeras series en utilizar capítulos enteros para presentar u ahondar en la vida de sus personajes. Con flashbacks que abarcaban cada aspecto de sus rostros más conocidos y los detalles que, después, tendrían interés en adelante, Perdidos (Lost) asombró. Mucho más, al demostrar que las grandes historias de la pantalla pequeña, podían ser mucho más complicadas que solo relatos lineales. Al otro extremo, dotó al misterio central de docenas de ramificaciones distintas.
Todo lo anterior, permitió que la serie lograra un equilibrio entre sus secretos más singulares — algunos, por otro lado, continúan sin resolverse — y las diferentes revelaciones con que sorprendió a su audiencia. El resultado es un emocionante trayecto que deslumbró a la crítica y que todavía desata discusiones. Para demostrarlo, te dejamos cinco capítulos de Perdidos (Lost) que marcaron historia en el mundo del entretenimiento. De un viaje en el tiempo con un trasfondo romántico a la muerte de un querido personaje. Se trata de un recorrido por la esencia de una serie que, en la actualidad, sigue siendo fuente de polémica y admiración. Quizás, su mejor legado.

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The Constant

Perdidos (Lost) nunca fue muy clara de hacia dónde se dirigían todos las interminables pistas que cada uno de sus capítulos dejaban a su paso. Pero lo que sí dejó claro siempre, es que se trataba de su trama era una combinación de ciencia ficción y emociones. Por lo que este episodio, que incluye un viaje en el tiempo, una declaración de amor y una serie diálogos desgarradores que hizo llorar a los fanáticos por meses, es quizás el mejor ejemplo del núcleo de su argumento.
En el capítulo de Perdidos, la conciencia de Desmond (Henry Ian Cusick) va a diferentes líneas temporales. Todo, mientras intenta comunicarse con Penny (Sonya Walger), su “constante” (de ahí el nombre en español del episodio), en medio de los abruptos cambios de contexto. Los guionistas Carlton Cuse y Damon Lindelof utilizaron sabiamente el trasfondo de misterio que rodeaba al personaje. Pero el punto esencial de toda la historia, era la comunicación, el amor y los hilos invisibles que unen a todos, incluso en situaciones inexplicables.
Finalmente, Desmond logra comunicarse con Penny en una llamada telefónica en la víspera de Navidad de 2004. La conversación, en la que ambos personajes lloran y se prometen fidelidad, es de las más conmovedoras de la historia de la cultura pop. Y por supuesto, uno de los mejores capítulos de Perdidos (Lost).
Walkabout

Hasta la llegada de Perdidos (Lost), el uso de los flashbacks no era del todo común en las series de televisión. Mucho menos, se usaban para sostener arcos enteros. Que fue lo que hizo la serie en este genial episodio, en que los misterios de la isla comienzan a descubrirse poco a poco. Por ahora, los sobrevivientes del accidente, intentaban entender qué ocurría a su alrededor.
En especial, con la isla, que se volvía cada vez más terrorífica e inexplicable a medida que pasaba el tiempo. Establecida la atmósfera y mientras los pasajeros intentaban despedir con dignidad a las víctimas, algunas cosas singulares comenzaron a ocurrir a su alrededor. No obstante, lo más inquietante y señal inequívoca que había algo definitivamente anómalo en el territorio, no ocurría en el presente.
Antes de eso, John Locke (Terry O’Quinn), había sido una presencia tranquilizadora y misteriosa en medio del desastre. Uno, además, que más allá de los trastornos del incidente, parecía perfectamente sano. Solo que no lo estaba. De hecho, en los minutos finales del episodio se le muestra antes de subir al avión, confinado a una silla de ruedas. Lo que dejó a todos los televidentes preguntándose qué otra cosa guardaba la isla.
The End

No es uno sino dos capítulos y sí, el origen de una polémica que ya lleva veinte años entre los fanáticos. El final de Perdidos (Lost), es uno de los más comentados de la serie y sin duda, una joya para fanáticos. Tan agridulce como incomprensible, incómodo e insatisfactorio, es, por un lado, una conclusión digna a una serie extraordinaria.
Pero por el otro, es también, una reflexión acerca del sentido de la vida, el tiempo y la trascendencia. Escrito por Damon Lindelof y Carlton Cuse, se negó a dar explicaciones sencillas sobre lo que ocurría en la isla. Tampoco con sus personajes. De hecho, la gran secuencia final les muestra a todos reunido en un lugar. ¿Muertos? ¿En el purgatorio? ¿En el Limbo?
Cada quien tiene su opinión y sin duda, es esta ausencia de respuestas, lo que volvió a The End, una joya televisiva. En específico, debido a todas las respuestas que jamás se brindaron y los cientos de preguntas, que la simple negativa a profundizar en el misterio dejó a su paso. Para los anales de la cultura pop.
Piloto/Primer episodio

De la serie de la ABC, se sabía poco. De hecho, lo único que estaba claro era que el presidente de la cadena, Lloyd Braun, tuvo una única petición para aprobar el proyecto. A saber: que se tratara de algo sorprendente como el programa de telerrealidad Survivor, convertido en suceso de masas. Hubo algunos borradores que no lograron convencerle y de hecho, toda la idea para una serie quedó en suspenso por unos meses.
Pero todo avanzó cuando J.J. Abrams tomó el concepto y lo mezcló con El señor de las moscas y un poco de terror de ciencia ficción. Con Damon Lindelof como contraparte, ambos escribieron un piloto en el que lo verdaderamente interesante eran los personajes. Más allá de todo lo que ocurría — que ya era impactante — ambos apostaron por narrar poco a poco una historia cada vez más compleja.

Del impactante accidente aéreo a la isla sin explicación llena de misterios. El piloto — que, como el final, estuvo dividido en dos partes — cautivó. Pero mucho más, demostró la audacia de un tipo de relato que, todavía en la actualidad, resulta emocionante y con una dosis del clásico suspense llevado a una dimensión nueva. Lo demás, es historia.
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Through the Looking Glass

Otro doble episodio de Perdidos que marcó un antes y un después en la televisión. No solo por la manera de manejar la tensión, el miedo y la muerte. A la vez, por las brillantes actuaciones de su elenco. Con guion de Carlton Cuse y Damon Lindelof, sigue a Charlie (Dominic Monaghan) a la estación submarina Hydra, para desbloquear la señal que podría salvarlos a todos. El descenso es aterrador, pero mucho más cuando el personaje comienza a ahogarse. Lo que brinda a la serie una imagen que incluso, los que no son fanáticos, han visto antes o después.
Sabiendo de su muerte inminente, Charlie escribe en su mano “No es el barco de Penny” y luego pega la palma contra el cristal, para avisar a Desmond, que le espera, sobre un peligro inminente. La forma en que el personaje solo aguarda por la muerte y termina por fallecer, prácticamente en cámara, hizo llorar a la audiencia. Pero además, demostró el trasfondo cruel del programa.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el capítulo también es célebre porque Jack Shephard (Matthew Fox), descubre, en medio de un flashforward, que es capaz de ver el futuro. Lo que deja claro las aberraciones temporales dentro de la isla y todo lo terrible — y tenebroso — que eso puede significar. Una joya de la ciencia ficción dura que aún resulta sorprendente.